viernes, 19 de octubre de 2012

EL JUEZ A CHAPOTE: DEJE DE TOCAR LAS PELOTAS, PERO CON OTRAS PALABRAS



El juez, a «Txapote»: «Deje a este tribunal trabajar. No se me suba usted encima»

El fiscal pide 19 años de prisión para «Txapote», Andoni Otegi, Óscar Celarain y Juan Carlos Vesance por intentar matar a José Ramón Recalde

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—«¿Qué ha sido?»
— «Un tiro»
—«¿Y a quién le ha dado?»
—«A mí».
Esa fue la conversación que mantuvieron el exconsejero de Educación y Justicia del Gobierno vasco, José Ramón Recalde, y su mujer, Asunción Castells, después de que Recalde recibiera un tiro a bocajarro que atravesó su mejilla izquierda para acabar alojado en el maxilar inferior.
Doce años años han pasado desde aquel 12 de septiembre de 2000. Es el tiempo que el político socialista —que ya estaba retirado en el momento del atentado— ha tenido que esperar para volver a verse frente a frente con el hombre que puso el cañón de un revólver marca Arminius frente a su cara, el etarra Oscar Celaraín, al que esperaba en una motocicleta para emprender la huída, Andoni Otegui, al que aguardaba la llegada de la moto en un automóvil,Juan Carlos Besance, y al que lo señaló como objetivo de la banda terrorista ETA, Xavier García Gaztelu, alias «Txapote».
En la mañana de este jueves ha dado comienzo el juicio en la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, presidida por el magistrado Fernando García Nicolás. Aunque víctima y verdugos han compartido habitáculo —tanto Recalde como su mujer han rechazado su derecho a no declarar delante de los acusados—, ni siquiera han cruzado una mirada.
La fiscal Ana Noé pide para los tres etarras, a quienes acusa de undelito de asesinato terrorista en grado de tentativa,19 años de prisión para cada uno de ellos. Además, solicita que se les condene a no aproximarse a menos de 500 metros de la víctima o de su domicilio durante ocho años y a indemnizar al exconsejero con 300.000 euros por las secuelas sufridas —habla distorsionada, dificultades para comer, cicatrices y el transtorno depresivo que se derivó en reacción a lo vivido— y 150 euros por cada uno de los 545 de curación impeditivos necesarios para su curación.
En su escrito de conclusiones, la fiscal se basa en el testimonio de Besance ante la Guardia Civil, en la que éste explica cómo se planeó el atentado, que no acabó con la vida del exconsejero socialista porque Celaraín —quien efectuó el disparo— «estaba nervioso» al tratarse de su primer atentado y no remató a la víctima.

«Nada, valiente, que tú no te mueres»

Varios testigos protegidos, que han declarado por videoconferencia desde el País Vasco, han indicado la presencia de la motocicletadonde presuntamente huyeron los etarras en el lugar de los hechos.
Tras ellos, la esposa de Recalde, Asunción Castells, ha explicado lo acontecido aquel día. Recalde fue a recogerla al salir de trabajar y ambos llegaron el automóvil a la puerta de su domicilio. Mientras Asunción se agachó a recoger «unas manzanas que se habían caído al suelo del vehículo de la bolsa de la compra», su marido salió del coche y recibió el disparo.
«Abrí la puerta del coche y al incorporarme vi la circunferencia del cañón de una pistola y detrás a la persona que me disparó en la cara», ha relatado el propio Recalde.
Cuando Asunción le preguntó que qué había sido eso, descubrió el rostro ensangrentado de Recalde. Éste salió por su propio pie del coche y subió los veinte escalones hasta llegar a su casa, se sentó en la cocina e indicó a su esposa que telefoneara a la ambulancia y a sus hijos. Entonces Asunción le dijo: «Nada, valiente, que tú no te mueres, porque por un tiro en la boca no se muere nadie». «Luego me enteré de que sí que se muere mucha gente por un disparon en la boca», ha apuntado la mujer de la víctima.
Otro de los citados a declarar en calidad de testigo ha sido el etarraIñigo Guridi Lasa. Se ha sumado al silencio de los acusados —«lo que tenía que decir ya lo he dicho»— a los que ha saludado sonriente. El magistrado García Nicolás le ha recordado que estaba obligado a declarar, a lo que el etarra ha vuelto a responder que ya había dicho todo lo que tenía que decir, por lo que el juez le ha indicado que se le pondrá una multa.

«No se me suba usted encima»

Al inicio de la vista, «Txapote» ha protagonizado uno de los momentos de mayor tensión. Llamado a comparecer, nada más sentarse frente al micrófono interrumpió al magistrado García Nicolás cuando éste le explicaba sus derechos profiriendo unas palabras en euskera. El juez le pidió que esperara a que le diera la palabra, pero García Gaztelu siguió replicando en euskera, sin apenas dar tiempo a la traductora a que indicara al juez lo que el acusado estaba diciendo. «Deje a este tribunal ejercer sus funciones y luego hablará. No se me suba usted encima», le exigió el magistrado. Y añadió: «Otras veces se ha portado usted mejor», a lo que «Txapote» respondió en euskera: «Y usted me ha dejado decir lo que tenía que decir».
Tras el encontronazo, el acusado ha indicado que no da «licitud» al Tribunal y por ello no ha participado en el proceso. «Todo lo que tenía que decir ya está dicho», ha indicado. Tampoco han declarado los otros tres acusados, bajo el mismo argumento. «Este Tribunal es forastero para el País Vasco», ha dicho Otegi.
El juicio ha quedado visto para sentencia. Una sentencia que José Ramón Recalde lleva esperando doce años.


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Abdullah
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KnightLight totalmente de acuerdo contigo.

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