lunes, 22 de octubre de 2012

240 BARSA: LOS SIETE MOTIVOS QUE HACEN PEOR A TITO QUE HA HUCHA (GUARDIOLA, EN CATALÁN)


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El FC Barcelona ha iniciado el curso de forma espectacular. Sus números son casi incontestables. Más allá de sus enfrentamientos con el Real Madrid (una derrota, un empate y una derrota) el resto de partidos jugados por el equipo de Tito Vilanova han sido victorias.
Sin embargo, el estilo con el que se han conseguido estos triunfos deja que desear. En el Camp Nou se habían acostumbrado a la delicatessen del equipo de Guardiola, un equipo que, incluso en temporadas como la pasada (no fue la mejor de la era Pep) siempre disponía sobre el césped un estilo definido, inquebrantable y vistoso.
No ocurre así con este Barça. Tito ha cambiado el estilo y eso se nota. Algo ha mutado. Los culés han bajado un peldaño en el método que le hizo eterno. Estas son las siete razones por las que el Barça ya es menos Barça:

1.- Debilidad defensiva

Sea por las bajas, sea por fallos puntuales, éste Barça se está acostumbrando tener serios problemas defensivos. El pasado sábado recibió cuatro goles, algo que no ocurría desde inicios de 2009, cuando el Atlético de Madrid le ganó 4-3. Para colmo, ya ha recibido once tantos en el inicio de esta temporada, algo que no sucedía desde el arranque del curso 2003-2004.
Se podría decir que las ausencias son clave. En Riazor, ante la expulsión de Mascherano, Tito tuvo que alinear a Montoya, Song, Adriano y Alba. Todos los titulares de la zaga el curso pasado están lesionados. También se puede achacar estas cifras al estilo. El Barça antes defendía teniendo la pelota. Si ahora se arriesga más, la primera que sufre es la zaga.
Además, de esos 11 goles, dos han sido ya en propia puerta, el sufrido ante el Deportivo (Jordi Alba) y contra el Getafe (Mascherano). Fallos que se suman a los que también ha tenido Valdés esta temporada. Contra el Depor no pudo atajar el gol de Bergantiños. En el Clásico del Camp Nou de la Supercopa falló en el tanto de Di María y dio vida al eterno rival.

2.- Menos toque, más juego directo

El Barça es ahora un equipo de fútbol más directo. La posesión sigue siendo abrumadora, pero ahora se usa de forma distinta. Por ejemplo, sacar el saque de puerta con los centrales abiertos en las esquinas ya es cosa del pasado. Ahora se ven más lanzamientos en largo de los centrales hacia los delanteros. Ademas, jugando con dos extremos fijos (Villa y Tello contra el Depor), el desborde prevalece al toque. También hay menos jugones. El curso pasado Guardiola llegó a jugar con ocho centrocampistas natos aunque algunos se disfrazaran de defensas (Mascherano) y otros de delanteros (Cesc o Iniesta).

3.- Adiós a la presión agobiante.

El Barça de Guardiola se caracterizaba también por recuperar la pelota en la zona de creación rival. Así conseguía dos objetivos: que la pelota estuviera lejos de su defensa -seguridad defensiva mayor- y que la transición al ataque rival fuera más rápida -mayores opciones de crear gol-. Este equipo, sin embargo, no busca la pelota tan arriba.
En parte porque Vilanova quiere que sus extremos estén más abiertos y posicionales para buscar espacios en la zaga rival y, por lo tanto, participan menos en una presión que ejercen ya traspasada la línea de creación. Eso conlleva más riesgos en la zaga y menos velocidad a la hora de cercar la portería rival.

4.- Jugadores desaparecidos

En este Barça hay jugadores que no están participando como en cursos anteriores. Bien sea por lesiones o por puro bajo rendimiento, se echa de menos a un buen puñado de piezas clave. Piqué, Puyol, Dani Alves, Iniesta o Cesc (el de principio de temporada) no son los de la pasada temporada. Villa está, pero su aportación está siendo mucho menor que la del inicio de la 2011-2012, cuando, banquillazos incluido, jugó más y marcó más.

5.- Una cantera menos útil

El Barça cuenta esta temporada con un fondo de armario mayor (mayor en número) pero menos influyente que en temporadas anteriores en lo que a la cantera se refiere. Tito no está tirando de chavales como sí hacía Pep. Hombres como Batra podrían haber jugado este año ante las bajas, pero el técnico ha preferido usar a otros jugadores más veteranos incluso lejos de su puesto.
6.- Un portero inseguro
Víctor Valdés ha sido durante estos años una garantía para el Barça. Este año, sin embargo, está convirtiéndose en una fuente de problemas. Ante el Real Madrid, en la Supercopa de España (Camp Nou) regaló el gol que mantuvo con vida a los blancos. Di María supo aprovechar su fallo como Bergantiños hizo el sábado en Riazor. En ese mismo partido, el lanzamiento de falta de Pizzi entró por su palo. Nuevo fallo de un portero escasamente determinante en los triunfos culés.

7.- Habituales sin gol

El Barça acumula 29 goles a favor
en estos primeros 12 primeros partidos de temporada,
esto es, casi 2'5 por encuentro.
Sin embargo, el reparto es algo irregular.

Messi suma más de la mitad (15)
con Villa (4)
y Cesc (3).
Otros habituales con los goles, sin embargo, no están viendo puerta.
Pedro sólo ha marcado un gol
y otros como
Iniesta,
Alexis
o Thiago
(que ya habían marcado a estas alturas de Liga)
todavía no han visto puerta.


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