La generación eléctrica de origen nuclear en el año 2006 representa aproximadamente el 17% de la electricidad que se consume en todo el mundo.
Actualmente, existen 435 reactores nucleares en funcionamiento en 31 países con una potencia neta total instalada de 367.988 MWe.
Los cinco países con mayor porcentaje de electricidad de origen nuclear en 2006 fueron:
Francia (78,07%),
Lituania (69,20%),
Bélgica (58,10%),
Eslovaquia (57,15%)
Suecia (48,01%).
Durante el año 2006, se conectaron dos nuevos reactores a las redes eléctricas:
la unidad 3 de la central de Tarapur en India,
un reactor de agua pesada a presión PHWR de 490 MW
la unidad 1 de la central de Tainwan en China,
un reactor PWR-VVER de 1.000 MW.
Asimismo, se inició la construcción de seis nuevas centrales:
la unidad 1 de la central de Shin Kori en Corea del Sur,
un reactor de agua a presión PWR de 960 MW;
la unidad 4 de la central nuclear de Beloyarsk en Rusia,
un reactor reproductor rápido FBR de 750 MW;
la unidad 4 de la central de Lingao en China,
un reactor de agua a presión PWR de 1.000 MW;
la unidad 3 de la central nuclear de Qinshan-3 en China,
un reactor de agua a presión PWR de 610 MW;
la unidad 1 y 2 de la central de Shin Wonlsong en Corea del Sur,
dos reactores de agua a presión PWR de 960 MW cada uno.
Por otra parte, se cerraron definitivamente
la unidad 1 de Bohunice en Eslovaquia;
las unidades 3 y 4 de Kozloduy en Bulgaria;
las unidades 1 y 2 de Dungeness A en Reino Unido;
las unidades 1 y 2 de Sizeweell A en Reino Unido
y la central de José Cabrera en España.
En la actualidad, cada vez se alzan más voces a favor de la energía nuclear.
La amenaza del calentamiento global y del cambio climático, así como la entrada en vigor del
Protocolo de Kioto, unido al incremento de la demanda de electricidad y del precio de los productos petrolíferos, ha motivado que distintos responsables políticos consideren fundamental apostar por la continuidad de la energía nuclear, por el aumento de potencia de sus centrales e incluso por la construcción de nuevas plantas.
Estados Unidos ha permitido la operación a largo plazo de 50 de sus reactores;
Finlandia, un país muy preocupado por el medio ambiente, está construyendo un nuevo reactor nuclear de tercera generación (EPR) en Olkiluoto y ya hay estudios que plantean la necesidad de construir una sexta unidad.
Francia, el país europeo con más centrales nucleares, comenzará próximamente la construcción de un EPR en Flamanville; el Primer Ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, ya ha anunciado la necesidad de continuar con la energía nuclear y de construir nuevas plantas.
Asimismo, países asiáticos como China, India o Corea y los de Europa del este han lanzado importantes programas de construcción de nuevas centrales nucleares.
Los programas nucleares de los diferentes países, así como todas las instalaciones nucleares, se encuentran bajo la supervisión y control del Organismo Internacional de Energía Atómica con sede en Viena ( www.iaea.org ).
Breve historia nuclear
Aunque cuatro años antes, el Reino Unido inauguró Calder Hall, la primera central nuclear del mundo.
Poco después, otros países industrializados siguieron el ejemplo llevando a cabo sus propios programas de construcción y explotación de centrales nucleares.
La estabilidad económica, el fuerte crecimiento de la demanda eléctrica y sus prometedoras expectativas económicas fueron el motor del desarrollo de esta fuente energética.
A principios de los años setenta la crisis energética del petróleo proporcionó el impulso definitivo a la energía nuclear dentro de los planes energéticos de muchos países industrializados como Alemania, Canadá, Italia y Japón.
Destaca la fuerte apuesta por el desarrollo de la energía nuclear que realizó Francia, abandonando los reactores de grafito-gas por la tecnología americana de agua a presión.
A su vez, otros países como Méjico, Brasil, Taiwan y Corea se prepararon para iniciar sus programas nucleares.
No obstante, en la segunda mitad de la década de los setenta, hubo una crisis económica que estabilizó la demanda eléctrica.
En Fase de Construcción
Por otra parte,
25 más se encuentran en fase de construcción en 12 países,
con una potencia prevista de más de 25.000 MWe.
Los costes de inversión de las centrales nucleares en construcción se dispararon y comenzó a surgir el movimiento antinuclear con impacto en la opinión pública.
La combinación de estos factores condicionó una fuerte desaceleración de los programas nucleares, sobre todo en los países donde esta fuente de energía estaba más desarrollada.
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