El ex presidente socialista cambia de planes
Zapatero descarta retirarse a León y se queda de alquiler en Madrid
Tanto él como Sonsoles lo justifican "por las hijas"
No lo sacan de la 'corte' ni con disolvente. Como en su día adelantó Periodista Digital, el ya ex presidente Zapatero no se retira a León, "para ver pasar las nubes". En cuanto lo desaloje Rajoy de La Moncloa y eso ocurrirá poco antes de Nochebuena, se instalará en Somosaguas, en un chalé de 2.500 € al mes
No lo sacan de la 'corte' ni con disolvente. Como en su día adelantó Periodista Digital, el ya ex presidente Zapatero no se retira a León, "para ver pasar las nubes".
Ni a León, ni a sitio alguno. Se queda en Madrid: en cuanto lo desaloje Rajoy de La Moncloa y eso ocurrirá poco antes de la Nochebuena de 2011, se instalará en el selecto barrio residencial de Somosaguas, en un chalé de la calle Mirlo de tamaño medio y hechuras 'afrancesadas'.
Y allí, se convertirá en vecino de banqueros como Emilio Botín o Claudio Boada (hijo) y de empresarios como José María Ruiz-Mateos.
El inmueble no es suyo, sino de alquiler. Está en una exclusiva urbanización, a 10 minutos en coche de la sede del PSOE en Ferraz.
Se trata de un chalé pareado, con 250 metros cuadrados más jardín y piscina independiente, que se diseñó con el propósito de que sirviera de 'residencia de invitados' de la casa principal.
Es propiedad de un millonario de origen vasco. El ex presidente y Sonsoles Espinosa
Como detalla Blanca Torquemada en 'ABC', al final, han pesado más los condicionantes familiares que la bucólica llamada del terruño.
PROMESAS INCUMPLIDAS
Zapatero aseguró en un mitin en León durante la campaña electoral para los últimos comicios autonómicos que esta ciudad sería su lugar de residencia en 2012.
Era el pasado 6 de mayo y ante 5.000 simpatizantes proclamó:
«Ésta es mi ciudad y dentro de un año lo será de manera continua y permanente, porque voy a estar aquí con vosotros».
El incumplimiento de esta promesa electoral no se produce en este caso por presiones de los mercados o mal cálculo parlamentario, sino por el poderío de sus hijas en el ámbito de las decisiones familiar.
El argumento en el que se escudan Sonsoles y Zapatero para explicar su súbito cambio de planes, es que las chicas, que están ya en esa edad en la que todo son sutilezas y pequeños problemas, no quieren dejar Madrid ni a tiros y se niegan en redondo a someterse ahora la dulce pero tediosa vida provinciana.
Las niñas han crecido en la capital, se han aclimatado a ella y quieren continuar sus estudios en Madrid. Sonsoles puede satisfacer de momento su añoranza de León con visitas de fin de semana y el propio Zapatero ha transigido con los deseos de Laura, de diecinueve años, y Alba, de dieciséis, pues, como le confesó a su biógrafo Suso de Toro, «con ellas me rindo antes de empezar».
CERCA DEL PODER
El hecho es que la «opción Somosaguas» (muy cerca también de donde vivía Leopoldo Calvo-Sotelo) viene a dar salida a las dudas de la familia sobre cuál sería su mejor refugio una vez dejada atrás la Presidencia, pues habían barajado varias opciones y ninguna había resultado plenamente satisfactoria.
En primer lugar, no pueden marcharse al chalé que se están construyendo en la urbanización Eras de Renueva, en las afueras de León (sobre una parcela de setecientos metros), porque está inacabado.
En vista de ello, también se dijo que podrían irse a vivir de forma transitoria a un piso en el centro de la capital leonesa que está a nombre de Sonsoles, pero la realidad es que, a la hora de la verdad, parece que no existe una intención inmediata de dejar Madrid.
EL DESTINO DEL REFUGIO LEONÉS
La casa de León, que sólo contará con una planta, en vez de las dos previstas, reduciendo así el coste de las obras, va camino de convertirse en residencia de fin de semana.
Zapatero compró en 2008 esta parcela leonesa de 670 metros cuadrados, con edificabilidad máxima de 460 metros cuadrados en dos plantas y las obras comenzaron antes del verano. En contraste, las obras para habilitar la seguridad de la vivienda de Madrid se han iniciado esta semana a toda velocidad para que éste lista para la inmediata mudanza familiar.
UN PISO EN LAS ROZAS
Cuando accedió a la Secretaría General del PSOE en 2000, Zapatero compró un piso en Eurogar, una urbanización de Las Rozas donde también tenían casa otros dirigentes socialistas.
Allí vivió hasta su mudanza a La Moncloa en 2004, etapa en la que han trascendido dos operaciones inmobiliarias: la adquisición de un dúplex en Vera, en la costa almeriense (después ha sufrido la crisis inmobiliaria y lo ha vendido a menor precio del que pagó) y la compra de la parcela para el chalé de León.
Lo inesperado, después de todos esos movimientos, ha sido la «salida Somosaguas». Porque también se había dicho que los Rodríguez-Espinosa podrían utilizar en Madrid un pisito (de unos setenta metros cuadrados) que ella heredó en el barrio de Ópera.
Pese a lo privilegiado de la zona, una de las más caras de Madrid, no parece un reducto adecuado para los condicionantes (seguridad y oficina propia, de forma vitalicia) que acompañan a un ex jefe del Ejecutivo.
LAS CASAS DE LOS AZNAR
Menos dudas sobre cuál sería su hogar definitivo albergaron los Aznar Botella. Antes de Moncloa, habían vivido en un piso de unos doscientos metros cuadrados de la calle Diego Ayllón, junto a Arturo Soria, y tras el atentado de 1995, obligados por las circunstancias, se trasladaron a un chalé de alquiler en La Moraleja.
En 1999, durante la etapa presidencial, compraron por unos 600.000 euros un chalé en la urbanización Monte Alina, entre Boadilla del Monte y Pozuelo, donde ahora residen.
Es una vivienda de la promotora Levitt, conocida por sus inmuebles de alta gama, de estilo residencial norteamericano. Con sentido del ahorro, mientras no la ocuparon la tuvieron alquilada. Y actualmente también tienen casa de verano en Guadalmina (Marbella).
FELIPE Y SUS LÍOS
El caso de Felipe González es más complejo y condicionado por su separación de Carmen Romero.
Antes de llegar al poder (aún humeante la Transición) González vivía en un piso de la calle del Pez Volador, en el barrio de la Estrella, y, cuando dejó la Moncloa, se instaló en un chalé (mil metros de parcela y casi seiscientos construidos), también en Somosaguas.
Con la ruptura matrimonial, esa vivienda se la quedó su «ex», una circunstancia que al expresidente socialista le sirvió para esgrimir en una entrevista que la prueba de que no le interesa el dinero es que ni siquiera tiene casa propia.
Pero sí disfruta de una, y señorial; vive en un piso de la calle Velázquez propiedad de Pedro Trapote, cuñado de su actual pareja, Mar García Vaquero.
Además, se está construyendo un chalé junto al mar en Marruecos, donde goza de influencia y amistades.
Al final, mandan los deseos, pero también las circunstancias y ataduras propias del rango institucional, aun en calidad de «ex». Por eso Suárez se instaló en un chalé de La Florida y González y Aznar disponen de viviendas que les permiten recibir sin desdoro a invitados de relumbrón. Y Zapatero tendrá ocasión ahora de alternar con sus vecinos banqueros.
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