http://videos.libertaddigital.tv/2008-01-23/11m-la-sentencia-230108-9Qg5rff0ocQ.html
"No sé lo que se hizo con las pertenencias de las víctimas"
Preguntada qué hicieron con las pertenencias de las víctimas, Carmen Baladía sólo ha podido responder dónde las depositaron los médicos forenses: "en una gran bolsa de plástico" colocada "a los pies de cada mesa de autopsia". En los borradores, los forenses apuntaron los adornos que portaban las víctimas: cinturones, marcas de relojes, etc. Pero de esas bolsas "se hizo cargo la Policía Científica, de manera que no sé lo que se hizo con aquellas pertenencias". Sí consta en el sumario que centenares de efectos recogidos en los trenes fueron destruidos dos meses después del 11-M.
El bulo de los suicidas
Carmen Baladía se ha mostrado especialmente molesta con las informaciones que lanzó la SER horas después de la masacre comprobadas, según ellos, por tres fuentes distintas de la lucha antiterrorista. "Me indigna la información que se dio en su momento, y después de casi cuatro años me sigue indignando". La que fuera directora del Instituto Anatómico Forense ha explicado los pasos que precedieron a tener la certeza absoluta de que no había terroristas suicidas en los trenes:
- "Certeza moral: Es una convicción que viene a ser el resultado de la suma de una serie de datos objetivos y otros subjetivos valorada por el individuo en cuestión, en este caso por mí. La certeza moral la tuve en las primeras horas del día 12 de que no existían terroristas suicidas entre nuestros muertos y la tuve por cómo se habían ido desarrollando las autopsias en aquellas 12 horas, del cotejo que íbamos realizando entre las fichas pre-morten policiales y los resultados de nuestros estudios necróxicos. Y tuve esa certeza moral tras ver los resultados que iban arrojando las identificaciones dactiloscópicas".
- "Certeza legal: Es una verdad que sin ser absoluta es suficiente para administrar justicia porque hay toda una serie de datos objetivos que permiten crear una conclusión como definitiva basada en conocimientos, datos científicos y lógicos. Esa certeza legal la tuve el 13 de marzo".
- "Certeza absoluta: Es la verdad irrefutable. La tengo el día 17 de marzo".
A pesar de que ella era la jefa de los forenses y la que estuvo en todo momento presente en las labores de identificación, "nadie se puso en contacto conmigo". "Quien lanzó esa información mentía, y yo tengo conocimiento de que corría esa mentira el día 15 de marzo". "Lo dije en muchas ocasiones: no había ningún signo indiciario, ninguna huella, ninguna traza que nos hiciera pensar que entre nuestros muertos había terroristas suicidas". Después de casi cuatro años, Baladía no entiende qué intención tuvo la persona que dio esa falsa noticia. "En ningún momento, y no puedo comprender qué intención había para esa información, se pensó que podría haber terroristas suicidas".
"Ni clavos, ni tuercas, ni tornillos"
Pero lo más llamativo y que ha pasado desapercibido, sobre todo en el juicio ya que ninguno de los abogados defensores incidió sobre este asunto, fue el relativo a la metralla de origen terrorista. Este asunto es de capital importancia. En la sentencia se afirma que entre el explosivo hallado en la mochila de Vallecas y el de la Kangoo, el de Leganés, el de "Chinchón" y hasta el de los trenes hay un "enlace múltiple, unívoco preciso y directo". Sin embargo, en la bolsa de Vallecas, a la que el Tribunal dio carta de naturaleza, había gran cantidad de metralla: clavos, tornillos, etc. Diez mochilas como esa han segado la vida de 191 personas según la sentencia.
"¿En los cuerpos de las víctimas del 11-M había metralla, clavos, tornillos?", preguntó Luis del Pino a Baladía. "Nada, nada en absoluto. De los 191 cuerpos solamente creo que en uno se encontró un fragmento metálico, que debía ser, lógicamente, de los trenes. Pero ni clavos, ni tuercas, ni tornillos. No había metralla entre nuestros 191 muertos", contestó tajante.
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