ZAPATERO CONTINUARÁ EN LA NUBE

ESTO QUE PARECE UNA FRASE INOLVIDABLE DE ZAPATERO ES UNA VULGAR COPIA DE UNA GREGUERÍA DE RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

Zapatero continuará en la nube

JAVIER DYSART

Todo apunta a que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no tiene intenciones de abandonar la nube. La ha cogido gusto. Además, creo que hasta hace bien. Para qué coño se va a preocupar a estas alturas del concierto, con la banda desafinando, los músicos en desbandada, los atriles escasos, las partituras borrosas, el diapasón desbocado, y la batuta rapiñada. Por eso lo ha anunciado con la frase de Ramón Gómez de la Serna: "el mejor destino es el de supervisor de nubes acostado en una hamaca y mirando al cielo". Y eso es lo que seguirá haciendo Zapatero desde su lujoso chalet de León, mientras se inspira en las nubes y descansa su descanso sobre cómoda hamaca.

Además lo hará a pleno rendimiento. No va a tener el más mínimo obstáculo para recapacitar, desde su retiro contemplativo en el nuevo claustro-mansión, sobre las torpezas y tropelías del pasado. Durante el esforzado trabajo de supervisor de nubes, el señor Zapatero no va a pasar necesidades. En ningún momento sufrirá el agobio del embargo por no poder afrontar los pagos de la hipoteca, o la asfixia económica de fin de mes, o la caspa de un raquítico salario que te limita las necesidades sociales, o la desesperación desesperada del paro. El presidente del Gobierno, por el solo hecho de haberlo sido, ya ha resuelto su futuro. Desde el preciso momento que cese en el mandato, recibirá una pensión anual superior a los 70.000 euros. Esta graciosa bicoca por el cargo disfrutado se verá incrementada con otros 83.000 euros anuales, cuando pase a engrosar el asilo de los ‘paquidermos políticos’ como Consejero de Estado.

Por tanto ahora, con la pasta gansa asegurada de por vida, lo mejor que puede hacer el presidente Zapatero es seguir en las nubes. Se lo ha ganado con decisión, desaciertos y mucho, pero que mucho talante. No obstante considero que la inacción que provoca la horizontalidad de la hamaca flotando en la nube, llega a producir hastío y aturdimiento de ideas. Por lo tanto pienso que, durante estos últimos años, el señor Rodríguez Zapatero debería de haber abandonado la hamaca, las nubes y su contemplación y, como presidente del Gobierno de España, haber adoptado las medidas necesarias y racionales para evitar el desastre económico, laboral y social que ha fomentado desde la nube.

De haberlo hecho así, se habrían evitado parte de los desequilibrios desestabilizadores que nos oprimen por los cuatro costados. Con los pies puestos sobre la tierra, es muy posible qué habría reconocido el galopar de la crisis y sus futuras y negativas consecuencias. También se habría interesado en aprovechar la oportunidad de adoptar medidas para contener el paro y no llegar al preocupante registro que ahora tiene España. Seguro que también hubiera conseguido reducir el déficit cortando y controlando los millones de euros derrochados en absurdas subvenciones. De la misma forma, antes de lesionar los recursos de pensionistas, jubilados y funcionarios, seguro que habría elegido acabar con los despilfarros millonarios en proyectos utópicos como, por ejemplo, el de la ‘Alianza de Civilizaciones’.

Desde la tierra y sin nubes en el horizonte, el señor Zapatero quizás hubiese podido captar la irresponsabilidad que conllevaba la promesa a los catalanes de respetar en todo su nuevo Estatuto. Estoy igualmente seguro que, sin el más mínimo titubeo, hubiera también considerado el riesgo para la convivencia que suponía el proyecto de la ‘Memoria Histórico’, y le habría evitado. Viviendo sobre la tierra y lejos de la nube, se hubiera percatado sin dificultad del grave problema que ha supuesto el intento de amansar a ETA, negociando y haciendo indignas concesiones.

A pesar de todo…, seguro, seguro, que va a disfrutar de un retiro idílico a costa de nuestros impuestos. Son cosas de la política.