EL GOLPE DEL PSOE DEL 34
César Vidal explica por qué la izquierda no puede condenar "la rebelión de 36"
Federico y César aclaran cómo una liga de mujer da origen a la Orden más antigua de Inglaterra y explican por qué el golpe del 34 hiere de muerte a la República.
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ESRADIO 2011-11-07
Federico Jiménez Losantos y César Vidal responden a la preguntas de los oyentes. Esta semana Luis A. G.M. ha preguntado sobre "el origen de la frase Honi soit qui mal y pense que he leído en el bronce de algún cañón antiguo".
César Vidal ha explicado que esa frase "no sólo está en los cañones sino que también es la que suele aparecer en el escudo de Inglaterra, junto a una frase en francés, Dieu et mon droit, Dios y mi derecho". La frase Honi soit qui mal y pensé "es el emblema de la Orden de la Jarretera, máximo de los títulos nobiliarios en Inglaterra fundada en 1.348 y que tiene como miembro número 1.000 a Guillermo, nombrado recientemente por su abuela".
El origen de dicha Orden, según Vidal, "radica en los tiempos de Eduardo III como rey de Inglaterra". La historia es que "Eduardo III estaba bailando con la Condesa de Salisbury y a ésta se la cayó una liga (jarretera en inglés) de color azul". El suceso, prosigue César Vidal, "provocó las burlas de los asistentes y en el rey en un gesto de galantería recogió la liga y se la puso a la condesa añadiendo que se avergüence aquél que de esto piense mal, que hoy día es el lema de la Orden de la Jarretera".
Revolución del 34
La siguiente pregunta la plantea Antonio Vílchez acerca de la llamada Revolución de Asturias de 1934. César Vidal ha explicado que "la revolución de 1934 es fruto de un fenómeno terrible que se produce durante la II República, el intento de secuestro del régimen republicano".
Vidal ha recordado que "el republicanismo llega a España mediante un grupo de fuerzas con programas incompatibles que deciden derrocar a la monarquía con un golpe que fracasa pero que sin embargo triunfan el 14 abril de 1931". Además ha añadido que "en las primeras elecciones arrasan las fuerzas de izquierda, porque fueron unas elecciones muy poco limpias".
Sin embargo, "en cuanto se produce una reagrupación de las derechas en torno a la CEDA y hay elecciones en el 33, la victoria es aplastante desde el centro derecha del Partido Radical a la derecha a la CEDA". Vidal ha asegurado que "se tenía que dar el gobierno a Gil Robles, pero por ese intento de tener secuestrado el régimen republicano Alcalá Zamora decidió que el Gobierno lo formara el Partido Radical de Lerroux con un apoyo muy pequeño de la CEDA".
"Gil Robles estuvo soportando esa situación durante meses por la insistencia de que al no ser una de las fuerzas que provocó la caída de la monarquía no podía gobernar, lo que era muy discutible y poco democrático", ha subrayado el director de Es la Noche de César. No obstante, "el 1 de octubre Gil Robles exigió entrar en el Gobierno de Lerroux, no controlarlo pero sí tener representación, y de esa forma el 4 de octubre entran 3 ministros de la CEDA, eso sí, muy tibios".
Ese gesto "fue aprovechado por el PSOE y la Ezquerra para lanzar a su gente a la calle, aunque hay que decir que llevaban almacenando armas durante meses". César Vidal ha relatado cómo "el día 5 hay una campaña de prensa dirigida por el PSOE para justificar el golpe y el día 6 se produce una sublevación que fracasa porque la mayoría de la gente no está por la sublevación y porque el PSOE había utilizado sus contactos con la masonería para movilizar a los militares pero éstos no veían razones para echarse a la calle".
Sin embargo hay una excepción y el golpe tiene éxito en Asturias "donde se enquistó por varias razones: porque los alzados contaban con 30.000 mineros que se armaron en las fábricas de armas de Oviedo y de Trubia y porque tenían la idea de llegar hasta la cuenca de León y de ahí controlar el norte de España".
La respuesta, según Vidal, "del Gobierno fue muy clara, el 5 de octubre el ministro de la Guerra, Diego Hidalgo, nombró asesor al general Franco que ordenó inmediatamente que los legionarios y regulares desembarcasen en Gijón para que marcharan sobre Oviedo".
César Vidal ha dicho que "a esas alturas los alzados ya habían empezado a fusilar a religiosos: el día 7 de octubre todos los seminaristas de Oviedo, que eran 6, los pasaron por las armas incluyendo al más joven que tenía 16 años. La misma suerte corrieron los 8 hermanos de las escuelas cristianas y un padre pasionista". Es decir, "la idea era empezar a fusilar empresarios y religiosos y tomar las fábricas, algo que luego se extendió a toda España en julio del 36".
La revuelta dura hasta el 18 de octubre, dos semanas "en las que los resultados son tremendos:asesinaron entre 85 y 115 personas (28 religiosos, 43 militares y agentes del orden y 14 paisanos), las fuerzas gubernamentales dieron muerte a 88 personas, en combate murieron 256 militares y más 903 fueron heridos". En cuanto a los daños materiales, los alzados destruyeron "58 iglesias, 26 fábricas, 58 puentes, 63 edificios particulares, 730 edificios públicos, aparte de destrozos en 66 puntos del ferrocarril y 33 de las carreteras".
Cuando terminó la insurrección "se detuvo a 15.000 personas, la mayoría salieron en los siguientes meses, aunque quedaron algunos que excarceló el Frente Popular por el artículo 33 tras su victoria en febrero del 36". César recuerda cómo "la Pasionaria seguía en los 70 jactándose de cómo había agarrado un manojo de llaves y había puesto a todos los presos en la calle porque había querido, lo recordaba como el mejor momento de su vida".
La consecuencia de la revuelta para César Vidal es que "la república queda herida de muerte en el 34 y la izquierda organiza una campaña que determina finalmente una polarización que se verá en las elecciones del 36". Para Vidal, "octubre del 34 fue el prólogo de una guerra civil".
Como documentación, César Vidal ha recomendado el libro España del republicano Madariaga, exiliado durante el franquismo. "En su libro habla de la revuelta del 34 y hace un juicio muy ajustado a la realidad":
"El alzamiento de 1934 es imperdonable. La decisión presidencial de llamar al poder a la CEDA era inatacable, inevitable y hasta debida desde hacía ya tiempo. El argumento de que el señor Gil Robles intentaba destruir la Constitución para instaurar el fascismo era a la vez hipócrita y falso. Con la rebelión de 1934, la izquierda española perdió hasta la sombra de autoridad moral para condenar la rebelión de 1936".
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Makarboy dijo el día 7 de Noviembre de 2011 a las 16:02:52:
Hay un libro muy interesante del historiador Pío Moa donde en su tesis comenta los gritos que la izquierda pronunciaba allá por el año 1934 como : "Viva la Guerra Civil!' o 'Esto no hay quien lo pare' dichas por los socialistas y por Esquerra Republicana de Cataluña. El título de su tesis/libro es: '1934: Comienza la Guerra civil. El PSOE y la Ezquerra emprenden la contienda'
Junguer dijo el día 7 de Noviembre de 2011 a las 15:49:09:
Menudo elemento el tal Gil Robles...
A pesar de que Franco les salvó el cuello a el y a los suyos, en los años 60 ya iba reuniendose por ahí fuera de España, con los restos del PSOE para ver si podian echar a Franco con el apoyo de "los democratas" ingleses y franceses.Le salió el tiro por la culata.
Gil Robles representa esa derecha que a algunos se les hace tan dificil de entender(traidorzuelos y desagradecidos)
A pesar de que Franco les salvó el cuello a el y a los suyos, en los años 60 ya iba reuniendose por ahí fuera de España, con los restos del PSOE para ver si podian echar a Franco con el apoyo de "los democratas" ingleses y franceses.Le salió el tiro por la culata.
Gil Robles representa esa derecha que a algunos se les hace tan dificil de entender(traidorzuelos y desagradecidos)
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