OPTA POR LA PRIMERA OPCIÓN
Griñán, atrapado entre su oligarquía
y las bases del socialismo andaluz
José Antonio Griñán se niega a
acometer una renovación profunda
en el socialismo andaluz.
LIBERTAD DIGITAL 2011-11-23
La derrota profunda sufrida por los oligarcas del socialismo andaluz, desde Chaves a González, pasando por Guerra, el propio Griñán, Zarrías y demás miembros de la casta dominante en el PSOE andaluz desde 1977, no parece conducir a un cambio generacional ni a una renovación profunda de un discurso radical lejano a la socialdemocracia europea.
La necesidad de renovación del PSOE andaluz, de discurso y de maneras, imprescindible si quiere aguantar tras las próximas elecciones autonómicas, va a ser cercenada por una oligarquía aliada con José Antonio Griñán, que va a anteponer sus intereses de casta a los intereses generales de los socialistas andaluces.
Griñán ya parece haber pedido un pacto de no agresión a Manuel Chaves de quien ha ido separándose aceleradamente. Además, quiere convocar un acto de adhesión personal a su figura aunque conoce perfectamente la división interna existente en el socialismo andaluz, precisamente por su escaso liderazgo, su sobrevenimiento sin decisión propia de la militancia y su edad, que dice poco de la renovación en general del socialismo en Andalucía. Sólo había que ver los carteles electorales esenciales para comprender que si Griñán y Chaves tienen más de 65 años, Guerra superaba los 70 y Felipe González, condimento andaluz de las pasadas elecciones, también los ronda.
Pero tal estrategia no parece conducir de momento a la ansiada unidad del PSOE porque, por ejemplo, en Almería ya se afilan las navajas para rebanarle el cuello político a Juan Carlos Usero, que en la actualidad es portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de la capital, que fue candidato a la Alcaldía, y es secretario general municipal del PSOE. Su defenestración se urde vía congreso extraordinario.
Según Noticias de Almería, aunque la operación comenzó a gestarse antes de las elecciones generales, lo cierto es que al comprobar que sólo logró 17.474 votos en las municipales, y en estas, la lista del Congreso ha conseguido 26.202 votos, y que el senador electo Juan Carlos Pérez Navas ha logrado 24.833 sufragios, los tiempos se han acelerado.
Según ABC, los díscolos han empezado ya a tramar conspiraciones contra las cúpulas del PSOE de Málaga y Jaén, a los que responsabilizan de los malos resultados cosechados en las generales.
La dirección provincial liderada por Gaspar Zarrías apenas ha tardado un día en poner en funcionamiento la operación derribo contra la exalcaldesa de la capital y secretaria local, Carmen Peñalver, tras la tregua para no enturbiar la campaña. La ejecutiva zarriísta ha propuesto a Madrid constituir una gestora ignorando deliberadamente a Griñán y a su equipo. La propuesta de gestora es consecuencia de la dimisión de 30 de los 57 miembros de la ejecutiva municipal del PSOE a finales de agosto, dicen los socios de Zarrías en la operación.
Tampoco Cádiz se libra de la crisis si bien han logrado parar la disidencia interna de los más jóvenes a los que literalmente han seducido con honores y cargos. En Cádiz, manda, como desde hace 30 años, el clan de Alcalá comandado por Manuel Chaves y Luis Pizarro, aunque la cabeza visible sea Francisco González Cabaña. El descalabro electoral de Chaves en Cádiz, donde era cabeza de lista a lo que hay que sumar la pérdida de las grandes ciudades y de la Diputación, ya ha producido una inmensa inquietud en una base socialista acostumbrada a actitudes pastueñas a cambio de garantías laborales.
En Sevilla, donde dicen haber salvado los muebles, es donde más votos han perdido los socialistas andaluces en estas elecciones, más de 250.000. Aunque la apariencia de victoria ha retraído a los partidarios del cambio y la renovación, no tardará en abrirse paso una reflexión profunda sobre la corrupción inmisericorde de las etapas de Alfredo Sánchez Monteseirín, su cuñado, Luis Navarrete y el actual secretario provincial, José Antonio Viera, implicado en el caso de los ERE´s de manera evidente.
En Málaga, el sector crítico ya ha pedido la cabeza del actual secretario provincial, Miguel Ángel Heredia tras la ligera reflexión sobre los 132.000 votos perdidos en las urnas. El secretario provincial está obstruyendo todos los intentos de renovación. Frente a ello, se apela a la unidad del partido para afrontar los comicios andaluces y mantener el gobierno de la Junta. Incluso retomando el argumento griñaniano de que hay 38 provincias en las que el PSOE ha tenido peores resultados que Málaga y de que todas las circunscripciones andaluzas están por encima de la media nacional del partido en porcentaje de votos, los oligarcas malagueños acusan a Sevilla, como provincia que ha perdido más votos, a Cádiz por ser la peor parada porcentualmente y a Almería por sufrir la brecha más grave con el PP.
En Huelva, ya está en marcha la operación que pondrá a Mario Jiménez, actual portavoz de Griñán en el Parlamento, al frente absoluto del socialismo onubense sin haber hecho ni una sola autocrítica de su labor al frente de las elecciones perdidas. Su obsesión es colocar a su cuñado, Caraballo, al frente de la Diputación de Huelva, madre del poder provincial y ejercer progresivamente la presión sobre Griñán para la sucesión posible tras el desastre que anuncian los idus de marzo.
En Córdoba, ya hubo una primera crisis a cuenta de las relaciones entre la ministra Rosa Aguilar y las andanzas del empresario "Sandokán", implicado en la Operación Malaya, crisis que se saldó con algunas dimisiones y ceses. Luego, la ex ministra Carmen Calvo proclamó que ella o Aguilar, y resultó elegida la ex comunista. Por ello, Carmen Calvo, cuya reacción se esperaba tras la derrota de Aguilar en la ciudad califal, calificó ayer de "desastre" el batacazo del PSOE en las elecciones del domingo y ha advertido, sin más, a la ministra de Defensa en funciones, Carme Chacón, que antes de presentarse como candidata a la Secretaría General del partido debería analizar los resultados que ha obtenido el PSC.
También recordó, cómo no, que no quiso formar parte de la lista de PSOE en Córdoba, encabezada por Rosa Aguilar. "Me fui, no por nada personal, sino porque no quería compartir las listas con una persona que se había ido después de que la votaran los ciudadanos". "Es una cuestión de ética política, con un coste muy alto, por cierto, porque hoy podría tener un escaño por mi tierra", amartilló.
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Tambièn recordó, cómo no, que no quiso formar parte de la lista de PSOE en Córdoba, encabezada por Rosa Aguilar. "Me fui, no por nada personal, sino porque no quería compartir las listas con una persona que se había ido después de que la votaran los ciudadanos". "Es una cuestión de ética política, con un coste muy alto, por cierto, porque hoy podría tener un escaño por mi tierra", amartilló.
Tambièn recordó, cómo no, que no quiso formar parte de la lista de PSOE en Córdoba, encabezada por Rosa Aguilar. "Me fui, no por nada personal, sino porque no quería compartir las listas con una persona que se había ido después de que la votaran los ciudadanos". "Es una cuestión de ética política, con un coste muy alto, por cierto, porque hoy podría tener un escaño por mi tierra", amartilló.
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