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EL NÚMERO 1 SE MERECÍA MÁS RESPETO
Juan Mora | 07/09/2008
Me parece que a los tenistas no se les tiene muy en consideración.
Yo creo que sus jugadores son los únicos deportistas profesionales que tragan carros y carretas.
Recientemente hemos visto en los Juegos Olímpicos cómo un partido acababa pasadas las ¡tres y media de la madrugada! hora local, es decir la de los propios jugadores, que un poco más y les amanece en la pista.
Y a Nadal y Federer jugar este verano una final de Wimbledon nada menos que se alargó durante ¡siete horas!
De acuerdo que será por culpa de la meteorología adversa, pero todo tiene un límite.
Mas como nadie se lo pone y ningún jugador se planta, pues pasa lo que sucedió ayer en el US Open: un despropósito que acabó perjudicando al mismísimo número uno.
"Oiga, no,
que en vez de jugar a las once de la mañana (hora local)
lo va a hacer mejor a las dos,
que es mejor para la televisión".
"Bueeeno", dice Nadal.
"Oiga, que se vaya preparando para jugar, que empieza a las doce".
"Pero si está jugando Federer,
¿cómo voy a salir yo?",
contesta Nadal.
"Bueno, no,
es que usted va a jugar en la pista número dos".
Nadal se empieza a enfadar:
"Pero si el número uno soy yo, un respeto".
"Ya, pero es que viene la cola del huracán".
Así que deprisa y corriendo sale Nadal,
pierde un set,
luego otro
y cuando por fin se concentra llega el huracán.
Partido suspendido.
Pues esto no es serio.
Y menos cuando el perjudicado ha sido el número uno del mundo.
Pero no porque sea Nadal,
es porque los tenistas no mandan un pimiento.
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