miércoles, 7 de diciembre de 2011

LA VERDAD SOBRE 2012 HOLLYWOOD versus HUMANIDAD

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Si usted aun no se ha enterado de las muy sonadas “profecías” sobre el año 2012, pronto se enterará. ¿Será posible hallar la verdad en medio de este circo que nos presenta el cine?

Por Wallace G. Smith

¿Qué tiene Hollywood contra el planeta Tierra?

Sea el tema del recalentamiento mundial en películas como El día después de mañana, o de meteoritos gigantescos que se estrellan contra la Tierra en películas como Armagedón e Impacto profundo, los productores y directores de cine ¡parecen tenerle antipatía al planeta Tierra y a sus habitantes! No hay duda de que las escenas de destrucción masiva, perfeccionadas por la tecnología digital, resultan muy lucrativas.

En noviembre de 2009 se sumó otro ejemplar a esta categoría cinematográfica: la obra épica de Roland Emmerlich titulada2012. Esta película, que tiene por tema "el fin del mundo", asalta los sentidos del espectador con escenas de destrucción inimaginable, mientras el público observa cómo los humanos, impotentes para ayudarse, luchan por sobrevivir. Mediante el uso de efectos digitales de avanzada tecnología, la película ofrece escenas aterradoras de erupciones volcánicas asoladoras, actividad sísmica sin precedentes (¡con ciudades enteras que se derrumban dentro de un mar que se las traga!) y tsunamis sorprendentemente realistas de altura inimaginable, superior aun a los picos montañosos más altos del mundo.

Pero detrás de todas aquellas gráficas de computadora, la película 2012 tiene sus raíces en un fenómeno muy real en nuestro mundo: la histeria creciente que rodea el año 2012, específicamente la fecha del 21 de diciembre de 2012. Un creciente número de pronosticadores están vaticinando la destrucción cataclísmica de la Tierra en esa fecha… mientras que en el otro extremo hay quienes prevén los albores de una “Nueva Era” dorada para la Tierra y sus habitantes.

Aunque parezca increíble, millones de personas parecen tomar estos vaticinios en serio. Hay gente y grupos de naciones de todo el mundo que están almacenando comida y suministros —hasta el punto de sacar sus ahorros de toda la vida para comprar tierra en lo alto de montañas lejanas— todo esto como "preparativos" para los sucesos trascendentales que prevén para diciembre de 2012.

¿Qué hay detrás de este "frenesí del 2012"? ¿Por qué creen tantos que el 21 de diciembre de 2012 será el fin del mundo? ¿Y cómo deben reaccionar los cristianos ante esas predicciones? ¿Hay alguna manera de realmente saber qué traerá el futuro?

¿Por qué el 21 de diciembre de 2012?

Para entender por qué tantos le dan importancia a la fecha del 21 de diciembre de 2012, tenemos que mirar la antigua civilización maya, una cultura que floreció por algún tiempo en la región central de América (parte de México y Guatemala).

Los mayas tenían varios calendarios para llevar la cuenta de los ciclos cronológicos. Uno de ellos, denominado el calendario de “cuenta larga", señala los días que han transcurrido a partir de la mítica fecha de la creación según los mayas en agosto del año 3114 antes de Cristo. Según este calendario de cuenta larga, el 21 de diciembre de 2012 señala el fin de una era de 5100 años.

Dentro de la cultura popular, muchos han interpretado esta fecha como el “final” del calendario maya. Pero allí termina la lección de historia ¡y empiezan las fantasías modernas relativas a la “Nueva Era”! Es así como el año 2012 se ha convertido en el punto focal adoptado por un extraordinario zoológico de mensajes ocultistas o astrológicos de la Nueva Era sobre lo que vendrá en los próximos días.

Para muchos, 2012 es el "fin del mundo"… pero cómo terminaría, o qué significaría ese fin, depende de quién habla. Unos predicen que en aquel año habrá una inundación mundial devastadora (contradiciendo Génesis 9:11–17). Otros esperan una tremenda perturbación del campo magnético de la Tierra. Hay incluso quienes vaticinan que el propio planeta dará un vuelco en el espacio, invirtiendo repentinamente sus polos o rotando en dirección contraria. Y otros ven erupciones solares que desfigurarían la superficie terrestre, o bien fuerzas provenientes de una extraña “alineación galáctica" que harían estragos en nuestro planeta.

Otro grupo de adeptos al 2012 creen fervorosamente que los gobiernos y científicos del mundo están ocultando información sobre un planeta o una estrella pequeña que va a chocar, o casi chocar, con la tierra en 2012: ¡toda una conspiración de proporciones inexplicables!

En la Universidad de Cornell, una estudiante de posgrado en astronomía, Ann Martin, dice que muchas personas sienten temor. "‘Es lamentable que recibamos correos electrónicos de niños de cuarto grado que dicen que son demasiado jóvenes para morir’, dijo la Srta. Martin. ‘Hubo una madre de dos niños pequeños que se lamentaba porque no vería a sus hijos llegar a la edad adulta" (Associated Press, 11 de octubre de 2009).

Al mismo tiempo, en el otro extremo del frenesí del 2012, hay quienes esperan que el 21 de diciembre de 2012 comience una "evolución" de la humanidad: una nueva era de paz, amor y felicidad que será nada menos que la “Era de Acuario” de la cual se cantó en la obra Hair, una comedia musical sobre la contra-cultura hippie. Esta nueva era de ilustración incluiría, según a quién preguntemos, contacto con seres extraterrestres, inteligencias extra-dimensionales o la aceptación en amplia escala de drogas psicoactivas o alucinógenas como parte de la “alineación galáctica” esperada.

Tal parece que, cualquiera que sea nuestra idea sobre el futuro de la humanidad —muerte, destrucción, drogas o liberación— ¡la fecha para marcar en el calendario es el 21 de diciembre de 2012!

Considere la fuente

Ante una variedad tan desconcertante de predicciones, es comprensible que muchos se detengan a preguntar: "¿Pero de dónde salieron todas estas ideas?"

Curiosamente, aunque estas ideas suelen relacionarse con los mayas, aquella antigua cultura ¡nunca profetizó tal cosa! El Dr. Stephen Houston, antropólogo de la Universidad de Brown en los Estados Unidos y especialista en jeroglíficos mayas, observó: "Estas profecías de muerte y fatalidad realmente carecen de toda base en lo que sabemos sobre los mayas… las descripciones mayas apenas hablan de este suceso" (ABC News, “¿Terminará el mundo en 2012?", 3 de julio de 2008).

Mucho más cínica fue la opinión expresada por la Dra. Sandra Noble, directora ejecutiva de la Fundación para el Avance de los Estudios Mesoamericanos en la Florida. Al respecto, la revista USA Today informó el 27 de marzo de 2007: "Considerar el 21 de diciembre de 2012 como el fin del mundo o como un momento de trastorno cósmico, dice ella, es ‘una fabricación total y una gran oportunidad para mucha gente de ganar dinero’" ("¿Predice el calendario maya un Apocalipsis en 2012?").

Efectivamente, la histeria que rodea el año 2012 es un fenómeno moderno ¡originado en el movimiento Nueva Era!

Entre las personas que popularizaron el fervor cuasi religioso del 2012, muchas de las más influyentes han reconocido abiertamente que sus ideas les llegaron por medio de drogas alucinógenas y psicodélicas como la dimetiltriptamina, o DMT. Esos individuos aseguran que el uso de la droga les permite alcanzar estados de "conciencia iluminada" y "visión de chamán", con los cuales pueden hablar con extraños seres extra-dimensionales y recibir de ellos conocimientos. Muchos de los que se sienten fascinados por la idea de sucesos que alterarían al mundo en el año 2012, desconocen las “narco fuentes” de la información que tienen.

Aun la tal teoría de la “alineación galáctica", por científica que suene, está llena de fallas. Robert Bonadurer, director del Planetario Daniel M. Soref en el Museo Público de Milwaukee, ha afirmado claramente que no habrá tal alineación en la fecha citada ("¿Predijeron los antiguos mayas el fin del mundo?" Milwaukee Journal Sentinel, 18 de abril de 2009).

Bien entendido, la llamada "alineación galáctica" no es un concepto científico producto de conocimientos de la física o la astronomía, sino una superstición que pertenece al ámbito de la astrología —aquel aspecto de lo oculto que cree que la ubicación de los astros puede influir de modo poderoso e invisible en el destino de los habitantes de la Tierra.

Como vemos, cuando colocamos el fenómeno 2012 "bajo el microscopio", este revela sus verdaderos orígenes con inquietante claridad: astrología y ocultismo, consumo de drogas psicodélicas y chamanismo, espiritualismo y fenómenos de “mediumnidad”, y además, el simple afán de lucro de parte de quienes saben aprovechar la credulidad de las masas.

Una evaluación cristiana

Ante aseveraciones tan descabelladas, el verdadero cristiano debe aplicar el mandato bíblico: "Examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Tesalonicenses 5:21). Los argumentos sobre el 21 de diciembre de 2012 y las fuentes de donde salen, ¿resisten las pruebas de las Sagradas Escrituras? ¿Creerá y obedecerá usted a la Biblia?

En cuanto al recurso de la astrología y las alineaciones celestiales para adivinar el futuro, la Biblia es muy clara: "Así dijo el Eterno: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman" (Jeremías10:2). Es muy clara la orden para los cristianos: ¡que eviten la práctica y las predicciones de la astrología!

¿Encontramos en la Biblia palabras que condenan el consumo de drogas psicodélicas y alucinógenas? ¡Sí! Muchos no se dan cuenta de que las narco-prácticas de los “chamanes” modernos, así como los intentos por comunicarse con “seres extra-dimensionales", tienen miles de años de antigüedad. La Biblia se refiere a tales prácticas con términos como adivinación, agorero, sortílego, hechicero, encantadores, y ¡Dios pronuncia su condena absoluta de todas estas cosas como abominaciones (Deuteronomio 18:10–12; Levítico 19:31; Levítico 20:27)!

La verdad es que ¡no hay motivo alguno para que el creyente en el Dios de la Biblia se deje arrastrar por la corriente histérica sobre el año 2012!

Entonces, ¿qué traerá el futuro?

Sin embargo, aun el observador más casual puede ver claramente que estamos viviendoen tiempos únicos. Para los que esperan el regreso inminente de Jesucristo, estos días son más que especiales… ¡son proféticos!

En los últimos años hemos visto la economía mundial tambalearse al borde del caos, al terrorismo alcanzar proporciones horrendas y la confusión apoderarse del ámbito político. Los sistemas meteorológicos parecen tornarse cada vez más violentos y las catástrofes naturales más terribles. La nación más poderosa del mundo, los antes “invulnerables” Estados Unidos, ha sido humillada como nunca antes. Naciones inestables y villanas parecen empeñadas en obtener armas nucleares, ¡y el mundo parece estar al borde de cambios sin precedentes!

¿Hay alguna manera de saber lo que realmente nos espera? ¿Hay alguna guía fidedigna, probada, que nos diga lo que el futuro nos depara y qué medidas podemos tomar por el bien nuestro y el de nuestros familiares y seres queridos?

¡Sí, la hay!

Dios nos dice claramente: "Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios?" (Isaías 8:19). Sí, debemos buscar la sabiduría de nuestro Creador, ¡no de los “profetas de la Nueva Era”!

El único que puede decir lo que nos depara el futuro ¡es Dios Todopoderoso! "Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero" (Isaías 46:9–10).

Sí, Dios revela el futuro a quienes están dispuestos a escuchar. Lo que Él revela está expuesto en las páginas de la Biblia.

¡La palabra de Dios revela que en los próximos años caerán sobre nuestro planeta calamidades increíbles! En particular, la Biblia advierte que los Estados Unidos y Gran Bretaña sufrirán una terrible destrucción, que culminará ¡con el colapsototal de estas naciones como potencias mundiales! Habla también de guerra, la cual estallará entre un superestado de naciones europeas encabezadas por Alemania contra países hacia el sur y el oriente. Pero al mismo tiempo, la profecía bíblica nosgarantiza que el mundo no terminará en 2012, y que tampoco empezará una nueva era mundial de paz, prosperidad y felicidad. Las Sagradas Escrituras presentan detalles sobre acontecimientos muy fuertes y de impacto destructor que ocurrirán durante los tres años y medio anteriores al regreso de Cristo. En noviembre de 2009 tales sucesos no habían comenzado. Por tanto, podemos estar seguros de que el regreso de Cristo no será en diciembre de 2012 ni antes de esa fecha.

Ahora bien, cualquiera de nosotros puede morir en cualquier momento, y así nuestro "fin del mundo" personal llegaría mucho antes del regreso de Cristo. Esto significa que debemos vivir hoy ¡como si Jesucristo fuese a juzgarnos esta noche!

¿Qué dice, pues, la Biblia sobre lo que ocurrirá en los próximos años? La Biblia revela que el mundo sí será sacudido por ciertos acontecimientos… ¡quizá incluso antes del año 2012!

Las Sagradas Escrituras hablan de catástrofes naturales —y desastres sobrenaturales— ¡a una escala y de un alcance terrible! Describiendo los tiempos del fin a sus discípulos, Jesús dijo: "Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo" (Lucas 21:10–11). Estos hechos afectarán a todas las naciones¡a una escala nunca antes vista en la tierra! Más adelante en el mismo capítulo, Cristo advirtió que "habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas" (vs.25–26). Estas no serán “señales” ni “alineamientos” astrológicos sino hechos reales que conmoverán los cielos y la Tierra (ver Apocalipsis 6, 8). La gente se morirá de sustoante los acontecimientos que vienen, ¡y que están descritos en el libro de Apocalipsis así como en muchas profecías del Antiguo Testamento!

Al contrario de aquellas “profecías” borrosas relacionadas con el fenómeno híper-publicitado de 2012, la Biblia describe en términos específicos los hechos futuros a los cuales debemos estar atentos. Por ejemplo, la palabra de Dios advierte contra un engaño religioso mundial —que en parte ya está en acción— y el auge de un falso profeta obrador de milagros (2 Tesalonicenses 2:7–12, Apocalipsis 13:11–15). Habla de una potencia militar y económica que surgirá en Europa y que, encabezada por una Alemania poderosa, llegará a dominar al mundo y será diferente de todo imperio que el mundo haya visto (Apocalipsis 13:1–4). También nos dice que estemos atentos a un grupo de naciones árabes que alcanzarán una unidad que hasta entonces las habrá evadido (Salmo 83:4–7).

Mientras tanto, y en contraste con el vago sentimiento de que "algo va a pasar" que acompaña la histeria del 2012, hay muchos detalles poderosos y específicos que se exponen en las Sagradas Escrituras: acontecimientos a los que debemos prestar atención antes que Jesucristo regrese a establecer su reino de pazy podersobre las naciones. ¿Se despertará el mundo y prestará atención? ¿Lo hará usted?

¡Lo que usted debe hacer!

Uno de los mayores engaños impuestos por la amplia colección de predicciones sobre el año 2012 es la idea de que la “cita de la humanidad con el destino" es simplemente eso: una fecha esencialmente arbitraria.
Sin embargo, la Biblia explica que los futuros sucesos cataclísmicos ocurrirán
no a causa de una fecha aparentemente caprichosa en un calendario sino por el ánimo pecaminoso y testarudo de los humanos y su renuencia a someterse a Dios Todopoderoso.

Esos sucesos van a ocurrir por causa de las naciones impenitentes —naciones que han recibido bendiciones extraordinarias de parte de un Dios amoroso y misericordioso que es fiel a sus promesas— naciones que no le responden con agradecimiento ni obediencia y que persisten en despreciar a su propio Creador. ¡No se trata de una simple “casualidad caprichosa” ni una “coincidencia cósmica”! Dios nos recuerda: "¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual el Eterno no haya hecho?" (Amós 3:6).

Dios no se relaciona con nosotros por medio de un arreglo celestial de los planetas o estrellas que nosotros no podemos evitar. Dios le da a cada uno de nosotros la opción. Podemos arrepentirnos: es decir, que podemos leer la palabra de Dios, aprender sus caminos —que Él mandó por nuestro bien— y podemos cambiar nuestra propia vida. Olvídese de los “adeptos al 2012" que buscan terreno para comprar en lo alto de las montañas o que están acaparando oro y armas de fuego. La Biblia dice en muchos pasajes que esos modos de proceder ¡sencillamente no funcionan (ver Ezequiel 7:14–19)!

En vez de todo aquello, atendamos a las palabras de Jesucristo: "Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre" (Lucas 21:34–36).

Para los que se arrepienten —los que se muestran dispuestos a buscar en la palabra de Dios, a leer lo que ella dice y a ponerla en prácticaen su vida— Dios ofrece protección contra los tiempos terribles que se avecinan. Si usted toma aquella decisión —decisión que le cambiará la vida— las muchas calamidades venideras que la Biblia ha profetizado se convertirán para usted en señales de gran esperanza. Como dice Cristo en Lucas 21:28, "Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca".

Sí, estos acontecimientos de la profecía tienen un fin—un propósito. ¡Jesucristo va a regresar pronto! Luego de quebrantar la resistencia de una humanidad rebelde y testaruda, Él dará comienzo al Reino de Dios, un período de felicidad, abundancia y paz ¡algo que la humanidad nunca ha conocido! Los humanos aprenderán a vivir del modo que Dios manda, dentro de una relación de intimidad con su propio Creador. ¿Y qué les pasará a los que, en esta vida y en estos días, aprendan a obedecer a su Creador y a guardar sus mandamientos dentro de un mundo que aborreció esos mandamientos? Estos reinarán junto con Jesucristo, trabajarán bajo Él para instruir al mundo, en gloria y poder ¡como nadie podría imaginarse en un millar de vidas!

Esta es la verdad—¡y ella ofrece muchísima más esperanza que una fecha cualquiera hallada en un polvoriento calendario antiguo

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