sábado, 27 de julio de 2013

FÚTBOL: RAMI ROBÓ EL ÚLTIMO SAQUE DE BANDA, QUE ERA DEL VALADOLID, ANTE LA PASIVIDAD DEL ÁRBITRO Y GANÓ EL VALENCIA


Ganó el Valencia,
ante la pasividad del arbitro
los linieres,
el cuarto árbitro
y los árbitros del fondo
Y la FEF
Y el CNA
Y la UEFA
Y la FIFA

ESTO NO ES ROZAR EL RIDÍCULO, ES HACER EL RIDÍCULO COMPLETO
pero todos ellos

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  1. Rami 'robó' el último saque de banda - MARCA.com

    www.marca.com/2013/04/08/.../1365373942.html
    08/04/2013
    Le correspondía sacar al Valladolid y la jugada terminó en elgol de la victoria ... jugada del gol del Valencia ...
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http://realvalladolid.elnortedecastilla.es/noticias/2013-04-07/valladolid-recupera-juego-para-201304072315.html
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E. DE LA PISA | VALLADOLID.-
El maldito último minuto dejó de nuevo al Valladolid sin premio. Como ya sucediera ante el Levante o ante el Betis, los últimos 180 segundos del encuentro resultaron letales. Pero el gol no debe ocultar que el equipo recuperó algunas de las virtudes que se había ganado en la primera vuelta del campeonato, y que parecían perdidas y lejanas en los últimos encuentros. El Valladolid, pese a una primera parte discreta, fue capaz de sacar la competitividad en la segunda mitad. Y eso que desde el minuto 55 jugó con un jugador menos. Pero el obstáculo fue el acicate que necesitaba el equipo para sobreponerse. El descenso se queda ahora a 9 puntos pero, paradojas del fútbol, por el fútbol desplegado en Mestalla parece más lejano que hace una semana
Porque a pesar de que la primera mitad dejó más de lo mismo en el Valladolid. Los cambios de hombres, de posición o de tareas no tuvieron influencia alguna en el desarrollo del juego. Al menos en lo positivo. Rubio y Rueda, en paralelo casi siempre, ni frenaban la creación del Valencia ni se situaban en lugares adecuados para cazar los rechaces de las segundas jugadas. Larsson y Manucho se juntaban demasiado y ayudaban a la defensa, Omar seguía tomando la decisión errónea y Óscar... Óscar iba de un lado para otro dejando cierta sensación de hastío.
De esta manera, el Valencia gobernó el partido con total tranquilidad. Ya fuera por las bandas, ya fuera por dentro, a los de Valverde les costaba muy poquito poner el balón en las inmediaciones del área de Dani. En una de esas contras el venezolano le sacó el balón a Canales, que itnentó picarlo por encima del cancerbero. Era el enésimo aviso, y con él el Pucela pareció despertarse algo. Se desperezó como el dormilón que comprende que ha de estirarse si quiere conseguir el condumio diario, para comprender enseguida qwue no, que no iba a merecer la pena el esfuerzo y que mejor volver a vegetar. Y claro, un corner, un rebote, la mala suerte y que la abuela fuma, y gol de Balenziaga en propia puerta. Ale, a remar tocan.
Pero la segunda mitad asistió al resurgir pucelano y al apoquinamiento levantino. Confiados en una contra o superados por el despliegue de los rivales, los de Valverde se fueron hacia atrás y los de Djukic empezaron a controlar y a barir el juego hacia las bandas. El equipo, en 10 minutos, llegó más que en toda la priemra mitad. Guaita le sacó un balón de gol a Omar, y el empate sobrevolaba el campo. Y eso a pesar de que una pérdida ridícula de Rueda propició que Soldado se qeudara solo en el área. Sereno le derribó. Penalti, expulsión y parada de Dani para mantener vivo al equipo. Y ahí empezó a cambiar de verdad todo.
El Valladolid empezó a crecer a raiz de la parada del venezolano. Sastre entró por Omar, Balenziaga se quedó con toda la banda izquierda, Larsson se fue a la derecha y Óscar ocupó el centro. Y el Pucela carburó y se merendó a los locales. Hasta el punto de que en el 70 un centro de Rukavina, rasito y medido, lo puso con un toque Óscar en la escuadra de la meta de Guaita.
Logrado el empate el Valladolid siguió a lo suyo. Con Rueda y Valiente más centrados, el equipo apenas pasó apuros. Los centros laterales eran cómodos para Dani y los defensores, y solo algo raro podía cambiar el signo del encuentro. Y apareció la rareza. Un extraño saque de banda sacado por el Valencia cuando el árbitro se lo había dado al Valladolid, un balón al espacio, un balón al primer palo y un remate inapelable de Jonas, el jugador que no había aparecido en todo el encuentro. Las injustas cosas del fútbol.
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