-
-
Cortoletraje
Introito
La Memoria Histórica oficial ha mantenido en el olvido la mina romana de Las Cabezuelas, en el pueblo toledano de Camuñas.
Entre julio de 1936 y principios de 1939, ese pozo de más de 20 metros de profundidad se convirtió en un gigantesco cementerio para el bando nacional.
La versión más probable es que entre 5.000 y 6.000 cuerpos de víctimas de la represión republicana estén allí. Ahora, la Iglesia ha emprendido una operación para recuperar los restos. En la imagen, Amador Rodríguez de Tembleque, junto al pozo de la mina en la que su tío fue asesinado.
http://www.plataforma2003.org/memoriahistorica/la_mina_cabezuelas.htm
Setenta y tres años después, Jesús, «el cangrena», lo cuenta como si hubiera ocurrido ayer mismo.
Como si, en lugar de estar sentado en el salón de su casa, al abrigo de sus 84 delicados años, de sus problemas de huesos y de este ventoso viernes de enero, siguiera aún atrapado en aquel sofocante día de agosto del 36, en la carretera que lleva a Manzanares, ayudando a los hombres del pueblo a bachear el camino.
Justo aquella jornada en la que apareció el camión. -¿Esta vereda va a la carretera general que lleva a Madrid?, preguntó uno de los milicianos cuando bajó del vehículo.
«Y yo, mire "usté", era un "vacín" de 11 años, y tenía mi curiosidad. Mientras los hombres le indicaban el camino me engarabité a la rueda del camión.
Alcé la lona y ví a mucha gente "matá".
Lleno, lleno.
Habría 40 o 50 cadáveres, qué se yo. Bajé al suelo y en cuanto se fue el camión me puse a llorar».
Lo vuelve a hacer ahora, como un niño. 72 años después. «¿"Usté" cree que hay derecho a que un chico de 11 años vea eso? -pregunta al periodista-.
Y así no lo hubiera visto. No "me se" olvida. Lo tengo metido aquí». El dedo índice apunta su sien.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario