domingo, 29 de marzo de 2009

SOBRE SOLBES: UN COMENTARIO QUE VALE POR MIL Y NO POR LO GORDO Y GRANDE

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DICE EL COMENTARIO: literal
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Mejor frase del comentario:
DENTRO DE UN AÑO LAS PATERAS QUE VENGAN SE LLEVARÁN DE VUELTA A ALGUNOS DE NOSOTROS.
Dice de los españoles, o sea que estaremos peor que ellos, es decir los que hasta ahora vienen
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Bocanera dijo el día 4 de Abril de 2009 a las 21:33:28:

Aclarémonos, Sr. Solbes: Ya sabemos que nuestra economía no es como la suya, en la que entran 12.000 euros al mes.

Así, también nosotros echaríamos cabezaditas en nuestro puesto de trabajo.

No estamos en la peor situación de Europa hoy,
pero dentro de un año,
las pateras que llegan nos llevarán a muchos de nosotros de vuelta.

Deberíamos tocar fondo en el tercer o cuarto trimestre,
pero
¿Cuándo llegaremos definitivamente?,
y sobre todo,
¿a qué año se refiere?

Y por último, sobre los planes de impulso puestos en marcha por el gobierno,
“el hecho de que los datos (de empleo y crecimiento) sean negativos no quiere decir que sin esos programas hubiesen sido mejores”.

Chapó, me descubro ante usted.

La habilidad de su partido para manipular la información, es directamente proporcional al coeficiente de inteligencia de quien les cree.

Aquí también podríamos decir que la masacre del 11-M no justificaba un cambio de gobierno tan drástico,
que devolviese el poder a los chorizos de la época de la dictadura,
y añadiendo a la triste lista de víctimas, los parados que diariamente se apuntan en la de desempleo,
sin que se vea un final a medio plazo.

Esta vez sí que nos la han metido por la “puerta de atrás”, porque al final,
pues mira,
se dice que la democracia es el sistema político menos malo,
y si hay que montar un circo para mantener las apariencias,
cualquier español se puede montar en el carro y vivir del espectáculo.

Pero ya ve lo que pasa cuando las cosas se ponen feas: como son unos inútiles metidos en política porque no valían para otra cosa,
EE.UU. estornuda,
llega el virus aquí y les provoca tal diarrea –al estilo plan E-,
que no tan solo dejará las arcas del Estado endeudadas por tropecientos años,
sino que nos dejarán a nosotros pedorreando,
porque el presupuesto no dará más que para comer fabada asturiana,
y eso los que tengan esta suerte y no deban entretener el estómago con cantos rodados,
de fácil digestión y expulsión.

Pero bueno, como sabemos que la edad mental de muchos españoles aún no ha abandonado la niñez,
no nos hagan la putada de añadir el gasto de unas elecciones generales anticipadas, a no ser que nos prometan un puesto de funcionario a todos, en cuyo caso pueden ahorrarse la molestia de sufrir el “baño de sudores” de los mítines,
porque les votará hasta la ultra derecha.

Ahora que lo pienso, no es una idea descabellada.

Deje que haga unas cuentas:
ya hay, pongamos,
4 millones de funcionarios.
Si estabilizamos el empleo en 20 millones,
y que la mitad que trabajan mantengan a los que no,
con 16 millones a 1.000 euros,
con 16.000 millones al mes,
todos contentos.

Si en lugar de inyectar dinero inútil a los bancos, dejamos que se ahoguen en su propia mierda, y la hipoteca que pagamos, nos la descuentan del sueldo.

Si calculamos 10 millones de hipotecas a 500 euros, de los 16.000 millones restamos 5.000 y solo quedan once mil.

El millón y medio de viviendas que ahora están o estarán en el mercado, como son de las entidades que habrán desaparecido, se las queda el Estado y también pueden venderse a 500 euros el mes, y otros 750 millones menos.

Total, que con 10.000 millones al mes, tienen los estómagos más agradecidos del mundo mundial. Pero no se asuste, porque año tras año el recibo mensual se iría reduciendo:
como el sueldo daría justo para sobrevivir, no habría para caprichos y la deflación sería imparable.

A medida que fuesen bajando los precios, lo harían en la misma proporción los salarios,
hasta que nuestra mano de obra volviese a poder competir hasta con los chinos.

Volverían las multinacionales, exportaríamos hasta las chapas de la coca cola,
y la prosperidad nos alumbraría.

En fin, esto parece más un testamento que un comentario.

Pido perdón a quien tenga humor de leerlo, pero como aquí parece que hay más inteligencia que en la calle,
igual no sería una mala cosa que en lugar de estar todo el día pataleando,
hacer lo que se denomina “lluvia de ideas”,
porque por muy descabelladas que sean,
no lo serán más que las del gobierno.

No, no es momento de dejarlos solos.

Ahora sí que es la hora de que vayamos todos a una:
Que la oposición se cambie el chip y se ponga el de la colaboración, nos tapamos todos la nariz, y “palante”.

Ideas, amigos, ideas.

O eso, o el que suscribe pronto lo hará desde un emirato árabe,
porque aunque tenga que ganarme la vida limpiando las tazas de los váteres de una mezquita y arrodillándome cinco veces al día en dirección a la Meca, allí solo serán 5,
pero aquí me tocará estarlo todo el día, y encima compitiendo con el resto de mendigos que lucharán encarnizadamente para tener el mejor sitio a las puertas del Congreso,
para que cuando salgan nuestros “padres” a tomarse un whisky o a comer al restaurante de moda,
les demos un poco de lástima y nos echen alguna monedilla para comprarnos un chicle y una bolsa de patatilla que podamos llevarnos a la boca en algún túnel del metro en desuso.

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