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Cortoletraje
topfran dijo el día 21 de Marzo de 2009 a las 15:29:14:
En ese grupo de páginas viene lo del pepinazo con un rocket o un SAM-7.
Militares, ¿cómo podéis soportar poneros a las órdenes de una separatista que siente odio visceral hacia lo que vosotros, se supone, tenéis que defender hasta la última gota de vuestra sangre?
Bueno, vosotros los uniformados y todos los que amamos a nuestra Patria, lo que, aunque algunos lo ignoren o no se lo crean, es de las pocas cosas que son deber y derecho al mismo tiempo. Yo, al menos, juré eso el 12 de junio de 1.982.
Y mantengo mi juramento sin ser uniformado, juramento solemne de lealtad a la Patria por encima de todo.
Repito, DE TODO.
Yo no lo soportaría.
Si mi padre escupiese a mi madre, como mínimo y a Dios gracias, le echaría de casa.
Eso como mínimo.
¿Podemos confiar la seguridad de la Patria, su Soberanía, su Independencia y su integridad territorial a quienes permiten que les dé órdenes alguien a quien le repugna esa Patria, esa Soberanía, esa Independencia y esa integridad territorial?
Yo ya no confío en el Ejército tampoco.
Yo fui militar unos años de mi vida, cuando el Ejército era Ejército.
Cuando a la Armada no ibamos a coger olas, sino a formarnos como marinos y convertirnos en tripulaciones de nuestros navíos de guerra, dispuestos a cumplir con nuestro cometido hasta las últimas consecuencias.
Cuando el pilar fundamental de la fuerza militar era el Honor y su estructura la Gallardía, la Bizarría y el amor incondicional a la Patria.
Y pensar que yo he llegado a partirme la cara y sangrar como un marrano unas cuantas veces defendiendo a nuestras FFAA de quienes las han injuriado en mi presencia...
No sé yo si actualmente se debería sustituir el lema que corona la entrada de todos los cuarteles, "TODO POR LA PATRIA", por otro que rece, "TODO POR LA POLTRONA".
Me estaba preparando a mis 45 años para ingresar en la Reserva Voluntaria, para ponerme a disposición de la Patria nuevamente de manera efectiva.
Para poder sentir de nuevo, 21 años después, el inconmensurable orgullo de vestir un uniforme militar español.
Juro por mi madre que esto es así. Como es así que, de momento, dejo el asunto aparcado porque esa separatista que se solidarizó con aquel que se cagó en la puta España a mi no me pone firmes ni me ordena absolutamente nada.
Sólo de pensar que esta individua pudiese darme una órden, aunque fuese por favor, me produce arcada previa al vómito.
Pero, vamos, ni esa señora ni los que son como ella, incluídos estos mandos militares que le siguen el juego.
No es necesario que ingrese en la Reserva Voluntaria para estar a disposición de mi Patria y estar dispuesto a todo por Ella, para defenderla y librarla tanto de enemigos externos como internos, si bien los enemigos de España más encarnizados se hallan dentro de sus fronteras y no fuera.
Basta con que algún General decente me entregue correaje, fusil y bayoneta. Con eso es suficiente.
A este si que le obedezco hasta la muerte.
Ya nada merece la pena.
Salvo España.
Yo no soy un traidor.
Viva España.
Viva Siempre.
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