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EL TÍO DE TRINIDAD, EL VILLAREJO RECULA COMO MULA RESABIADA
?SERÁ COSA DE FAMILIA?
YA ECHÓ EL VENENO QUE TENÍA QUE ECHAR Y AHORA A LOS CUARTELES DE INVIERNO
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?SERÁ COSA DE FAMILIA?
YA ECHÓ EL VENENO QUE TENÍA QUE ECHAR Y AHORA A LOS CUARTELES DE INVIERNO
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DICE QUE NO ACUSÓ DE TORTURAS
Jiménez Villarejo recula ahora y rectifica a El País
Jiménez Villarejo ha escrito una carta al director de El Paísen la que puntualiza el subtítulo del día 10 en el que el diario le atribuía haber llamado "cómplices de torturadores" a los jueces del Supremo. El caso es que el ex fiscal se ratificó el jueves de todo lo dicho en la Complutense. »
Vídeo: La defensa íntegra de Villarejo a Garzón
Audio: Villarejo arremete duramente contra el TS, "cómplice de torturas"
carlitro dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 13:09:48:
Y donde dije digo, digo Diego.
Me encanta ver a los político recular. Lástima que tengamos una justicia podrida hasta el tuétano, me gustaría verles pagar multas, sufrir congelaciones de sueldo, pagar indemnizaciones por difundir falsedades, etc, etc, etc.
Me encanta ver a los político recular. Lástima que tengamos una justicia podrida hasta el tuétano, me gustaría verles pagar multas, sufrir congelaciones de sueldo, pagar indemnizaciones por difundir falsedades, etc, etc, etc.
zapatocl dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 13:03:20:
¿Cómo es posible que con semejante espectáculo, de insultos y acusaciones contra el Tribunal Supremo, no haya actuado ya contra estos sujetos la fiscalía general del Estado (¡Ah, perdonen, que ahora me doy cuenta que se llama "fiscalía general de ZP!).
asomar dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 11:40:04:
Decía, y con razón, el 'iluminado' y 'cocheléctrico' ministro Sebastián que aún quedaban residuos del franquismo. Es notorio, en el ex fiscal Jiménez Villarejo tenemos la prueba. Y como él otros tantos, como la herencia franquista de los papás de muchos que hoy están en esa progresía cutre y casposa que nos dice gobernar pero que, en realidad, nos quiere controlar. Ya es hora de ir formando una democracia seria y formal en nuestro país y debemos empezar por separa los distintos poderes; que no sean los partidos políticos, ni los sindicatos, ni organizaciones subvencionadas quienes nos impongan quiénes tienen que impartir justicia, etc.
prusadir dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 11:16:44:
No olvidar lo inolvidable. Ademas de sectario, COBARDE.
velneva dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 11:14:14:
LAS HORDAS
Blasco Ibáñez nos dejó, entre algunas joyas de su novelística, “La horda”, un relato social narrado con la excepcional maestría descriptiva del valenciano. La obra, ambientada en el Madrid de los albores del siglo XX, nos retrata una sociedad en la que el talento es sepultado por la losa del origen, de la cuna, del nacimiento. Recién coronado rey Alfonso XIII, la España del quiero y no puedo, la España de las sempiternas buenas intenciones, la España irregenerable, contemplaba impasible cómo millones, sí millones, de personas eran ignoradas, marginadas y explotadas por el sistema corrupto de la Restauración. Para salir de ese desfiladero maldito, sólo había un camino: pasarse al campo de los explotadores y servirles de verdugos baratos.
La movilidad social era un tema que se dejaba para los teóricos. Hace cien años, ni la bono loto ni la euromillones ni el cupón ni las quinielas. En cuanto a la educación, ríanse. Patrimonio de unos cuantos. Hoy, sí. Hoy es posible el tránsito desde las clases altas a las bajas merced a la crisis. En cuanto al revés, de abajo arriba, no crean. Los juegos de azar están en manos de las peñas. ¿Y la educación? Pues de tan socializante que se ha pretendido, ha recorrido el camino que se esperaba: de ser de calidad alta pero privilegio de unos pocos, a descender a niveles de sonrojo por mal uso de muchísimos. Hordas decimonónicas. Hordas actuales. Siempre hordas.
Los caciques del XIX se llaman hoy ediles. Los oligarcas de aquella época, dirigentes de formaciones políticas. Los terratenientes de entonces, grandes empresarios de nuestros tiempos. Los marginados obreros y campesinos de tiempos pretéritos, campesinos y obreros de nuestros días. La horda. No hay redención para la horda. Salvo que se ponga el pasamontaña del verdugo y ejecute. Qué porvenir aguardaba a Pepe Blanco de no ser militante destacado del PSOE. ¿Hubiera José Bono amasado la fortuna que se le atribuye, fuera del cauce de su militancia psoecialista? ¿Y don Luis Roldán, el de las dos carreras universitarias y el de la aventura a Laos?
Los parados, con o sin subsidio, en la cola del empleo que nunca llegará. Los cinco millones de puestos destruidos no se recuperarán jamás en las condiciones de 2007. Por el contrario, la multitud de desempleados se ensanchará a la par que las prestaciones asistenciales sufrirán paulatinas y severas restricciones. El Estado del Bienestar, adiós y muy buenas. La sociedad está acorralada. Acorralada y vendida. Como el sistema educativo. Nos quieren dar gato por liebre. Lo malo no es que se nos pretenda engañar. Lo malo es que nos dejemos embaucar. Lo peor no es que nos engañen tres veces. Lo peor es que aceptemos el continuado fraude con el silencio de los corderos. Lo más indecente no es que nos conduzcan al matadero. Lo más indecente es que allanemos el camino a los falsos pastores de las iglesias civiles. La horda. Por rudimentarios que sean los vínculos de quienes la integran, el grupo se primitiviza hasta el extremo de devenir jauría. Cuando la horda se degrada a ese nivel, la condición humana se aproxima al instinto animal. Entonces, la ley del pueblo es suplida por la ley de la selva.
La horda era el aviso de la catástrofe. La Primera Guerra Mundial apenas enseñó nada. Las hordas se tomaron un respiro de racionalidad que pronto se trastocó en erupción ígnea del instinto asesino. El período subsiguiente nada regeneró. Años de felicidad loca que antecedieron a la depresión del veintinueve. Umbral de una nueva guerra. De nuevo lo advirtió Blasco. Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, publicada en 1916, revela una Europa rota. La contienda mundial nos mostró nuestro pálpito más salvaje e invencible. El instinto arrasó a la razón. Entre los sentimientos, el odio campeó. La discordia se hizo dueña. Las heridas no restañaron y jamás se cerraron las cicatrices.
Eran muchos los que tenían interés en azuzar a las hordas. La guerra es una fuente de negocios para los más crueles y más desalmados. La memoria histórica es el filón letal que impide el cierre de las hostilidades. Los señores de la guerra son los responsables. Los culpables. Las hordas, fieras al cabo manejadas por el líder impostor. No queramos que el apocalipsis nos aceche. No lo queramos.
Un saludo.
Blasco Ibáñez nos dejó, entre algunas joyas de su novelística, “La horda”, un relato social narrado con la excepcional maestría descriptiva del valenciano. La obra, ambientada en el Madrid de los albores del siglo XX, nos retrata una sociedad en la que el talento es sepultado por la losa del origen, de la cuna, del nacimiento. Recién coronado rey Alfonso XIII, la España del quiero y no puedo, la España de las sempiternas buenas intenciones, la España irregenerable, contemplaba impasible cómo millones, sí millones, de personas eran ignoradas, marginadas y explotadas por el sistema corrupto de la Restauración. Para salir de ese desfiladero maldito, sólo había un camino: pasarse al campo de los explotadores y servirles de verdugos baratos.
La movilidad social era un tema que se dejaba para los teóricos. Hace cien años, ni la bono loto ni la euromillones ni el cupón ni las quinielas. En cuanto a la educación, ríanse. Patrimonio de unos cuantos. Hoy, sí. Hoy es posible el tránsito desde las clases altas a las bajas merced a la crisis. En cuanto al revés, de abajo arriba, no crean. Los juegos de azar están en manos de las peñas. ¿Y la educación? Pues de tan socializante que se ha pretendido, ha recorrido el camino que se esperaba: de ser de calidad alta pero privilegio de unos pocos, a descender a niveles de sonrojo por mal uso de muchísimos. Hordas decimonónicas. Hordas actuales. Siempre hordas.
Los caciques del XIX se llaman hoy ediles. Los oligarcas de aquella época, dirigentes de formaciones políticas. Los terratenientes de entonces, grandes empresarios de nuestros tiempos. Los marginados obreros y campesinos de tiempos pretéritos, campesinos y obreros de nuestros días. La horda. No hay redención para la horda. Salvo que se ponga el pasamontaña del verdugo y ejecute. Qué porvenir aguardaba a Pepe Blanco de no ser militante destacado del PSOE. ¿Hubiera José Bono amasado la fortuna que se le atribuye, fuera del cauce de su militancia psoecialista? ¿Y don Luis Roldán, el de las dos carreras universitarias y el de la aventura a Laos?
Los parados, con o sin subsidio, en la cola del empleo que nunca llegará. Los cinco millones de puestos destruidos no se recuperarán jamás en las condiciones de 2007. Por el contrario, la multitud de desempleados se ensanchará a la par que las prestaciones asistenciales sufrirán paulatinas y severas restricciones. El Estado del Bienestar, adiós y muy buenas. La sociedad está acorralada. Acorralada y vendida. Como el sistema educativo. Nos quieren dar gato por liebre. Lo malo no es que se nos pretenda engañar. Lo malo es que nos dejemos embaucar. Lo peor no es que nos engañen tres veces. Lo peor es que aceptemos el continuado fraude con el silencio de los corderos. Lo más indecente no es que nos conduzcan al matadero. Lo más indecente es que allanemos el camino a los falsos pastores de las iglesias civiles. La horda. Por rudimentarios que sean los vínculos de quienes la integran, el grupo se primitiviza hasta el extremo de devenir jauría. Cuando la horda se degrada a ese nivel, la condición humana se aproxima al instinto animal. Entonces, la ley del pueblo es suplida por la ley de la selva.
La horda era el aviso de la catástrofe. La Primera Guerra Mundial apenas enseñó nada. Las hordas se tomaron un respiro de racionalidad que pronto se trastocó en erupción ígnea del instinto asesino. El período subsiguiente nada regeneró. Años de felicidad loca que antecedieron a la depresión del veintinueve. Umbral de una nueva guerra. De nuevo lo advirtió Blasco. Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, publicada en 1916, revela una Europa rota. La contienda mundial nos mostró nuestro pálpito más salvaje e invencible. El instinto arrasó a la razón. Entre los sentimientos, el odio campeó. La discordia se hizo dueña. Las heridas no restañaron y jamás se cerraron las cicatrices.
Eran muchos los que tenían interés en azuzar a las hordas. La guerra es una fuente de negocios para los más crueles y más desalmados. La memoria histórica es el filón letal que impide el cierre de las hostilidades. Los señores de la guerra son los responsables. Los culpables. Las hordas, fieras al cabo manejadas por el líder impostor. No queramos que el apocalipsis nos aceche. No lo queramos.
Un saludo.
TFF dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 11:13:01:
A Gusy, 16-04-10 10.28.48.
¿ Usted no ha escuchado decir que las cimas de las altas montañas, sólo son alcanzadas por los buitres y los reptiles ?, pues ahí lo tiene.
¿ Usted no ha escuchado decir que las cimas de las altas montañas, sólo son alcanzadas por los buitres y los reptiles ?, pues ahí lo tiene.
Montesin dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 10:41:56:
Simple y llanamente este individuo ya CHOCHEA, igual que el Marqués de Paracuellos.
Sin embargo, deja ver que es un sectario como la copa de un pino, con lo que he de deducir que cuando estaba más lúcido por la edad, debería ser un sujeto de cuidado. Ha sido nada más y nada menos que Jefe de la Fiscalía Anticorrupción. Vamos, que te denuncian y vas a parar a sus manos y como no fueras de su onda ibas listo.
La verdad es que ATERRA la situación de la justicia de este país. Da igual si eres culpable o inocente. La cuestión es quien te toque como fiscal y como juzgador.
Sin embargo, deja ver que es un sectario como la copa de un pino, con lo que he de deducir que cuando estaba más lúcido por la edad, debería ser un sujeto de cuidado. Ha sido nada más y nada menos que Jefe de la Fiscalía Anticorrupción. Vamos, que te denuncian y vas a parar a sus manos y como no fueras de su onda ibas listo.
La verdad es que ATERRA la situación de la justicia de este país. Da igual si eres culpable o inocente. La cuestión es quien te toque como fiscal y como juzgador.
Gusy dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 10:28:48:
¡Que semejantes tipos lleguen a lo más alto de las instituciones es como para revolver el estómago de un cerdo!
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