Titiriteros y grupos islámicos subvencionados piden el voto para el PSOE .
Mientras el Gobierno ZP le declara abiertamente la guerra a los obispos por pedir el voto para el PP, la Junta Islámica, que recibe financiación pública, no recibe críticas por pedir el voto para "partidos progresistas". La postura del PSOE la ejemplifica Moratinos, alma mater de la Alianza de Civilizaciones, al tachar a los obispos de "integristas, fundamentalistas y neconservadores" y no hacer declaraciones sobre la irrupción de la colectividad musulmana en la campaña electoral. Para unos, subsidios y lo que haga falta; para otros, agravios e insultos.
Los artistas y los musulmanes pueden pedir el voto para el PSOE porque eso es para ellos la verdadera libertad de expresión. Como premio, subvenciones a raudales, canon y lo que necesiten. Si las críticas van dirigidas a la derecha y al PP, son legítimas pero si las críticas vienen desde los obispos, el Gobierno reacciona con furibundas declaraciones y hasta con políticas proabortistas para darles donde más les duele. Es la doble moral de este Gobierno que prefiere mimar a los fanáticos y embestir contra los católicos. Alianza de Civilizaciones, ni más ni menos.
"España necesita un gobierno neutral ante el hecho religioso". Son las palabras del presidente de la Junta Islámica de España, Mansur Escudero, que ha pedido a los ciudadanos que voten a partidos progresistas porque defienden mejor un Estado "auténticamente laico". En declaraciones a ABC, Escudero asegura que el país necesita "un gobierno neutral ante el hecho religioso, que no lo desprecie, no lo discrimine y que no haga favores especiales a una religión con respecto a otras".
Hasta ahora nadie ha escuchado a Pepe Blanco tildar de inmorales a los musulmanes por meterse en política ni a algún ministro despreciar el islam por inmiscuirse «en donde no le llaman». Tampoco ha salido Llamazares a pedir que se revise la relación de un estado laico con unos musulmanes que se meten en política.
En conversación con ABC, Escudero no quiso entrar a valorar la nota emitida por la Conferencia Episcopal, aduciendo que «todos, incluidos los obispos católicos, tienen derecho a manifestar su opinión». Sin embargo, criticó que la jerarquía eclesiástica «intente que las leyes se adecúen a su forma de ver la vida». «Vivimos en una sociedad multicultural, aconfesional y laica, en la que el Gobierno tiene la obligación de legislar para todos, y no imponer una ética confesional», añadió Mansur Escudero.
MORATINOS, RABIOSO CON LOS OBISPOS
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha dicho que ha mantenido conversaciones con el embajador español en la Santa Sede, Francisco Vázquez, quien ha expresado al número dos del Vaticano "el sentimiento de perplejidad y sorpresa" por la postura de los obispos españoles.
Moratinos ha trasladado a los periodistas el deseo del Gobierno español de mantener una buena relación con el Vaticano."Queremos mantener un mejor nivel de la relación con la Santa Sede, pero no entendemos esta postura, y sobre todo reitero que lo digo como católico". También ha manifestado sentirse "indignado y perplejo" ante los criterios electorales hechos públicos por la Conferencia Episcopal.
Moratinos, que ha visitado hoy la localidad cordobesa de Rute, ha manifestado: "quiero expresar mi opinión como católico, no sólo como militante socialista, y quiero expresar mi indignación y perplejidad, porque no creo que ningún católico del siglo XXI lo pueda entender".
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Autor: artista bueno
De nuevo la gala de los Goya se ha convertido en un mitin a favor del PSOE, y otra vez pagado por el dinero de todos los españoles. La presidenta y algunos premiados no han dejado pasar la oportunidad de repetir las consignas contra una parte del país que no piensa como el Gobierno socialista. El Goya al Mejor Actor del año, Alberto San Juan, pidió "la disolución de esa cosa llamada Conferencia Episcopal".
La presidenta de la Academia de Cine, Ángeles González-Sinde, destacó en la celebración de la gala de los Goya que aunque "se espera que el cine sea un espectáculo de usar y olvidar", los ingresos de taquilla "no es el único beneficio que el cine genera a la sociedad", ya que hay otros más importantes.
En un año marcado por la tramitación de la Ley de Cine y el canon digital, la presidenta también hizo una alegato a favor de los derechos de propiedad intelectual que protegen las obras, y que son "tan valiosos para un país como los bienes materiales".
El intérprete galardonado con el Goya al Mejor Actor, Alberto San Juan, usó el mensaje de recepción para dar un mitin. Pidió "la disolución de esa cosa llamada Conferencia Episcopal".
Los beneficios del cine "tardan lustros en recogerse y permanecen" en el tiempo, por lo que la presidenta de la Academia defendió la cinematografía española, como una de las "más vivas y potentes" y lamentó el "mensaje apocalíptico" que vaticina el declive del cine.
González-Sinde comenzó su discurso de bienvenida recordando al fallecido Fernando Fernán Gómez, e hizo alusión a uno de sus largometrajes más conocidos, "El viaje a ninguna parte", para referirse a la actual situación del cine español, del que dijo que a veces "parece estar embarcado en un viaje a ninguna parte".
"Hay mañanas en que escuchando la radio o leyendo el periódico uno pensaría que el cine de este país, una industria que genera empleo y riqueza, no es querido por sus ciudadanos y está dejando de formar parte de la sociedad".
Sin embargo, la presidenta de la Academia de Cine aseguró no pensar del mismo modo, y lamentó que muchas de las películas no lleguen a ciudades y pueblos.
"Eso sí que es un viaje a ninguna parte".
"Pero este no es un viaje a ninguna parte, es un viaje que atraviesa una revolución tecnológica" y al que ya se están incorporando prometedores cortometrajistas, brillantes directores noveles, guionistas debutantes, técnicos precisos y actores y actrices que nos harán sonreír o llorar mañana".
En un año marcado por la tramitación de la Ley de Cine y el canon digital, la presidenta también hizo una alegato a favor de los derechos de propiedad intelectual que protegen las obras, y que son "tan valiosos para un país como los bienes materiales".
A pesar de vivir un momento en el que impera "lo rápido y lo puntual", González-Sinde rechazó que el cine sea "un espectáculo de usar y olvidar y que genere resultados instantáneos, tangibles y contabilizables", ya que, además de los ingresos de taquilla no son el único beneficio que el cine genera a una sociedad, sino que es "una máquina de tiempo" que muestra las costumbres, idiomas y valores de un país.
La presidenta de la Academia de Cine, Ángeles González-Sinde, destacó en la celebración de la gala de los Goya que aunque "se espera que el cine sea un espectáculo de usar y olvidar", los ingresos de taquilla "no es el único beneficio que el cine genera a la sociedad", ya que hay otros más importantes.
En un año marcado por la tramitación de la Ley de Cine y el canon digital, la presidenta también hizo una alegato a favor de los derechos de propiedad intelectual que protegen las obras, y que son "tan valiosos para un país como los bienes materiales".
El intérprete galardonado con el Goya al Mejor Actor, Alberto San Juan, usó el mensaje de recepción para dar un mitin. Pidió "la disolución de esa cosa llamada Conferencia Episcopal".
Los beneficios del cine "tardan lustros en recogerse y permanecen" en el tiempo, por lo que la presidenta de la Academia defendió la cinematografía española, como una de las "más vivas y potentes" y lamentó el "mensaje apocalíptico" que vaticina el declive del cine.
González-Sinde comenzó su discurso de bienvenida recordando al fallecido Fernando Fernán Gómez, e hizo alusión a uno de sus largometrajes más conocidos, "El viaje a ninguna parte", para referirse a la actual situación del cine español, del que dijo que a veces "parece estar embarcado en un viaje a ninguna parte".
"Hay mañanas en que escuchando la radio o leyendo el periódico uno pensaría que el cine de este país, una industria que genera empleo y riqueza, no es querido por sus ciudadanos y está dejando de formar parte de la sociedad".
Sin embargo, la presidenta de la Academia de Cine aseguró no pensar del mismo modo, y lamentó que muchas de las películas no lleguen a ciudades y pueblos.
"Eso sí que es un viaje a ninguna parte".
"Pero este no es un viaje a ninguna parte, es un viaje que atraviesa una revolución tecnológica" y al que ya se están incorporando prometedores cortometrajistas, brillantes directores noveles, guionistas debutantes, técnicos precisos y actores y actrices que nos harán sonreír o llorar mañana".
En un año marcado por la tramitación de la Ley de Cine y el canon digital, la presidenta también hizo una alegato a favor de los derechos de propiedad intelectual que protegen las obras, y que son "tan valiosos para un país como los bienes materiales".
A pesar de vivir un momento en el que impera "lo rápido y lo puntual", González-Sinde rechazó que el cine sea "un espectáculo de usar y olvidar y que genere resultados instantáneos, tangibles y contabilizables", ya que, además de los ingresos de taquilla no son el único beneficio que el cine genera a una sociedad, sino que es "una máquina de tiempo" que muestra las costumbres, idiomas y valores de un país.
Fecha: 04/02/2008 11:17.
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