Como es reconocido por todo, incluso por ellos, aunque no lo pregonan, a la izquierda no le gusta pensar porque cuando alguien piensa llega a la verdad y esa verdad no le interesa porque perjudica sus intereses.
Ellos dicen que la energía nuclear es mala, porque gracias a ella, Felipe González ganó unas elecciones, porque la oposición quería hacer centrales nucleares y eso lo manipularon, sin argumentos y el pueblo se lo tragó.
Y ahora no le vengan con monsergas, aunque sea el propio Felipe González el que les dice que eso ya es insostenible.
Eso sí protestan porque la luz está cara y la gasolina está cara, y no se dan cuenta que si tuviéramos energía nuclear, todo sería más barato, ya que con nucleares en todo el mundo, el petróleo sobraría y lo venderían más barato.
Pero eso no se lo trates de hacer creer a uno de izquierdas, porque te hablan de las muertes de Chernovil y no si de otros sitios, cuando no se dan cuenta que los que no se mueren por las nucleares, se mueren por la contaminación o por otras causas.
¿Sabe la izquierda cuantas personas mueren en el mundo por accidentes laborales y de carretera y eso se toma como un tributo a la prosperidad?
Y sin embargo la gente trabaja y utiliza el coche, incluso los ecologistas y demás de su cuerda.
Generalmente la operación les sale muy rentable porque, en general, sus votantes detestan los argumentos complicados.
Prefieren una frase demagógica, fácil de aprender y de esgrimir en la barra del bar cuando tienen que hacer frente a los razonamientos de quienes no piensa como ellos, es decir, fascistas de toda laya y condición.
El problema de la escasez hídrica y su gestión en la zona levantina no iba a ser una excepción.
Revisemos a continuación algunos dogmas absurdos impuestos por la izquierda como una verdad ontológica y su relación con la realidad.
Mantra número 1:
"Lo que tienen que hacer murcianos,
alicantinos
y almerienses
es depurar más
e invertir en procesos que disminuyan el consumo por habitante e industrial".
Las ciudades levantinas,
en concreto hablo de Murcia,
son las que cuentan con sistemas más modernos de ahorro de agua
para el consumo humano e industrial.
Hace unas semanas, la prensa daba a conocer las últimas técnicas empleadas en el municipio de Molina de Segura, cuyos habitantes consumen de media exactamente la mitad que en el resto de España.
Ni que decir tiene que la sensibilización de los ciudadanos con el problema de la escasez de agua lleva a que las costumbres cotidianas se hayan adaptado a esta situación y, salvo algún inconsciente que sale por las mañanas a dar unos manguerazos de agua a la placeta, nadie desperdicia ni una sola gota de agua en consumo doméstico.
Mantra número 2:
"Los levantinos quieren el agua
para regar los campos de golf".
Para conceder la licencia de construcción de un campo de golf, el estudio de impacto mediambental exige que el agua para riego del césped proceda de la depuración.
Así pues, todos los campos de golf de Murcia se riegan con el aguas fecales procedentes de las urbanizaciones de viviendas anexas, una vez depuradas.
En otras palabras, ni una sola gota de agua potable o procedente de trasvases se destina para el riego de campos de golf, al contrario de la consigna esparcida por la izquierda y el movimiento ecolojeta.
Por otra parte, y esto ya es una reflexión mía, no debería nadie escandalizarse por utilizar un recurso común en esta labor, puesto que el turismo es la principal fuente de riqueza de esta zona (y de España, por cierto) y sería absurdo dejar perder un chollo de estas características una vez garantizado el suministro para el consumo humano.
No obstante, insisto, el agua de riego de los campos de golf la proporciona la propia empresa gestora con la depuración de aguas residuales.
Mantra número 3:
"Lo que deberían hacer almerienses, murcianos y alicantinos es utilizar técnicas modernas de riego agrícola, en lugar de desperdiciar el agua en riegos inapropiados".
Murcia es, tras Israel, la región pionera en la implantación de técnicas de opitimización de riego agrícola.
Desde hace un par de décadas, los técnicos israelíes que convirtieron el desierto del Neguev en un vergel, vienen visitando la región para intercambiar experiencias y enseñarnos a aprovechar hasta la última gota de agua.
Cualquier almeriense que haya visitado un invernadero podrá contar los sorprendentes procesos automatizados para optimizar el riego puestos en marcha por las empresas productoras.
Mantra número 4:
"Las regiones deben adaptar su modelo de crecimiento a los recursos naturales que les da su tierra".
Esto ya es apto solamente para sujetos con un grave retraso mental.
Si llevaran el razonamiento hasta sus últimas consecuencias, solamente las regiones españolas con yacimientos petrolíferos suficientes y una adecuada industria de refino tendrían derecho a usar el automóvil.
La consigna es tan grotesca que sobra cualquier otro comentario.
Por cierto, amigos nacionalistas, más del veinte por ciento de la energía usada por el resto de España procede del Valle de Escombreras, Cartagena, Murcia. ¿Estarían dispuestos a aceptar que los murcianos cerraran el grifo de la electricidad como la izquierda en general y los nacionalistas catalanes en particular sugieren respecto al agua?
Al final, como ven, el razonamiento circular basado en la insolidaridad mutua nos lleva a conclusiones que harían enrojecer de vergüenza a cualquier ciudadano de un país serio.
¿Nos haremos mayores algún día o seguiremos siendo unos adolescentes intelectuales como quiere la izquierda?
No hay comentarios:
Publicar un comentario