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- 10 DIC 2011 | Javier Sedano. Madrid
- Las diferencias con el secretario de Estado le impidieron frenar la abultada deuda. “En estos años sólo han despachado en cinco ocasiones”, según fuentes ministeriales.
Chacón no redujo el déficit de Defensa por las malas relaciones con su ‘número dos’
- El pasado jueves 1 de diciembre tocaba el turno de los asuntos relativos al Ministerio de Defensa. Las sucesivas conversaciones que han venido manteniendo Gobierno y PP para definir el traspaso de poderes (iniciadas tres días después de las elecciones generales y que se dieron por finalizadas el pasado día 5) han supuesto lo que muchos intuían y otros tantos aseguraban: cordialidad, buenas maneras, datos telegráficos y muy poco contenido, al menos el trascendental, el que pone a las claras ocho años de Gobierno socialista y del que todavía poco se sabe.Ese día, en menos de cuatro horas, se saldaron los asuntos de dos ministerios de la importancia del de Defensa y Exteriores, más los relativos a la política territorial. “Pura escenografía”, afirmaron algunos de los presentes. Todo apunta a que a partir de la próxima semana comenzarán a recibirse las informaciones solicitadas en esas reuniones previas y en lo que respecta a Defensa no se descarta una nueva ronda específica, dada la cruda situación por la que atraviesa el ministerio, en bancarrota, con las cuentas por los suelos y con una deuda imposible de soportar.No podía ser de otra manera. La situación de las cuentas protagonizó el encuentro en el que estuvieron presentes por parte del Gobierno, entre otros, el ministro de Presidencia en funciones, Ramón Jáuregui, y el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez. Por el lado popular, Soraya Sáenz de Santamaría, un miembro de su equipo y la portavoz en el Congreso, Beatriz Rodríguez-Salmones.Más allá de la voluntad expuesta en la mesa, Méndez evitó pronunciarse sobre el tema de calado y no explicó en ningún momento su anunciado plan de “reprogramación”. El nuevo diseño que pudiera encarrilar una nueva estructura organizativa y un nuevo planteamiento de los recursos, que hicieran frente a una deuda de 26.000 millones de euros (36.000 millones con los intereses) y que acotase con criterio los grandes proyectos de modernización de armamento. Un verdadero dolor de cabeza para una cartera abocada a atravesar un desierto de incierto final.Fuentes militares han asegurado a LA GACETA que han sido más que evidentes las tensiones y las diferencias vividas en el ministerio en los años de mandato de la ministra Chacón, que, sin duda, han podido determinar el resultado del encuentro y, lo que es más importante, la objetiva falta de datos y la ocultación de números, más allá de que, efectivamente, la breve reunión era una primera toma de contacto.“Carme Chacón ha impedido que el secretario de Estado tocara las cuentas. Ha preferido dejarlas como están. Que sean ellos –los del PP- los que se ocupen”, aseguraron fuentes populares, muy próximas a las conversaciones, que confirmaron, además, lo que algunos miembros del ministerio ya dejaban caer desde hace tiempo: “En estos años Constantino Méndez ha despachado cinco veces con la ministra”.Toda una bomba de relojería dada la situación por la que ha venido atravesando la Defensa española, sumida en un constante recorte presupuestario. La buena voluntad del secretario de Estado ha estado delimitada por las presiones de la ministra que en ningún caso quiso hacer frente a los pesados números.Más allá del terreno económico, el Gobierno, como así se concretó en la reunión del 1 de diciembre, tendrá que trasladar a los populares documentación normativa en relación a otros asuntos de vital importancia para el posterior desarrollo de la política de Defensa, todavía por definir en este impás transitorio: la Ley de Derechos y Deberes y, fundamentalmente, el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas.
sábado, 10 de diciembre de 2011
CHACÓN NO REDUJO EL DÉFICIT DE DEFENSA PORQUE NO LE SALIÓ DEL MOÑO, QUE CURIOSAMENTE NO TIENE
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