viernes, 7 de octubre de 2011

1.000 - LA FURGONETA KANGOO ESTABA VACIA. LO DIJERON TRES POLICÍAS Y LO COMUNICARON POR RADIO. YO LO OÍ

-
1000 MANDAMIENTOS DEL PSOE 
http://maremagnumdequisicosillas.blogspot.com.es/2011/06/conscons-2-los-1000-mandamientos-del.html 
-

20 - MENTIRAS PODRIDAS DEL PSOE: (2850 AL 3.000 Y PICO)
http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=3693644600973564161#editor/target=post;postID=7636703998524824560

19- MENTIRAS PODRIDAS DEL PSOE (2.700 AL 2850) - L...

18- MENTIRAS PODRIDAS DEL PSOE (2.550 AL 2.700) - ...

17- MENTIRAS PODRIDAS DEL PSOE (2.400 AL 2.550) - ...

16- MENTIRAS PODRIDAS DEL PSOE (2.215 AL 2.400) - ...

10- MENTIRAS PODRIDAS DEL PSOE (1.358 AL 1.500) - ...

5 - MENTIRAS PODRIDAS DEL PSOE (600 AL 750) - LARG...

1 - MENTIRAS PODRIDAS DEL PSOE (1-150) - LARGAS, A...

+
http://maremagnumdequisicosillas.blogspot.com.es/2011/09/de-parte-del-sr-google-y-son-pocas.html  
-
-
-
EL MUNDO
-

'NO HABÍA NADA AHÍ'

Policías de Alcalá que examinaron la furgoneta encontrada el 11-M aseguran que estaba vacía

-

EL MUNDO
MADRID.- La furgoneta Renault Kangoo que se encontró en la mañana del 11 de marzo de 2004 aparcada junto a la estación de tren de Alcalá de Henares (Madrid) tenía su espacio de carga vacío, según atestiguan dos policías de las dos dotaciones que llegaron primero al lugar de los hechos. Sin embargo, el auto de procesamiento establece que contenía "61 evidencias".
En realidad, sus declaraciones sólo vienen a corroborar las afirmaciones repetidas una y otra vez ante la Comisión de Investigación del 11-M en el Congreso de los Diputados por Luis Martín Gómez, jefe del Grupo Local de la Policía Científica de Alcalá de Henares, encargado en aquellas primeras horas de la investigación. "Allí dentro no había nada", dijo.
A las 7.30 horas de la mañana del 11 de Marzo de 2004, la comisaría de Alcalá de Henares estaba en plena ebullición, puesto que comenzaban a llegar las primeras noticias de las explosiones de los trenes. Todos se ofrecían voluntarios para ayudar en lo que hiciera falta, según informa Fernando Múgica.
Se recibió una llamada, poco antes de las 9.00 horas, en la que se explicaba que el portero de una finca de la calle del Infantado de Alcalá, Luis Garrudo, había visto a tres individuos con atuendos sospechosos al lado de una furgoneta Renault Kangoo aparcada enfrente, muy cerca de la estación de tren. Alrededor de las 9.00 horas, llegaron a la vez junto a la furgoneta, aparcada en batería, las dotaciones de un coche K, de los camuflados y con agentes de paisano, y la dotación, de uniforme, de un coche Z. El K se adelantó unos metros y aparcó su morro delante del Z.
Observaron la furgoneta con la precaución debida. Tiraron de la manilla de la puerta del conductor. El coche estaba cerrado y no tenía ningún signo de haber sido violentado. Observaron desde los cristales delanteros el interior y se sintieron algo más tranquilos. Sólo vieron una tarjeta de visita encima del salpicadero, una cinta de casete gris transparente sin ninguna rotulación encima del asiento del pasajero y un chaleco reflectante amarillo debajo del asiento del copiloto.
La zona de carga estaba separada de los dos únicos asientos tan sólo por una rejilla de agujeros amplios, a través de la cual se veía perfectamente el interior. En la zona de carga no había nada. La furgoneta estaba vacía, pero el responsable del coche Z consideró que seguía siendo un peligro potencial, así que se decidió evacuar un colegio cercano.

Nada anormal

Desde la central les avisaron de que iban a mandar hacia allí más refuerzos, entre los que estarían las dotaciones de los Tedax, los encargados de desactivaciones de explosivos y unidades de Guías Caninos con perros expertos en detectarlos. Se formó un cordón policial de seguridad al comienzo de la calle, pero no se ordenó el desalojo de los vecinos que se encontraban en los pisos cercanos.
Los policías que habían llegado a las 9.00 horas tuvieron más de una hora para merodear alrededor de la furgoneta antes de que llegaran los refuerzos. En ese transcurso de tiempo volvieron a revisar el interior de la furgoneta desde los cristales delanteros y miembros de las dotaciones del K y del Z corroboraron que en la zona posterior de carga la furgoneta estaba vacía. Luego, forzaron el portón trasero y fue entonces cuando pudieron confirmar con más claridad que la furgoneta estaba vacía. Los perros no hicieron ningún signo de que hubiera explosivos.
Los policías que habían llegado a las 9.00 horas tuvieron más de una hora para merodear alrededor de la furgoneta

A esas horas, ya habían llegado los distintos inspectores y subinspectores que figuran en las declaraciones contenidas en el auto del juez Juan del Olmo. La declaración más relevante por su cercanía física a los hechos y por su especialización es la del inspector jefe del Grupo Local de la Policía Científica de la comisaría de Alcalá, el que ordenó forzar la puerta. Luis Martín Gómez no vio «nada raro que se aprecie a simple vista». En la parte trasera no aprecia «nada anormal», a pesar de que la rejilla que separa la zona delantera de la zona de carga «es diáfana completamente, no observando nada anormal ni que le induzca a sospechar que pueda haber un artefacto». Estamos hablando de un experto en Policía Científica, no de un ciudadano cualquiera. Es decir, alguien para quien una bolsa, un jersey o una caja de herramientas podrían resultar sospechosos por poder ocultar explosivo, o de enorme interés policial por poder contener ADN de los usuarios del vehículo.

Imagen de lo que al menos tres policías dicen que vieron (arriba); lo que, según el juez, tenían que haber visto (abajo)
1 -
Imagen de lo que al menos tres policías dicen que vieron en la Kangoo cerca de la estación de Alcalá, donde estaba aparcada (1 arriba);
-

2 -
Lo que, según el juez, tenían que haber visto los de Alcalá y que si vieron los policías en la central de la Policía científica de Canillas en la Kangoo, después de haber sido transportada, con escolta de Alcalá a Canillas (2 abajo)

¿Por qué no menciona en su declaración contenida en el auto si ha visto una bolsa con detonadores o si ha descubierto cualquier otra cosa en el interior de la furgoneta? Pues porque Del Olmo, incomprensiblemente, no se lo pregunta, como tampoco preguntó a los guías caninos si habían visto algo en su interior (estos se limitaron a corroborar que los perros no olfatearon ninguna sustancia explosiva). Claro que Luis Martín ya lo había dejado claro durante su comparecencia en la Comisión de Investigación del Congreso de los Diputados el 14 de julio de 2004. En repetidas ocasiones, y sin que nadie le hiciera el menor caso, aseguró que la furgoneta estaba vacía.

Otra revisión


Más tarde, se dio la orden de trasladar definitivamente la Kangoo hasta la sede central de la Científica en Canillas. A las 19.00 horas de ese mismo día le comunicaron a Luis Martín, para su sorpresa, que se había encontrado una bolsa con detonadores debajo de un asiento. La gravedad del caso se pone de manifiesto cuando se constata que en esa furgoneta vacía —al menos, en su apariencia desde el exterior— la Policía encontró en Canillas no sólo una bolsa con siete detonadores, un trozo de cartucho con dinamita y una cinta con versos del Corán, sino también casi un centenar de objetos que se detallan en estas mismas páginas y que se clasificaron en 61 evidencias. Las mismas que el 12 de marzo, el día después de los atentados, enseñaron al dueño de la furgoneta, José Garzón Gómez, y que reconoció en su mayor parte como de su propiedad. ¿Cómo es posible que los policías no vieran en el interior del vehículo todo ese cúmulo de objetos, cuya mayor parte era imposible de camuflar?
Un informe decía que en la dinamita de la mochila de Vallecas se habían encontrado los mismos componentes de la dinamita encontrada en la Kangoo de Alcalá. Sin embargo, en el explosivo de la furgoneta había metenamina, y en el de Vallecas, no. Además se afirmaba algo igualmente falso: la metenamina es un componente habitual de la dinamita. No es cierto. Hubo de pasar un año para que alguien se diera cuenta de este apaño.
Fue cuando la Guardia Civil de Toledo, la que investigaba la mochila con explosivos encontrada en las vías del AVE el 2 de abril de 2004, preguntó al juez Del Olmo sobre la composición de la dinamita que se había localizado en la Kangoo y en Vallecas. El juez se enfadó y pidió explicaciones a la Policía. Juan Jesús Sánchez Manzano, el responsable del departamento de desactivación, se limitó a decir que habían incluido por error la palabra metenamina entre los componentes habituales de la dinamita.
-

No hay comentarios: