viernes, 6 de febrero de 2009

COMO EMPEZO A FUNCIONAR EL TEMA DE LOS ESPÍAS EN EL PAÍS Y COMO HA IDO PPROGRESANDO

TOMADO DE

http://blog.eldigitaldemadrid.es/23_comunidad_a_fondo/archive/1223_mortadelo_y_filemn_agencia_de_periodismo.html

MORTADELO Y FILEMÓN, AGENCIA DE PERIODISMO

01/24/2009 20:52

Desde el pasado lunes, el diario El País ha puesto el ventilador. Y las revoluciones que van tomando sus aspas van in crescendo a medida que sus responsables se van dando cuenta del lío que han montado en su operación de caza al gobierno de Esperanza Aguirre, una más de las que se han desarrollado en estos últimos cinco años. Como la evolución de los datos y las declaraciones políticas ha sido en los últimos días especialmente confusas, este blog pasa a analizar el contenido de las informaciones que el mencionado periódico ha ido arrojando a los lectores.

* El lunes la noticia es que el consejero Francisco Granados ha creado una unidad de espionaje para vigilar a dirigentes políticos. El martes, como por casualidad, El País informa de que el vicepresidente Ignacio González ha sido espiado durante dos viajes al extranjero.El miércoles ya no hay insinuación: la carga de artillería va directamente a la presidenta a la que los titulares de portada y páginas interiores acusan claramente de espiar a Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid. El jueves, otra acusación directa: el gobierno de Aguirre espió también a Alfredo Prada, que fue su vicepresidente y consejero, pero que apoyó a Rajoy en el congreso popular de Valencia. Todos esos días, los textos de El País incluyen la palabra espías en cursiva, como diciendo que son espías pero no lo son. Ese matiz desaparecerá en la edición del viernes, donde la palabra espías casi no aparece en todas las informaciones publicadas sobre el escándalo y en ningún caso aparece en cursiva.

* El editorial del viernes matiza de forma muy sensible todas las informaciones que El País ha publicado en las 48 horas anteriores. Lo que era sin lugar a dudas una red de espías diseñada por Aguirre y Granados para hacer seguimientos a sus rivales, es ahora algo que tendrá que demostrar la Justicia. "Parece deducirse que ha habido espionaje", "la Justicia investigará si hubo espionaje" son frases más dudosas que los tajantes titulares anteriores.

* Apoyando sus nuevas "exclusivas", El País del viernes incluye como gran noticia de portada una no-noticia: "El número dos de Aguirre evaluó montar un CNI al sentirse espiado". Pero, se preguntará el lector, ¿lo montó? Porque eso sería lo grave, según la insinuación del periódico que sólo en el texto interior explica, en la línea 1.378, que esa unidad habría cumplido todos los requisitos que marca la Ley. No. González sólo "sopesó", "estudió", "analizó" la propuesta que le hizo el ex-delegado del Gobierno de Aznar (la bicha!!!) en Ceuta, Luis Vicente Moro. Y el documento se desestimó, nunca llegó a plasmarse en la creación de un Cesid madrileño. ¿Pero no había ya una unidad de espías al servicio de la Comunidad? ¿O se descartó la idea? Enmaraña, que algo se sospechará aunque sea falso.

* En esa misma portada que da como gran bombazo algo que no ocurrió, la fotografía elegida a plena página es más que sintomática: en la comparecencia del jueves ante los medios del vicepresidente y el consejero de Interior, González habla por teléfono de espaldas a Granados, tapándose la boca para que nadie pueda leer sus labios. Es para El País la mejor metáfora del espionaje: fíjense, uno habla a los perioistas y el otro se chiva cuchicheando por su móvil. ¡Qué fuerte!.

*El miércoles y el jueves, los titulares de portada y a plena página de El País acusan directamente al Gobierno de Esperanza Aguirre de espiar, primero "al vicealcalde de Ruiz Gallardón" y luego "a un consejero afín a Rajoy". El periodista autor de las informaciones que apoyan esos titulares declara el jueves ante el Fiscal durante una hora. A su salida de la Fiscalía, Francisco Mercado dice ante los informadores que "nunca hemos dicho que el Gobierno de Esperanza Aguirre esté detrás de esto, ni tampoco la propia presidenta, ni su vicepresidente ni su consejero de Interior". El sábado El País publica una pequeña columna para informar de que Mercado ha aportado todos los documentos ante el Fiscal, pero silencia sus palabras en las que trataba de desmentir la evidencia.

* La Comisión Europea hace públicas el lunes las previsiones económicas para España, las más negras conocidas nunca a este lado de los Pirineos. Todos los medios de comunicación encabezan sus ediciones informativas al día siguiente con esas cifras nefastas, pero El País prefiere ese día priorizar el espionaje al vicepresidente González como primera noticia mundial. El viernes habla por primera vez del asunto el ministro Pérez Rubalcaba, que ridiculiza las informaciones del periódico y compara la supuesta red de espías con los tebeos de Mortadelo y Filemón. En su edición del sábado, El País ya no abre su portada con el asunto del espionaje ordenado por la Comunidad de Madrid, ni siquiera menciona la ocurrente frase del ministro que todos los medios destacan (de la frase de Rubalcaba ¡no aparece ni una letra en El País del sábado!), y entonces sí, elige el paro como gran asunto de su portada con un titular a cinco colmunas: "El empleo se hunde en su peor año". La crisis económica pasa en pocos días de ser asunto secundario para esta cabecera a ser la principal noticia planetaria. Y la red de espías va cayendo poquito a poco a escenarios más secundarios.

* En todos estos días, El País ha ignorado casi por completo la explicación oficial del consejero de Interior sobre la estructura del organismo señalado por sus imputaciones, la Dirección General de Seguridad. Granados ha aclarado en varias ocasiones que ese organismo fue creado por Joaquín Leguina y ampliado por Ruiz Gallardón cuando eran presidente de la Comunidad. Los lectores de El País no han podido saberlo.

* Pero el objetivo ya está cumplido, la bola de nieve ya ha empezado a rodar y a cada declaración, a cada nuevo dato vaya en la línea que vaya, se irá haciendo más grande e incontrolable para los líderes del PP, que de eso se trataba. El propio periódico denunciante publica en su página 7 del sábado, en el hueco de privilegio (extremo de la derecha en página impar) un anuncio sobre lo que al día siguiente se incluirá en la edición dominical: "¿Presidenta entre espías?", reza el titular sobre una fotografía de Esperanza Aguirre rodeada de un tumulto de personas y cámaras. Acción- reacción.

* En su edición del sábado, El País riza el rizo y publica como si fuera nueva una noticia publicada por el mismo periódico en los meses de junio y julio de 2008: el "asalto" al despacho de un alto cargo de confianza de Alfredo Prada cuando éste ya había sido destituido. Hemos pasado en un sólo día de la difusión de una noticia que nunca ocurrió a la redifusión de otra que hace casi ocho meses dejó de ser un filón para El País porque pinchó en hueso en su nueva cacería.

El presente análisis no pone en cuestión que hayan existido seguimientos con carácter de espionaje a las personas mencionadas por El País, algo que sí parece quedar demostrado en sus informaciones. Lo que se cuestiona son las insinuaciones sin pruebas que se lanzan con su publicación en el orden y con las estrategias mencionadas. Si existió una orden de espiar a alguien por parte de los máximos responsables de la Comunidad de Madrid es algo que hay que demostrar y no insinuar.

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