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El chocolate blanco se elabora con la manteca del cacao, así que es el que contiene más grasa y más azúcar. Mejor una onza de chocolate negro.
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Tomate, pepino, lechuga, cebolla o pimiento tienen muy pocas calorías. Si le empezamos a añadir pan tostados, atún en aceite, aceitunas y la aderezamos en exceso, hasta una simple ensalada puede engordar.
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La pasta en sí tiene poca grasa, pero las salsas y condimentos que la suelen acompañar son otra cosa: pesto, queso rallado, salsa napolitana y demás llevan bastante grasa.
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En general, el sabor de la comida lo 'transporta' la grasa. Por eso la comida rápida la lleva en abundancia y eso es lo que hace que resulta tan negativa cuando se trata de controlar el peso.
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Los alimentos fritos absorben mucho aceite, a pesar de que se suele dejar que se desengrasen algo sobre una toalla de papel.
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Las carnes procesadas y embutidos contienen muchas grasas saturadas, además de que suelen tener exceso de sodio.
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Las bebidas azucaradas, como los refrescos de cola y similares, llevan el equivalente a 10 terrones de azúcar por lata. No hay más que añadir.
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Los productos elaborados con harina refinada no llevan suficiente fibra. Además, en su elaboración se suele usar demasiado azúcar.
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