BALONCESTO / EUROLIGA
La victoria de la fe
El Real Madrid gana al Armani de Scariolo
con un gran partido de Rudy y Carroll
Día 27/10/2011 - 23.00h
Real Madrid
85
Armani Milán
78
El partido venía precedido de flores por ambos bandos.
Laso veía en el Armani Milano al conjunto que más y
mejor había cambiado la cara este año. Grandes fichajes
a las órdenes de un gran técnico como Scariolo.
El italiano, por su parte, se declaraba enamorado de Rudy
y de España y elogiaba a un conjunto joven y de futuro
como el Real Madrid, aderezado a última hora con un
diamante como Ibaka. Hubo besos y abrazos, como los
de Sergio Rodríguez con Gallinari —compañeros
en Nueva York—, pero una vez que se lanzó el balón al aire
solo hubo palos. [Narración y estadísticas]
Laso veía en el Armani Milano al conjunto que más y
mejor había cambiado la cara este año. Grandes fichajes
a las órdenes de un gran técnico como Scariolo.
El italiano, por su parte, se declaraba enamorado de Rudy
y de España y elogiaba a un conjunto joven y de futuro
como el Real Madrid, aderezado a última hora con un
diamante como Ibaka. Hubo besos y abrazos, como los
de Sergio Rodríguez con Gallinari —compañeros
en Nueva York—, pero una vez que se lanzó el balón al aire
solo hubo palos. [Narración y estadísticas]
Silbaban las balas por todos los lados. Volaban los triples.
Había aire de fiesta en la Caja Mágica.
A pesar del destierro temporal, el público cumplió y fue clave
en la remontada blanca.
El partido, que caminó igualado hasta el tercer cuarto, se rompió
por culpa de los colegiados.
La inspiración de Nicholas —13 puntos en un suspiro— hizo
efectivas las dos técnicas consecutivas que el trío arbitral
había señalado en contral del Madrid. El parcial puso el
encuentro muy complicado para los blancos (40-53, min. 23),
que para entonces ya habían visto debutar a Serge Ibaka,
demasiado perdido aún en los esquemas de Laso.
Había aire de fiesta en la Caja Mágica.
A pesar del destierro temporal, el público cumplió y fue clave
en la remontada blanca.
El partido, que caminó igualado hasta el tercer cuarto, se rompió
por culpa de los colegiados.
La inspiración de Nicholas —13 puntos en un suspiro— hizo
efectivas las dos técnicas consecutivas que el trío arbitral
había señalado en contral del Madrid. El parcial puso el
encuentro muy complicado para los blancos (40-53, min. 23),
que para entonces ya habían visto debutar a Serge Ibaka,
demasiado perdido aún en los esquemas de Laso.
Tocaba apelar a la heróica y por ahí, donde el año pasado
solo estaba Llull, apareció tambiénRudy Fernández.
El balear pegó el primer tirón, el que hizo creer a la Caja
Mágica. La afición, arreó el segundo, el que obligó a los
árbitros a compensar; y Llull, el obrero de guardia, certificó la
remontada a falta de un cuarto por jugarse (58-57, min. 28).
El esfuerzo pasó factura a los madridistas, que volvieron a sufrir
para frenar el poderío ofensivo del Milán.
Laso tiró de Carroll para dar descanso a Rudy, y el americano
demostró su categoría con un recital anotador tremendo.
Ambos sostuvieron al Madrid, que se apuntó un triunfo vital de
cara al liderato del grupo.
solo estaba Llull, apareció tambiénRudy Fernández.
El balear pegó el primer tirón, el que hizo creer a la Caja
Mágica. La afición, arreó el segundo, el que obligó a los
árbitros a compensar; y Llull, el obrero de guardia, certificó la
remontada a falta de un cuarto por jugarse (58-57, min. 28).
El esfuerzo pasó factura a los madridistas, que volvieron a sufrir
para frenar el poderío ofensivo del Milán.
Laso tiró de Carroll para dar descanso a Rudy, y el americano
demostró su categoría con un recital anotador tremendo.
Ambos sostuvieron al Madrid, que se apuntó un triunfo vital de
cara al liderato del grupo.
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