martes, 15 de septiembre de 2009

OTRO SANTANDERINO Y NO POR ESO MENOS CÁNTABRO

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10 | Van Holden | 14/9/2009 - 11:00h

Cantabria, invento de las autonosuyas que siempre se llamó Santander, la Montaña, las Asturias de Santillana o el puerto de Castilla;

pero nunca Cantabria, palabro malsonante que recuerda tiempos prehistóricos, prerománicos y precristianos, de tribus diluidas en el tiempo y en la Historia, que actualmente no significan nada.

Santander es un claro ejemplo del disparate autonómico, origen de muchos de los males que nos aquejan; en lugar de convertirse en la ocasión para acercar la administración a los ciudadanos, ha servido para multiplicar una clase política profesionalizada, ignorante y embustera que usa los intereses del pueblo para intercambio de favores políticos y corrupciones varias.

El caciquismo reinventado por la Constitución del 78, que cada vez se manifiesta como un mamotreto infumable, que ha conducido a España y los españoles a una situación dificilmente sostenible y con un futuro nada prometedor.

Nuestro gurú-presidente, que ahora nos saca de la chistera lo de la economía sostenible, supongo que se refiere al replanteamiento de la insostenible estructura territorial de nuestro Estado, con millones de funcionarios que en su inmensa mayoría son prescindibles para nuestra economía y cuya desaparición notaríamos, pero para bien.

Pero claro, muchos tendrían que volver al noble negocio de las vacas, y cuando se pisa moqueta, ya no mola el estiércol.

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