El presupuesto de los ministerios pagará la mitad del nuevo plan de empleo
Estima que las bonificaciones a la contratación a tiempo parcial mermarán en 235 millones de euros los ingresos de
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Opina dijo el día 12 de Febrero de
A estas alturas quien no vea que todos los movimientos que improvisa el Gobierno para -supuestamente- reducir el desempleo van encaminados, en realidad, a maquillar las auténticas cifras de este inmenso drama. Es decir, se busca eliminar parados de las listas del INEM cambiándoles el nombre a los que seguirán desempleados, se busca "calificar" de modo distinto a quienes continuarán en paro, con o sin cursillo. Estamos, pues, ante un nuevo derroche, uno más. Sólo que esta vez llega en un contexto más que dramático porque deja a muchísimos parados fuera del ámbito de esta ayuda y, por ende, ni siquiera alcanzará a todos los elegidos, ya que se eliminará cuando se agoten los fondo, que no son muchos ni suficientes. Es una locura ver cómo persisten en la via equivocada malgastando más y más recursos. Vincular desempleo a formación es algo que hay que hacer cuando todavía se cobra la prestación, cuando la prestación aún es suficiente para cubrir las necesidades básicas del desempleado y éste no tiene la necesidad inmediata de coger "cualquier" empleo en blanco o en negro para poder comer. Pero es que, además, esta ayuda no alcanzará más que a ínfima porción de los parados que hayan agotado la prestación. El resto, un resto de proporciones gigantescas, se quedará sin nada. Absolutamente sin nada, sin ayuda, sin trabajo y sin perspectivas de obtener ambas cosas.
Ni el Gobierno ni los españoles que aún están dispuestos a confiar en Zapatero y sus Ministros, parecen haber comprendido que el único modo de darle la vuelta a esta situación insostenible pasa por crear las condiciones para que los empresarios y autónomos se atrevan a crear empleo. Que lo que se necesita es reducir costes, no sólo de personal, sino también costes energéticos (electricidad, sin ir más lejos), burocráticos, tributarios; crear un nuevo marco estable y que infunda la seguridad de que va a mantenerse, que no se va a estar improvisando y retrocediendo o cambiando cada dos por tres. Los que dan empleo son los empresarios, señores, ni los estados ni los planes del INEM.
Este Gobierno, una vez más, va a fundir el poco dinero que queda entreteniendo a parados con cargas familiares en cursillos que no van a servir más que para justificar las cuantiosas subvenciones con las que unta a los sindicatos amigos.
Y, mientras se van dilapidando los recursos, 500.000 personas se sumarán al 1.500.000 que ya no cobraba nada al cierre de 2010. Si este país no está para diez revueltas como la de Egipto, una detrás de otra y multiplicadas por 1000, que baje Dios y me corrija.
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