El secreto peor guardado
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Pedro Calderón de la Barca escribió entre otras una celebrada comedia titulada Casa con dos puertas, mala es de guardar, título que viene al pelo para describir las situaciones equívocas y los enredos. Como el que se vive estos días en la Audiencia Nacional, donde la obra calderoniana podría encontrar nuevos motivos de asiento y regocijo. Ocurre que un solo juez, Santiago Pedraz, tiene que dividir su tiempo entre dos juzgados para cubrir el hueco que ha dejado Baltasar Garzón con su suspensión y su proyectada marcha al Tribunal de La Haya.
Garzón salió de su despacho ipso facto, en cuanto se lo mandó el Consejo General del Poder Judicial, dejando tras de sí una estela foliada capaz de dar varias veces la vuelta al mundo. Sólo por eso, está bastando la experiencia de cuatro días para empezar a comprobar que a su sucesor provisional no le ha quedado una perita en dulce, ya que "juez con dos juzgados, mal lo puede llevar", sobre todo si la suplencia se alarga mucho tiempo.
Pedro Calderón de la Barca escribió entre otras una celebrada comedia titulada Casa con dos puertas, mala es de guardar, título que viene al pelo para describir las situaciones equívocas y los enredos. Como el que se vive estos días en la Audiencia Nacional, donde la obra calderoniana podría encontrar nuevos motivos de asiento y regocijo. Ocurre que un solo juez, Santiago Pedraz, tiene que dividir su tiempo entre dos juzgados para cubrir el hueco que ha dejado Baltasar Garzón con su suspensión y su proyectada marcha al Tribunal de La Haya.
Garzón salió de su despacho ipso facto, en cuanto se lo mandó el Consejo General del Poder Judicial, dejando tras de sí una estela foliada capaz de dar varias veces la vuelta al mundo. Sólo por eso, está bastando la experiencia de cuatro días para empezar a comprobar que a su sucesor provisional no le ha quedado una perita en dulce, ya que "juez con dos juzgados, mal lo puede llevar", sobre todo si la suplencia se alarga mucho tiempo.
