Memoria Histórica: Tren de Jaén. Los primeros asesinatos de la estación de El Pozo
-
MEMORIA HISTÓRICA: LOS MUERTOS DEL TREN DE JAEN
-
Memoria Histórica: Tren de Jaén. Los primeros asesinatos de la estación de El Pozo
Publicado en General el Lunes, 30 agosto 2010 por admin
Durante el verano de 1936, en plena guerra civil se produjo el primer fusilamiento en masa, aún cuando todavía no se había producido ningún importante enfrentamiento bélico. El día 12 de agosto ingresaron en
(Copia literal del Libro: “
Venían de Jaén unos trescientos detenidos, prensados en el tren. Cerca ya de Madrid, en Villaverde, se apoderaron de ellos los milicianos del pueblo, a pesar de los cuarenta guardias civiles encargados de su custodia, y comienzan allí mismo el fusilamiento más feroz e inhumano en grupos de veinticinco, sin indagar sus personas ni delitos. Hay tristes escenas de padres, que presencian la muerte de sus hijos y viceversa. El Obispo de Jaén, Excmo. E Ilustrísimo Sr. Don Manuel Basulto, cae de rodillas exclamando:
Perdona, Señor, mis pecados y perdona también a mis asesinos:
—Esto es una infamia, exclama su hermana Teresa, yo soy una pobre mujer.
—No te apures, se le contesta, a ti te matará una mujer.
Y acto seguido, se adelanta una desgreñada miliciana llamada Josefa Coso “
—¡Ay de ti, si me engañas! Llevad a éstos a Vallecas y que demuestren su inocencia.
Hasta aquí el relato de lo sucedido por el testigo. Pero la historia completa según los documentos es la siguiente:
El Excmo. E Ilmo. Sr. Obispo de Jaén, Don Manuel Basulto Jiménez, fue traído de aquella ciudad para ser asesinado en el lugar conocido con el nombre de “Pozo del Tío Raimundo”, próximo al Cerro de Santa Catalina, del término de Vallecas (Madrid), en unión de su hermana y del Deán y Vicario General de aquella Diócesis, Don Félix Pérez Portela. Las expresadas víctimas, juntamente con unos doscientos detenidos de aquella provincia, bajo pretexto de ser trasladados a
(Copia literal del Libro: La causa General. Páginas 177-178)
LOS PRIMEROS ASESINATOS EN
El jueves 11 de marzo de 2004 Madrid sufrió el más trágico atentado terrorista de su historia con 191 muertos y más de 1.500 heridos. En varios trenes cerca de las estaciones de El Pozo del Tío Raimundo, Santa Eugenia y Atocha. El dolor y el luto nacional anularon la campaña electoral por decisión unánime de los políticos. Tres días después se celebraron las elecciones generales que dieron la victoria contra todo pronóstico al PSOE tras ocho años de gobierno del Partido Popular, aunque este trágico suceso no fue el primero que ocurrió en El Pozo del Tío Raimundo.
Así el mismo día 10 de agosto de 1936, y después de la salida de un primer tren repleto de presos procedentes de la catedral de Jaén –convertida en prisión donde se encontraban 1.200 presos procedentes de la misma capital y de otras localidades de la provincia – con destino a la cárcel de Alcalá de Henares vía Madrid, se organizó otra consecutiva expedición –en un segundo tren- también procedente de Jaén capital con otros 250 presos y con el mismo destino que el anterior. Horas antes de que éste segundo tren llegara a Vallecas, hizo una parada en el cercano y anterior pueblo de Perales del Río, según declaración de don Venancio Martínez González, el 19 de diciembre de 1939, ante los jueces de
Desde entonces el llamado segundo Tren de
En éste segundo tren, según declaró el superviviente don Andrés Portillo Ruiz, bajo juramento en
“Entonces como ya estábamos en poder de los rojos, estos pusieron el tren en marcha con dirección a Alcalá de Henares, pasado en ésta línea el apeadero de Santa Catalina, hay un sitio que se llama ‘POZO DEL TIO RAIMUNDO’ donde paró el tren y bajando a los detenidos por la cabeza del tren de 10 en 10 no sin antes quitarles todo cuanto a ellos se les figuraba de valor…”
Acto seguido les hicieron bajar a todos, y en pequeños grupos los fueron fusilando en el repecho que había próximo al cerro de Santa Catalina, mientras que unos 40 lograron salvarse saltando del tren en el momento de ser éste detenido en aquel apeadero. Estos fueron seguidamente detenidos y conducidos al pueblo de Vallecas, donde después de una larga deliberación entre milicianos y miembros de los comités del pueblo, fueron posteriormente conducidos a la cárcel Modelo de la capital, según relata en su libro Don Angel Aparicio Alonso:
“Un día llegaron SEIS detenidos procedentes de Jaén. Eran los supervivientes del ‘tren de la muerte’, que fue detenido en Vallecas… Nos contaron el caso del sacerdote al que torearon y mataron con un estoque, como si de un toro se tratara”.
Algunos de ellos serían más tarde asesinados en Paracuellos, mientras que todos los demás unos 189, fueron enterrados en dos nuevas zanjas abiertas junto a las tapias del cementerio de Vallecas.
Después de la guerra, se lograron rescatar un total de 206 cadáveres entre ellos el del Sr. Obispo de Jaén Monseñor Manuel Basulto Jiménez, junto con su hermana Teresa y el Vicario General D. Félix Pérez Portela y demás compañeros, los cuales fueron exhumados y trasladados a sus lugares de origen. En la catedral de Jaén se encuentran varias lápidas de mármol con los nombres de todos ellos, a excepción de algunos y de dos monjas Hijas de
Recordemos que en la misma estación de Atocha durante aquella época, ya funcionaba una checa en el llamado ‘Salón Regio’ –entonces Salón Rojo-, la cual fue trasladada en octubre de
No hay comentarios:
Publicar un comentario