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Un comentario muy acertado
...
Un verdugo muy nuestro.
Han pasado más de cuarenta años
desde que el genial
(y golfo) Berlanga
filmara este peliculón.
Mirando hacia atrás uno se pregunta cómo pudo realizar una película como esta en esa época; quizá la respuesta es que no se podía filmar una película tan negra como en esos tiempos tan grises.
Y lo hace desde una ligereza aparente, con una frescura tan grande que tienes la impresión de que lo que nos muestra existe no porque lo invente, sino porque estaba.
Hace historia y una historia negra, negrísima, casi hasta la crueldad, llevada de la mano de unos personajes que muestran todas sus miserias, pero su inmensa humanidad, en el viaje de un personaje al que el Estado empuja a ser verdugo.
El nasal Pepe Isbert está como siempre:
GENIAL, aportando esa naturalidad congénita a un hombre que si te lo cruzarás hoy por la calle, le partirías la cara, pero que en la película lo único que logras es partirte de risa por la genialidad de sus diálogos, imágenes;
Emma Penella a la misma altura, con una carnalidad sorprendente;
y Nino Manfredi compone ese personaje que es todo bondad,
pero que no va poder seguir con esas herramientas si lo que quiere es vivir.
En resumen:
Azcona y Berlanga hacen la quizá sea la mejor comedia española de todos los tiempos
y el mayor alegato contra la pena de muerte que se haya filmado
(esto último sin discusión).
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