Nuevo golpe judicial a los embargos hipotecarios
El juzgado hace alusión a que las entidades incluyen las viviendas en sus balances con su valor de tasación y no con el de la adjudicación en subasta.
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berdonio dijo el día 16 de Febrero de
Una cosa es la contabilidad fraudulenta
y otra el derecho al cobro de una deuda.
Otra sentencia política más.
Nada más espeluznante
que jueces metidos a justicieros omniscientes;
la justicia que se quita la venda
para obrar según a quien se dirija.
Menudo festival de prevaricación y demagogia.
Aunque pensemos que
al grito de “too pa’l pueblo”
algo nos caerá
y más si somos políticos,
cuando nos pisen arbitrariamente
nuestros derechos
– que llegará-
empezaremos a entender.
Muchos se sienten con razón
víctimas de la “burbuja”
pero se confunden de enemigo:
la han provocado los políticos
y no los bancos.
La “bancofobia”
es un tanto absurda.
¿Alguien sensato
apoyaría la desaparición de los bancos?
Les recuerdo que imponerles la ineficiencia
como orientación de su funcionamiento
equivale a condenarlos
a la eliminación efectiva.
Les recuerdo también
que los bancos son intermediarios
del proceso financiero,
no propiamente inversores.
Si, como muchos pretenden,
los bancos han de arrostrar directamente
los riesgos del empleo de fondos,
se convierten en inversores,
es decir,
en el caso que nos ocupa
serían los propietarios de las viviendas
que alquilarían a la gente.
¿Qué quieren ustedes,
pedir una hipoteca
y ser los dueños
o alquilársela a los bancos?
Porque aspirar
a quedarse sólo con lo bueno
de ambas situaciones
es una postura muy irreflexiva e infantil.
Cualquier otra fórmula intermedia
presupone lo dicho:
transferir en mayor
o menor medida la posesión
a los bancos,
no sólo los riesgos.
Pero aun así la burbuja se habría producido igual.
Si se considera que la gente es estúpida
y se la aparta (por su bien) del mundo de los negocios,
el resultado sería una brutal reducción
de agentes económicos,
o sea, mayor ineficiencia del sistema,
pero no por eso estaríamos más protegidos.
El fenómeno inflacionario
sería el mismo porque
se debe a la falsificación dineraria
que causan los políticos,
no a la distribución de responsabilidades
o a que intervengan un mayor
o menor número de agentes.
Terminaríamos perdiendo nuestros empleos igual
y la única diferencia
es que a lo que no podríamos hacer frente
sería a los alquileres
en vez de a las hipotecas,
y sí, no deberíamos nada:
no podríamos perder unas ganancias
que nunca habríamos tenido.
Que no nos engañen:
mandan
y nos arruinan
los políticos,
no los banqueros.
Si no tenemos claro eso,
apaga
y vámonos.
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