sábado, 29 de agosto de 2009

EL COLESTEROL DE RODRÍGUEZ ZAPATERO

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José Luis Roig

Director de las ediciones digitales del Grupo Negocios
gaceta.es

El colesterol de Rodríguez Zapatero
29-08-09

Tras seis años de Gobierno, Zapatero aún busca un nuevo modelo económico.

José Luis Roig

De la misma forma que hay un colesterol bueno y otro colesterol malo, en España tenemos un Rodríguez Zapatero bueno y otro Rodríguez Zapatero malo. El bueno, se llama Javier y es director general en España de una de las empresas más potentes que existe hoy día en el mundo: Google. El malo, se llama José Luis y es uno de los presidentes de Gobierno más torpes que ha tenido España en los últimos 30 años. Lo de malo no lo digo porque crea que el presidente del Gobierno carezca de la bondad que se le supone debe tener según su naturaleza o destino, que también, sino porque su manera de hacer y de no hacer es nociva y dañosa para la salud económica, democrática y social de millones de españoles que precisan hoy más que nunca de un líder político creíble y con capacidad de respuesta inteligente ante los muchos problemas que existen y los otros muchos que se avecinan.

El Zapatero bueno, antes de que le ficharan como número uno de Google fue vicepresidente para Europa de otra gran empresa mundial, Yahoo, en la que consiguió no sólo un cargo importante, sino ser admirado y valorado internamente, cualidad difícil de alcanzar para un español dentro de una multinacional angloparlante. También trabajó para otras grandes empresas internacionales como Procter and Gamble, y de todas ellas salió por la puerta grande. O sea, posee una acreditada experiencia profesional en puestos de gran relieve, y unos conocimientos que demuestran que tiene un cerebro bien formado y una gran capacidad de liderazgo.

El otro Zapatero, el que preside el Gobierno de España con escasez de ideas y abundante improvisación, se afilió a las Juventudes Socialistas de León cuando tenía 19 años, mientras cursaba la carrera de Derecho en la misma ciudad. Cuatro meses después de licenciarse en junio de 1983, se convirtió en profesor asociado de Derecho Político en la misma universidad de León, su relación con el mundo académico duró tres años, hasta que en 1986 fue elegido diputado en las elecciones generales. A partir de entonces dedicó todos sus esfuerzos físicos y mentales a prosperar en el PSOE y en la política. No se le conoce otra experiencia profesional, ni un master más allá de su tesina sobre el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, ni tan siquiera una beca para ampliar estudios en el extranjero.

De Javier Rodríguez Zapatero hablan bien incluso sus competidores. Nació en Córdoba y no tiene ningún parentesco con el presidente del Gobierno, aunque sí tiene raíces familiares directas con la política, su padre fue diputado en las dos primeras legislaturas. Ignoro si este Zapatero votará al otro Zapatero, pero guiándome por unas declaraciones que hizo en el diario El País hace un año diría que tiene las ideas claras y nada sectarias. Ante la pregunta mal intencionada: "¿Qué se había chutado usted cuando dijo que en España la Iglesia está siendo atacada?" Su respuesta fue contundente: “No me había chutado nada. Quise decir que se percibía cierta beligerancia”. Incluso se atrevió a añadir que la Biblia es un libro que todos debemos leer.

Pero su atractivo o “colesterol bueno” no le vienen por defender sin ambages sus creencias, sino por saber bien qué necesita la sociedad del siglo XXI para enfrentarse al futuro: “La crisis traerá cambios y la influencia resultante de los países dependerá del modelo educativo y de la presencia en el mundo de las TIC”. Una presencia, la de España, que está muy por debajo de la que nos corresponde por nuestro PIB per cápita. Después de casi seis años de gobierno con “colesterol malo”, el Zapatero presidente todavía anda buscando un nuevo modelo económico. Mientras lo encuentra se dedica a crear subsidios de paro subiendo impuestos, en vez de crear empleo bajando impuestos.

Visto lo visto, se podría decir, siendo generosos, que José Luis Rodríguez Zapatero tiene un currículum pasable para ser presidente de Gobierno, pero de un Gobierno del siglo XX. Sin embargo, sus cualidades para hacer frente a la crisis y liderar los grandes cambios del siglo XXI son tan nefastas como su colesterol, sin duda, muy malo.

José Luis Roig es director de las ediciones digitales del Grupo Negocios.

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