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de Internet
Los israelitas no van contra los pallestinos, y menos contra las mujeres y los niñon palestinos, detrás de los que se "escudan", el objetivo es Mamás, que como todos saben y conocen, pero no quieren reconcer, SON TERRORISTAS en todo el mundo y en todas las organizaciones serías.
Por eso ellos se esconden, porque van por ellos y esta vez lo tienen mal.
La jerarquía de Hamás no es que esté herida de gravedad, es que está siendo públicamente humillada.
Los campeones de la guerra que animan a los demás al martirio se esconden bajo tierra y se encuentran prácticamente incomunicados.
Manifiestamente incapaces de proteger a su propio pueblo, suplican la ayuda internacional, pero no reciben más que palabras de sus hermanos iraníes y árabes.
¿Y quién es el que realmente abre los pasillos de ayuda humanitaria a los civiles palestinos? Israel.
En los cuatro primeros minutos de esta guerra, la Fuerza Aérea Israelí destruyó 50 objetivos, con lo que acabó con casi todos los instrumentos y símbolos del gobierno de Hamás.
Los testaferros que gobiernan Gaza fueron de inmediato condenados a la marginalidad y la impotencia, y dejaron a su pueblo a su suerte.
En esas condiciones, los regímenes son extremadamente vulnerables a perder lo que los chinos llaman el mandato divino, la sensación de legitimidad que sustenta toda forma de gobierno.
La caída de Hamás en Gaza está al alcance de la mano, pero sólo si Israel no cede a las presiones que le piden que se detenga.
Derrocar a Hamás no requiere una reocupación permanente de la Franja por parte de Israel.
Una fuerza internacional transitoria podría llegar a la zona para despejar el camino de vuelta a la Autoridad Palestina, el gobierno legítimo, cuyas fuerzas serían mucho menos delicadas que las europeas a la hora de imponer el orden.
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