lunes, 19 de marzo de 2012

(((ANDALUCÍA Y ERES))): SI EN 2009 SALIÓ ((((CHAVES)))) DE LA JUNTA Y EN 2008 (((YA TRATABA DE OCULTAR LOS ERES))) ¿QUE CONCLUSIÓN SACAS?



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Desde que Pepe Griñán heredó a dedo de maese Chaves
el cargo de presidente de la Junta de Andalucía, hace ahora tres años, la Semana Santa siempre ha sido clave en los gobiernos socialistas andaluces.

La crisis que provocó la salida de Manuel Chaves del Palacio de San Telmo y su huída a Madrid como vicepresidente y ministro del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, ocurrió en la Semana Santa de 2009;

CHAVES 
http://maremagnumdequisicosillas.blogspot.com.es/2012/03/eres-la-junta-intento-ocultarlos-en.html

OTRO
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LOS 1000 MANDAMIENTOS DEL PSOE PSOE
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20 - MENTIRAS PODRIDAS DEL PSOE: (2850 AL 3.000 Y PICO)








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la primera remodelación del Ejecutivo de José Antonio Griñán se produjo durante la Semana Santa de 2010 y, en ésta de 2012, podría producirse el hecho histórico de que los socialistas abandonaran por primera vez en más de treinta años, el gobierno de Andalucía. Resulta curioso que Griñán haya decidido fijar la fecha de las elecciones andaluzas el 25 de marzo, domingo anterior al de Ramos, lo que en la Sevilla capillita llaman Domingo del Pregón y que, para más inri, como recordaba hace unos días el columnista de ABC, Ignacio Camacho, sea ésta la festividad de San Dimas, ya saben, el Buen Ladrón que acompañó a Jesús en su muerte en el Gólgota. Casualidades de la vida política.

También resulta curioso que estas elecciones que podrían ser históricas (mi hijo, que nació en 1985, no ha conocido otros gobernantes en Andalucía que no sean del PSOE) se celebren justo treinta años y dos días después de las primeras que el 23 de marzo de 1982 auparon a Rafael Escuredo a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Es cierto que las urnas son las que tienen la última palabra y que éstas han decidido, durante ocho legislaturas seguidas, desde 1982 al 2008 (desde 1980 si tenemos en cuenta el gobierno preautonómico presidido por el socialistaFernández Viagas), darle al PSOE la confianza de los andaluces. Durante 32 años, Plácido Fernández Viagas(1980-82), Rafael Escuredo (1882-84), José Rodríguez de la Borbolla (1984-90), Manuel Chaves (1990-2009) y José Antonio Griñán (2009-12) han sido nuestros presidentes. Nada que objetar. Pero no es menos cierto que, como dice el conocido adaggio político, "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente". Y, se quiera o no, treinta años ininterrumpidos de poder casi absoluto nos han llevado a contemplar, con vergüenza, rabia e indignación de los andaluces, cómo Andalucía es una de las comunidades señeras en España en lo que se refiere a escándalos de corrupción política. Si a ello unimos el récord de parados que ostentamos a la cabeza de Europa, todo está servido para un posible cambio.

Tal y como augurábamos algunos hace un año, estas elecciones del 25-M se van a ver marcadas por una investigación que puede ser crucial, la de los EREs fraudulentos que está llevando a cabo, concienzuda y pormenorizadamente, la jueza Mercedes Alaya. Pese a que el PSOE y la propia Junta ha intentado por todos los medios a su alcance boicotear la instrucción del caso, desde el intento de desprestigiar a la jueza a través del trabajo de su marido hasta la acusación nada velada sino explícita de que estaba ideológicamente cercana al PP y al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y que actuaba a sus órdenes, pese a todo ello, Alaya no se ha arredrado y continúa adelante en la búsqueda de lo que ella misma llamó la "pirámide de la corrupción" que anidaba (y sigue anidando) en la Administración andaluza manejando a su antojo el dinero de las subvenciones. En esa pirámide, todos conocemos, o al menos imaginamos, quien está en la cúspide y bastaría con que la jueza llamara, aunque sólo fuera como testigo y no como imputado, al actual presidente de la Junta, José Antonio Griñán, para que el castillo de naipes en el que descansa la "honradez" del candidato socialista a la Presidencia de la Junta, se desplomara en un abrir y cerrar de ojos. Esa coincidencia de autos de Alaya con el 25-M es lo que asusta al PSOE-A y así lo ha advertido su secretaria de Organización, Susana Díaz en un tono amenazante que en nada beneficia a los presuntos implicados. Lo que desearía de verdad el PSOE andaluz es que la jueza imputara de una vez al ex consejero de Empleo y secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, para que, en su condición actual de senador, el Caso de los EREs fraudulentos pasara al Tribunal Supremo y durmiese así el sueño de los justos.

Quedan unos setenta días para las elecciones andaluzas y desde aquí les aseguro que antes de que se inicie la campaña el 10 de marzo, van a salir a la luz más escándalos relacionados con los EREs y milagro será que en alguno de ellos no esté directamente implicado quien ustedes y yo sabemos. Al tiempo.

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