ETA-SORTU - ASÍ SON LOS ALBERT SPEERS QUE LES DEFIENDEN, INCLUSO EN CATALUÑA

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http://www.abc.es/20110324/espana/abci-sortu-reacciones-politicos-eguiguren-201103241001.html

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Aus ETA y los Speer que nos engañan
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La realidad es tan sencilla como lo siguiente:

todos los nacionalistas vascos
tienen en común su odio a España
y el desprecio a los españoles.

Eso de que EA ahora tenga una estrategia
etc…
es bien posible,
pero hay unos hechos que nunca cambian:
el nacionalismo vasco
siempre defiende a ETA
y acólitos, siempre.

Por un lado condenan la violencia
y por otra la aplauden y la protejen.

De todos es sabido
que no se queda solo en declaraciones
y omisión de acción
sino que te sueltan cualquier argumento,
por ilógico que sea,
para defender la supuesta legitimidad
de los etarras
(Batasuna-sortu o como se quieran llamar).

Una legitimidad basada
en que hay unos 100000 votantes
que les apoyan.

Esa legitimidad es falsa,
por un lado ellos no reconocen
los 200.000 deportados por ETA
que ya no votan en el PV.

Por otro lado
contra el terrorismo no se puede luchar
usando sus armas,
y las únicas de las que dispone el pueblo español
son las emanadas del derecho,
incluyendo el derecho a la vida
y la libertad que ellos niegan a los demás.

Por lo que esos 100000 votantes
se convierten en otra arma de los terroristas.

Arma que hay que desguazar.

La democracia tiene muchos enemigos,
con muchas caras.

Pero por muy amable que esa cara parezca
no hay ninguno bueno
son todos malos.

Albert Speer
engañó a todos vendiendose como el nazi bueno,
y luego se demostró que conocía el holocausto,
y que había engañado con su aspecto educado
y su falso arrepentimiento
a todos.

Colaboró
hasta en la construcción de barracones
en Autchwitz.

Lo mismo pasa en el País Vasco
y Navarra.

Los Speer son muchos:

Urkullu,
Anasagasti,
Usue Barcos (riojana-si su abuelo la viera….),

y en Cataluña también ,
Durán y LLeida,
el político mejor valorado de España,
un Speer,
un artista del engaño,
que se la ha colado a todos los españoles.

Eguiguren es un pobre desgraciado
derrotado y con el síndrome de Estocolmo.

Uno de los encantos de los nazionatas
es su determinación,
que falta en muchos de nuestros representantes,
como Eguiguren.

Cuando escuchan a sus víctimas
defenderles
su determinación
y su desprecio aumentan.