¡¡¡BIENVENIDOS AL MUNDO BATASUNO!!!
Bueno, bueno... por fin os dais cuenta de lo que hemos tenido que pasar en el país vasconavarro durante décadas. Esto se llama la batasunización de la sociedad. En el mundo batasuno te marginan en la calle, te miran con desprecio y hasta te empujan y te escupen si no eres uno de ellos. Se trata de la sociedad de clases.
Los que tenemos ya unos añitos, recordamos muy bien la llegada de Felipe González y los aires o ínfulas que las feministas separadoras de matrimonios y los materialistas regidos por el resentimiento, la envidia y el odio (rasgos que muestran claramente en su cara y en su mirada) expresaban públicamente.
Se instituyeron premios de todo tipo para reforzar sus rasgos identitarios de clase, exprimiendo al contribuyente y, sobre todo, a la clase obrera.
A su vez, favorecieron los intereses de los ricos que les pudieran proporcionar cobijo, por si los tiempos cambiaban, sobre todo en algún país americano.
José Luis Rodríguez, más radical que ningún otro, más guerrista que ningún otro, más izquierdista y más feminista que ningún otro, se abrió paso en la jungla de la izquierda, hasta escalar el poder, rodando cabezas a su paso. Su especialidad es la manipulación social, gusta de los experimentos sociológicos con las masas, pero su fin es claro: el socialismo como régimen.
Algunos se extrañan de que no haya democracia, y es que democracia no hay desde los primeros años del felipismo, en el momento en que el órgano supremo de los jueces quedó en manos de los políticos; desde el momento en que los órganos supremos del ejército fueron depurados al gusto de los gobernantes, justo en el momento en que don Juan Carlos decidió dejar hacer a los radicales de izquierda hasta desaparecer el Estado de Derecho y la Democracia misma.
Una mayoría electoral no justifica el atentado contra la Constitución de no respetar la división de poderes, ni el Tribunal Constitucional actual puede decidir sobre ninguna causa por ser mera correa de transmisión del poder legislativo y ejecutivo y no un poder independiente, elegido por jueces independientes y ajenos a los partidos políticos. Grave error es el permitir que un juez milite en un partido político, lo mismo que un soldado o un policía. Hay profesiones que han de ser NEUTRAS.
Finalmente, el juez Garzón debería haber sido ya apartado de su puesto, por orden superior, y el fiscal general del Estado haber seguido idéntico rumbo, a la espera de su procesamiento y enjuiciamiento posterior.
¡¡¡BIENVENIDOS AL MUNDO BATASUNO!!!
Bueno, bueno... por fin os dais cuenta de lo que hemos tenido que pasar en el país vasconavarro durante décadas. Esto se llama la batasunización de la sociedad. En el mundo batasuno te marginan en la calle, te miran con desprecio y hasta te empujan y te escupen si no eres uno de ellos. Se trata de la sociedad de clases.
Los que tenemos ya unos añitos, recordamos muy bien la llegada de Felipe González y los aires o ínfulas que las feministas separadoras de matrimonios y los materialistas regidos por el resentimiento, la envidia y el odio (rasgos que muestran claramente en su cara y en su mirada) expresaban públicamente.
Se instituyeron premios de todo tipo para reforzar sus rasgos identitarios de clase, exprimiendo al contribuyente y, sobre todo, a la clase obrera.
A su vez, favorecieron los intereses de los ricos que les pudieran proporcionar cobijo, por si los tiempos cambiaban, sobre todo en algún país americano.
José Luis Rodríguez, más radical que ningún otro, más guerrista que ningún otro, más izquierdista y más feminista que ningún otro, se abrió paso en la jungla de la izquierda, hasta escalar el poder, rodando cabezas a su paso. Su especialidad es la manipulación social, gusta de los experimentos sociológicos con las masas, pero su fin es claro: el socialismo como régimen.
Algunos se extrañan de que no haya democracia, y es que democracia no hay desde los primeros años del felipismo, en el momento en que el órgano supremo de los jueces quedó en manos de los políticos; desde el momento en que los órganos supremos del ejército fueron depurados al gusto de los gobernantes, justo en el momento en que don Juan Carlos decidió dejar hacer a los radicales de izquierda hasta desaparecer el Estado de Derecho y la Democracia misma.
Una mayoría electoral no justifica el atentado contra la Constitución de no respetar la división de poderes, ni el Tribunal Constitucional actual puede decidir sobre ninguna causa por ser mera correa de transmisión del poder legislativo y ejecutivo y no un poder independiente, elegido por jueces independientes y ajenos a los partidos políticos. Grave error es el permitir que un juez milite en un partido político, lo mismo que un soldado o un policía. Hay profesiones que han de ser NEUTRAS.
Finalmente, el juez Garzón debería haber sido ya apartado de su puesto, por orden superior, y el fiscal general del Estado haber seguido idéntico rumbo, a la espera de su procesamiento y enjuiciamiento posterior.