Hemeroteca: MEDIDA PARA AHORRAR AGUA DEL GOBIERNO DE ZAPATERO: ORINAR EN LA DUCHA

Claro que para mear en la ducha ecológicamente hay que ducharse y si tienes PRÓSTATA, POR EJEMPLO, Y UNA EDAD, no es muy beneficioso andarte duchando todo el dia.

Y si estás sano de esa parte y te tienes que duchar cuatro veces, porque si no olería el baño a rata muerta, CREO que se gastarían mas de 50 litros por ducha que los que se gastan tirando de la cisterna.

COMO SIEMPRE, OTRA MENTIRA DE ZAPATERO


http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/23/ciencia/1253704670.html
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Una carta de Zapatero
http://www.latribunadealbacete.es/noticia.cfm/Opini%C3%B3n/20091012/carta/zapatero/44A444DF-1A64-968D-5962704A340CB581
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lunes

La carta abierta del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero a los maestros españoles, publicada hoy, nos trae una certeza y una sospecha. La certeza, que no se la ha escrito un negro; la sospecha, que pudiera tratarse de una plantilla. Aunque sabemos que algunos políticos recurren a los negros cuando incursionan en aledaños literarios, otros más honestos arriesgan su puño y letra, y a la vista está, después de leer su breve texto periodístico, que Zapatero es de los honestos. El negro es de la especie curtida que, a costa de mil encargos, ha conseguido, si no un estilo, una profesionalidad en su oficio y sus textos, siendo impersonales, gozan de la efectividad que se puede exigir a un especialista de confianza. Lo de Zapatero, que no ha querido darnos gato por liebre, se nota enseguida que es suyo, porque entre sus rechinantes junturas asoma toda la retórica hueca de su ejercicio político, no exhibe ni una sola idea propia sino que sobrevuela por entre ideas cósmicas y tiene la bienintencionalidad del niño ingenuo al que le encargan una redacción y pide la paz mundial para ya mismo. En este sentido podría verse como una carta a los Reyes Magos pero al revés: la escribe el mago. La sospecha de plantilla viene de que si se cambia el término clave, maestro (y maestra, como él dice), por el de cualquier otro gremio, su eficacia es la misma: póngase en su lugar farmacéutico, ferretero, jornalero, banquero, incluso parado o jubilado y se verá que su propuesta no se mueve un punto del relamido halago y el buen rollito. En el Renacimiento se tenía a gala, y así lo vio Juan de Valdés en su Diálogo de la lengua, escribir como se hablaba, esto es, con llaneza y sin darse ínfulas literarias. Ese ideal de huir de la afectación lo alcanzaron pocos, Cervantes, Galdós, Baroja, y no se me hubiera ocurrido ninguno más hasta que, leyendo la carta zapateriana a los maestros, no he podido escapar a la impresión simultánea de estar oyéndole el tonillo. Tan escueto testimonio, demostrativo de que nuestro presidente escribe igual que habla (igual de mal, se entiende) nos ilustra por fin el origen de su talante idealista, tan ajeno a la selva contemporánea: Zapatero no es un socialista sino un renacentista.

miércoles

La ciudad de Puebla, en México, ha inaugurado una flota de taxis rosas de uso exclusivo para mujeres. Los taxis son monísimos y además de todos los adelantos propios de los coches inteligentes incluyen un kit de belleza, por si a la usuaria le da el arrebato en plena carrera. Los promotores de la idea aseguran que las conductoras, también mujeres, conocen el reglamento y saben cambiar llantas, lo que garantiza un viaje seguro, seguridad que se incrementa con un botón de pánico cuyo solo nombre ya nos deja tranquilísimos. La medida ya se ha tomado, al parecer con éxito, en grandes urbes como Londres, Dubai, Moscú y Nueva York, y no suena a despropósito solicitar su implantación en España, país donde el oficio de conductor de taxis está eximido, por el momento, de la paridad a que se obliga en otros ámbitos. Un fifty fifty también entre taxistas, que ya está bien de tanto bruto al volante, seguidor fanatizado de la Cope. A modo de experiencia piloto, se podría habilitar una línea de taxis rosa que cubriera el trayecto hasta el Ministerio de Cultura, a fin de que a las viajeras les dieran una subvención por ser mujeres, previa parada en el Ministerio de Igualdad donde les extiendan el certificado de desigualdad.

jueves

A Mercedes Milá le teníamos manía, para qué vamos a engañarnos, por no decir asco. Se había estrenado como entrevistadora de ceño fruncido, solvente periodista sólo en apariencia, hasta que encontró su auténtica vocación presentando unos programas sobre unos tarados también vocacionales que hacían de todo, en el interior de una casa, salvo cosas de provecho.
La locuaz presentadora, ante el aluvión de palos que le llovieron de todos lados, justificó su papel de reality woman por el valor sociológico del invento, y ya sea por mímesis con los concursantes o por razones de contrato, ella misma se fue volviendo un caso sociológico, cuando no clínico.
El caso es que empezó a ir de plató en plató enseñando las tetas o las bragas y contando intimidades de toilet, como una gran hermana salida e histérica.
Ahora unos ecologistas brasileños han revelado que mearse en la ducha es beneficioso para el planeta, pues supone un ahorro de 4.000 litros de agua por barba (en remojo), los que gastamos de cisterna, y recomiendan hacerlo sin escrúpulos pues la orina, compuesta por un 95% de agua y cinco de sales minerales y residuos, no mancha, aparte el gustito que da.
A Milá, que era la gran meona confesa de este país, hay que mirarla desde entonces con otros ojos, pues lo que aparentaba ser un chascarrillo para levantar la audiencia se ha revelado como un ejercicio conveniente para levantar el planeta.
Un detalle así nos vale para disculparle todos los histrionismos y para declararla campeona de todas las ecologías. Tendrían que reservarle una silla en la cumbre G-20 de Copenhague, al lado de mandatarios que no mean ni gota.

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