Mantiene su desplome en las clasificaciones internacionales, mientras The Washington Post define al país como "valle de la muerte de los emprendedores".
Es una gran noticia que la Selección Española de Baloncesto pueda con Francia en la final del Europeo; también que el Equipo de Copa Davis arrase a los galos en Córdoba; que Pedrosa y Lorenzo se batan el cobre con el australiano Casey Stoner en todos los circuitos; o que Alonso sea el piloto más admirado de la Fórmula 1. Desgraciadamente, en el terreno económico, es evidente que a España le queda mucho que aprender de sus deportistas.
En todos los rankings internacionales sobre libertad económica, intervencionismo, legislación o situación de las cuentas públicas está mucho más cerca de los países del tercer mundo que de sus grandes vecinos de la UE. Y la tendencia no sólo no cambia, sino que parece empeorar con el paso de los años. Este martes se ha conocido uno de los estudios con más solera, el que elabora el prestigioso Fraser Institute canadiense desde mediados de los 90. Y España ha vuelto a ver cómo su nota se reducía ligeramente.
Una columna muy comentada
La aparición de la clasificación del Fraser Institute para 2011 prácticamente ha coincidido en el tiempo con la publicación de una de las columnas más comentadas en las redes sociales de los últimos meses. El pasado domingo, Vivek Wadhwa llevaba a The Washington Post un artículo titulado Lo que España podría aprender de su ex colonia. En el mismo, cuestiona muy seriamente la situación económica española, haciendo especial hincapié en los errores en su legislación, en la rigidez de sus mercados y en su sistema tributario.
Quizás lo que más ha llamado la atención es una frase en la que Wadha califica a España como "valle de la muerte para los emprendedores". El columnista justifica su comentario destacando que en la última edición del Doing Business, informe del Banco Mundial que ordena a los países en función de la facilidad que otorgan a los nuevos empresarios para abrir un negocio, está situado en el puesto 147 de 183 países, justo por detrás de la República Democrática del Congo.
De mal en peor
Más o menos las mismas conclusiones que ha sacado el articulista de The Washington Post son las que pueden encontrarse en el estudio del Fraser Institute. Este índice mide la libertad económica de 141 países del mundo. España ocupa el puesto 54, alejándose de casi todos los grandes países de la UE (que están en los 30 primeros puestos). Sólo Italia, Portugal y Grecia están peor clasificados, y viendo su situación actual no parece una buena compañía. De hecho, en el puesto 52 del ránking está Uganda, en el 55 Trinidad y Tobago, en el 56 Kazajstán y en el 57 Kenya. Vamos, todo un conjunto depotencias mundiales con el que compararse.
La posición de España es mala, pero es aún más triste si se analiza su evolución en los últimos años. En 1975, su nota era de 6,02 (bastante baja) y fue subiendo poco a poco hasta superar el 7 a mediados del año 2000 y alcanzar un 7,5 en las clasificaciones de 2003 y 2004. Sin embargo, desde entonces, con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a La Moncloa, ha vuelto a perder puntos y ahora apenas puede presumir de un 6,92 que le lleva a ese puesto 54 del que hablábamos antes.
Esta nota total es el resultado de cinco subnotas, correspondientes a los epígrafes de tamaño del Gobierno, sistema legal, solidez monetaria, libertad de comercio y regulación. Pues bien, en todos ellos, salvo en el apartado monetario, España está muy alejada de los países líderes. Es decir, sólo el euro (que no está bajo control de los políticos nacionales) permite al país avanzar algo en la clasificación.
De esta manera, entre esos 141 países, España está en el puesto 94 por el tamaño de su sector público, en el 42 por el respeto de sus leyes a los derechos de propiedad, en el 56 por las facilidades al comercio y en el 15 por la calidad de su moneda. Excepto este último, no son puesto para presumir.
Pero todos parecen casi buenos si se comparan con el puesto que España ocupa en el apartado regulatorio, en el que está clasificada en el puesto 101 de 141. De los tres subíndices de esta sección, ocupa el puesto 70 en el "mercado de crédito", el puesto 81 en el de la "legislación sobre empresas" y el ¡¡¡118!!! en el del mercado laboral. Y luego nuestros políticos se preguntan cada día por qué no se crean empresas en España o cuál es la razón de la carencia de emprendedores.
700 euros del ala,y el astillero hace mas ruido dia y noche que mi empresa y esta al aire libre.
¡Ah¡ Por cierto, la próxima vez que se acerque por el Corte Inglés, póngase guantes de látex no sea que se le ocurra tocar inadvertidamente los pasamanos de la escalera mecánica -por la carga microbiana que puede llegar a tener- y por lo de exigir mascarillas en el metro, no se preocupe, creo que la medida ya está en estudio por el bien de nuestra salud.
Salu2
P.D: Sugiero al "informático" encargado de estas páginas que repase ese javascript encargado de contar los 3.000 caracteres. Creo que algunos le quedaremos muy agradecidos.
Le agradezco su aclaración; superflua por lo demás, porque ya sabía que es una cuestión de higiene y en particular, la observación de que la carne es un "alimento caracterizado de alto riesgo por la carga microbiana que puede llegar a tener", es innecesaria por obvia. Pero me parece que olvida que la cuestión no es esa. Me refiero a que las cuestiones de higiene no tienen que ser establecidas por ley o reglamento aparte de la Mahometanas; de las enseñanzas que puedan dar los padres a sus hijos respecto a la conveniencia de lavarse las manos antes de comer, o la que puedan dar los maestros a los párvulos sobre la inconveniencia de meterse el dedo en el culo y después en la boca.
Su argumentación de que lo hacen así en otros países, pues habría que conocer los detalles. Pero tampoco me sirven gran cosa, porque le aseguro que estupideces las hacen en todos sitios, aunque evidentemente, en este las hacemos a calderadas. El problema de fondo es que jamás llegaremos a esa Arcadia feliz a la que nos quieren conducir los políticos y burócratas -de modo especial los de Sanidad-, porque es sencillamente incosteable.
Otro día que tenga tiempo y gana le recordaré -porque creo haberlo publicado ya en este digital- cómo la comunidad en la que habito, ha estado en un tris de tener que cerrar la piscina comunitaria porque las normas y reglamentos de seguridad e higiene la hacen incosteable a los ciudadanos de clase media que la componen.
En cualquier caso y volviendo a su argumentación, supongo que al referido carnicero le quedan los días contados. Porque después de pesar el Kilo de chuletas a la señora que me precedía, esta le entregó un billete de 20 Euros y él le devolvió el cambio junto con la compra, sin haberse lavado las manos con desinfectante y sin habérselas secado cuidadosamente después de haber tocado el cajón del dinero -por la carga microbiana que puede llegar a tener-.
Otro caso es un establecimiento donde un señor que está manipulando carne cruda (alimento caracterizado de alto riesgo por la carga microbiana que puede llegar a tener) pueda,a la vez, manipular productos para consumo directo sin envasar como es el pan: deben estar por separado y antes de despacharte el pan debe lavarse las manos con jabón y secarse. La norma no es sólo de España sino de toda la Union Europea y existen normas equivalentes en todo lo que llamamos "mundo civilizado": USA, Australia, Canadá, Israel, Noruega... No es cuestión de trabas a las empresas sino de salud pública. Seguro que en Mauritania o la India no tienen esos problemas.
Por otra parte, le habría bastado con poner una estantería de pan en régimen de autoservicio y cada cliente coge su barra; eso sí, el pan debe estar envasado, en sus bolsitas, que tampoco es cuestión de que lo ande sobando todo el mundo comprobando qué barra está a su gusto.
Pues España esta en una situacion del catastrofe nacional y ya es la hora de aplicar la misma tactica.
Abajo Partitocracia!
Ah, por cierto, la excolonia a la que se refiere Wadhwa es Chile.
El problema se agrava porque a las "paridas" de los señores de la Carrera de S. Jerónimo, hay que añadir las que a diario excretan los miembros de otros 17 antros de regulación, que no contentos con cobrar puntualmente sus latisueldos, se dedican con ahínco a poner palos en las ruedas de todo el que intenta hacer algo distinto a preparar oposiciones.
Seguro que cualquier lector de este digital que tenga unas mínimas nociones y contacto con lo que es el mundo empresarial, tiene decenas de anécdotas que contar. Pero a título de ejemplo, les resumo la última que he tenido la desgracia de presenciar.
Casi a diario doy un paseo de recorrido fijo y el otro día, me sorprendió un letrero en la que hasta entonces había sido una carnicería, anunciando tres barras de pan por un Euro. Aprovechando que en casa estábamos escasos y espoleado por la curiosidad, entre a aprovechar la oferta y de paso, contemplar cómo se había diversificado el negocio o si era una cosa puntual.
Para satisfacer mi pedido, el carnicero tuvo que salir de detrás de su vitrina y entrar en un cuartito de paredes acristaladas, provisto de su correspondiente puerta, que había construido en una esquina de la tienda. Ante mi extrañeza por aquella disposición tan racional y poco práctica, me comentó apesadumbrado que "lo habían obligado los de Sanidad". Por lo visto, los artículos cárnicos y los de panadería eran mutuamente incompatibles, y la adecuación a las normas para intentar superar la crisis, le había supuesto un desembolso y molestias considerable, ya que además de propietario, es el único empleado.
Ni que decir, que al llegar a casa con mi bolsa de pan, se me creó un problema insoluble y es que en casa carecemos de una estancia o compartimento específico que nos permita mantener separados los productos de panadería del resto de alimentos. De forma que contraviniendo las normas, acabó todo en la cocina, con el consiguiente peligro de que aparezca un inspector de "Sanidad" en el momento más insospechado. En cuyo caso, puedo asegurarles que o él o yo, acabaremos rodando por las escaleras.
Esto no lo arregla ni Aznar, porque Rajoy dudo mucho que lo pueda hacer. Hay que romper muchos huevos para hacer la tortilla de la Libertad y del Imperio de la Ley, aguantar las traiciones y ataques de los que se quieren cargar la nación (PSOE y socios separatistas) y me da la impresión que no tiene los bemoles suficientes . Y ojalá que me equivoque por el bien de España y los españoles.
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