REPORTAJE: TENIS - Semifinales de la Copa Davis
"Todavía no sé si es algo grave"
Djokovic, lesionado en la espalda, se retira entre lágrimas ante Del Potro, y Serbia, la campeona, cae ante Argentina
AGENCIAS / J. J. M - Belgrado / Córdoba - 19/09/2011
Son lágrimas de dolor, un llanto hecho de decepción, pero también es una llorera que bebe en el coraje, en el orgullo y el corazón de un campeón rebosante de deseo. Mientras el argentino Juan Martín del Potro celebra con los puños en alto su victoria (7-6, 3-0 y retirada del serbio Novak Djokovic; Argentina jugará con España del 2 al 4 de diciembre la final de la Davis tras eliminar 2-3 a Serbia), el número uno mundial, que solo ha perdido un encuentro sobre la pista en 2011, llora.
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Ocurre en Belgrado. Pasa delante de su público. Se descuentan esos minutos en medio de un país entregado a su tenista, apasionado y nacionalista, la bandera de Serbia en el mundo. Así ha intentado Nole disputar el duelo: con dolores en la espalda, sin entrenamientos tras su maratón hacia el título del Abierto de Estados Unidos, agotado por la diferencia horaria, y presionado porque su equipo necesita la victoria para mantener viva la defensa del título. "En el equipo pensamos que el 60% de Djokovic era más que el 100% de Troicki", razonó él mismo sobre su posible sustituto en el cuarto partido.
El serbio acabó tirado en el suelo, atormentado por un vendaje comprensivo, llorando bajo una toalla y entre el griterío de la gente, roto por dentro y por fuera. "Evidentemente, estoy muy decepcionado porque el partido haya terminado así", se lamentó el número uno mundial, que se ha retirado en dos ocasiones durante este curso, y que ya debió ser atendido en la misma zona durante la final de Nueva York, ganada contra Rafael Nadal. "Lo intenté, pero las cosas no funcionaron", siguió. "Decidimos jugar y asumir el riesgo de que la lesión se agravara durante el encuentro. Asumo la responsabilidad de esa decisión. Pude jugar con este dolor durante la final del Abierto de Estados Unidos, pero no en esta ocasión. Debo hacerme pruebas para saber si esta lesión es grave. Estoy triste. He empleado todas mis fuerzas, pero no ha sido suficiente. Del Potro ha jugado perfecto".
Las lágrimas de Serbia fueron las sonrisas de Argentina. La albiceleste, derrotada en Mar del Plata 2008 por España, volverá a buscar su primera Ensaladera contra la selección. Esa es la obsesión de David Nalbandian, un tenista con el único gran brillo en su currículo de la Copa de Maestros de 2005, que quiere cerrar su carrera con un título a la altura de su juego. Esa es, también, la meta de Del Potro, que ayer también lloraba, lágrimas de emoción, no de dolor, y que llegará a diciembre pareciéndose mucho más que hoy al tenista que ganó el Abierto de Estados Unidos 2009. Ese es el afán de Argentina, que anhela el trofeo desde hace décadas. "Nos merecemos llegar a la final. Somos un equipo excelente que vive y respira junto", concluyó Delpo tras abrazarse a Nole en la pista y los vestuarios.
Los argentinos ya saben con qué les esperará España, el mejor equipo del siglo XXI: con un grupo de tenistas que ha ganado dos veces la Davis en los últimos tres años, una pista de tierra batida y preferentemente a nivel del mar, según explicó Albert Costa, el seleccionador español, que ya levantó el trofeo en su primer año en el puesto (2009).
La altura, como siempre, condicionará la sede en la que se dispute la eliminatoria decisiva. Valencia y Madrid, esta con sus más de 600 metros sobre el nivel del mar, ya se han presentado al concurso. La capital española tiene un problema. Es de sobra conocido cuál es el mandamiento que guía invariablemente la gestión de la actual junta directiva de la Federación: por encima de cualquier cosa, los tenistas.
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