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13/03/2010 a las 14:03:52h
"Según se dice". No, según indica una prueba, que no indicio, científica. Porque es que resulta que se ha hablado de conspiranoicos, palabra que viene de unir conspiración y paranoia -siendo la paranoia un tipo de esquizofrenia, es decir, una pérdida de contacto con la realidad- y ahora está resultando que los que no quieren ver la realidad científica, que es prácticamente la única de la que se dispone para dilucidar esto, son otros. Un pueblo, como el español, que a estas alturas ve lo negro blanco simplemente porque se lo dicen los medios de comunicación más poderosos, que es capaz de creer antes en las "verdades" oficiales o juridicas que en lo que ve con sus ojos, es un pueblo frágil ante cualquier circunstancia. Es el mismo pueblo que se hiela de frío envuelto en nevadas y aún sigue creyendo en el calentamiento global; un pueblo que da antes crédito a las palabras del timador que a sus propios sentidos físicos; un pueblo idiotizado que se mueve mucho más, muchísimo más, por simpatías y odios, por insignias, que por objetividad y ocherencia. No hay verdades jurídicas, como no hay verdades arquitectónicas ni verdades médicas ni de ninguna otra calificación; simplmente hay verdades y mentiras. Y en este asunto no sólo hay víctimas del atentado, que son las principales y las más perjudicadas, hay víctimas de la opinión interesada, personas a las que se ha arrinconado por mantener un pensamiento deductivo y lógco y a las que se ha insultado llamándolas, eso, paranoicas. Estas personas, que son muchas, también necesitan ser compensadas aunque su caso no sea tan doloroso como el otro. El Gobierno Español, éste o el que venga más tarde, no podrá soportar por siempre el no reconocimiento oficial de las injusticas que se han cometido y el de las menitras que se han vertido. Mientras ese reconocimiento no llegue, el país estará sumido en una constante crisis política de fondo; porque esto siempre sucede cuando no se da la razón a quien la tiene, siempre ha sido así; y por esto precisamente se inventaron los jueces, para que den la razón a la parte que la lleva. Un abrazo..
"Según se dice". No, según indica una prueba, que no indicio, científica. Porque es que resulta que se ha hablado de conspiranoicos, palabra que viene de unir conspiración y paranoia -siendo la paranoia un tipo de esquizofrenia, es decir, una pérdida de contacto con la realidad- y ahora está resultando que los que no quieren ver la realidad científica, que es prácticamente la única de la que se dispone para dilucidar esto, son otros. Un pueblo, como el español, que a estas alturas ve lo negro blanco simplemente porque se lo dicen los medios de comunicación más poderosos, que es capaz de creer antes en las "verdades" oficiales o juridicas que en lo que ve con sus ojos, es un pueblo frágil ante cualquier circunstancia. Es el mismo pueblo que se hiela de frío envuelto en nevadas y aún sigue creyendo en el calentamiento global; un pueblo que da antes crédito a las palabras del timador que a sus propios sentidos físicos; un pueblo idiotizado que se mueve mucho más, muchísimo más, por simpatías y odios, por insignias, que por objetividad y ocherencia. No hay verdades jurídicas, como no hay verdades arquitectónicas ni verdades médicas ni de ninguna otra calificación; simplmente hay verdades y mentiras. Y en este asunto no sólo hay víctimas del atentado, que son las principales y las más perjudicadas, hay víctimas de la opinión interesada, personas a las que se ha arrinconado por mantener un pensamiento deductivo y lógco y a las que se ha insultado llamándolas, eso, paranoicas. Estas personas, que son muchas, también necesitan ser compensadas aunque su caso no sea tan doloroso como el otro. El Gobierno Español, éste o el que venga más tarde, no podrá soportar por siempre el no reconocimiento oficial de las injusticas que se han cometido y el de las menitras que se han vertido. Mientras ese reconocimiento no llegue, el país estará sumido en una constante crisis política de fondo; porque esto siempre sucede cuando no se da la razón a quien la tiene, siempre ha sido así; y por esto precisamente se inventaron los jueces, para que den la razón a la parte que la lleva. Un abrazo..
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Pablo Sánchez de Medina López-Huertas ha dicho el 13/03/2010 a las 14:03:27h
"Los Tribunales han ofrecido una apreciable verdad judicial respecto de lo que ocurrió, aunque con el explosivo equivocado según se dice," Según se dice... ¿Cuál es esa verdad judicial apreciable? Lo que se aprecia es que la verdad judicial es mentira. Según se dice... No estaría de más que los prohombres de esta navión se leyeran las fuentes y no se atrevieran a escribir sobre atentados mortales "según se dice". RIGOR..
"Los Tribunales han ofrecido una apreciable verdad judicial respecto de lo que ocurrió, aunque con el explosivo equivocado según se dice," Según se dice... ¿Cuál es esa verdad judicial apreciable? Lo que se aprecia es que la verdad judicial es mentira. Según se dice... No estaría de más que los prohombres de esta navión se leyeran las fuentes y no se atrevieran a escribir sobre atentados mortales "según se dice". RIGOR..
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Manuel Ballester ha dicho el 13/03/2010 a las 11:03:26h
¡El 11M! Aquella mañana fue asesinado el pueblo español. ¿Quiénes son los asesinos? Ni el juez Gómez Bermúdez lo sabe. Creimos en él, pero él, más que juez, fue parte, es mi opinión, (voluntaria, involuntaria o sumisamente política) de la trama asesina que todavía no se ha desvelado en su totalidad. ¿Por qué? ¿Intereses de partido? ¿Ocultos criminales en la sombra de la indignidad? ¿El poder de un presidente interesado en que no se descubra la verdad? ¿Posibles Policías corruptos que esconden su rostro tras un crimen execrable? El pueblo tiene derecho a saber quiénes son los criminales que con su pólvora al descubierto mataron vilmente a 190 trabajadores y dejaron en la cuneta de la invalidez a muchos otros. ¿Y los que siguen malviviendo pegados a la invalidez física y moral, no tienen derecho a conocer los rostros de los canallas que perpetraron tal masacre?. Sr. Pons, su blog no me gusta por el contenido político que esconde. Sé que es difícil pedirle a un político que diga la verdad, pero esconder la verdad, cuanto menos, me parece una cobardía y un insulto a los muertos. Su PP no tiene manchadas la manos de sangre, pero reconózcame que no seguir el rastro de los asesinos, luchar por saber dónde se esconden, descubrir quiénes están detrás la villanía más criminal de la historia española y aceptar explicaciones que poco prueban, no es la mejor manera de defender a los muertos. Tal vez, en esta ocasión han demostrado una cierta cobardía política. Pero por encima de lo político están las personas muertas y los inválidos a causa de la masacre. Ese respeto es el que les exige, si llegan al poder, que intenten descubrir quiénes fueron los colaboradores y los culpables del asesinato del 11 M. Caso de no hacerlo, el pueblo les tachará de cobardía política, y su credibilidad quedará menguada..
¡El 11M! Aquella mañana fue asesinado el pueblo español. ¿Quiénes son los asesinos? Ni el juez Gómez Bermúdez lo sabe. Creimos en él, pero él, más que juez, fue parte, es mi opinión, (voluntaria, involuntaria o sumisamente política) de la trama asesina que todavía no se ha desvelado en su totalidad. ¿Por qué? ¿Intereses de partido? ¿Ocultos criminales en la sombra de la indignidad? ¿El poder de un presidente interesado en que no se descubra la verdad? ¿Posibles Policías corruptos que esconden su rostro tras un crimen execrable? El pueblo tiene derecho a saber quiénes son los criminales que con su pólvora al descubierto mataron vilmente a 190 trabajadores y dejaron en la cuneta de la invalidez a muchos otros. ¿Y los que siguen malviviendo pegados a la invalidez física y moral, no tienen derecho a conocer los rostros de los canallas que perpetraron tal masacre?. Sr. Pons, su blog no me gusta por el contenido político que esconde. Sé que es difícil pedirle a un político que diga la verdad, pero esconder la verdad, cuanto menos, me parece una cobardía y un insulto a los muertos. Su PP no tiene manchadas la manos de sangre, pero reconózcame que no seguir el rastro de los asesinos, luchar por saber dónde se esconden, descubrir quiénes están detrás la villanía más criminal de la historia española y aceptar explicaciones que poco prueban, no es la mejor manera de defender a los muertos. Tal vez, en esta ocasión han demostrado una cierta cobardía política. Pero por encima de lo político están las personas muertas y los inválidos a causa de la masacre. Ese respeto es el que les exige, si llegan al poder, que intenten descubrir quiénes fueron los colaboradores y los culpables del asesinato del 11 M. Caso de no hacerlo, el pueblo les tachará de cobardía política, y su credibilidad quedará menguada..
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