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L'ESTACA, LO MISMO VALE PARA UN ROTO QUE PARA UN DESCOSIDO
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Por el año 1968, el gobierno de España en manos del general Franco tocaba a su fin y había muchos deseos de que esto sucediera lo antes posible, para lo cual muchos ponían su granito de arena.
Así fue como Lluís Llach creó L'Estaca.
L'estaca fue una canción que se cantaba, en Cataluña en todas las manifestaciones de cualquier tipo, y con ella se preconizaba la llegada de la libertad, que para unos no existía y para otros, no sobraba, pero tampoco faltaba lo suficiente como para hacer de su vida un infierno, ya que la pela no faltaba, el trabajo tampoco, teníamos seguridad social, casi todos tenían un seiscientos, o más, no faltaba comida, teníamos radio y televisión, y hasta se podría decir que la mayor parte de los españoles podía irse de vacaciones.
Es verdad que faltaba libertad en algunos aspectos, pero viniendo de donde veníamos, no se echaba en falta, porque tiempos antes, a lo mejor había más libertad, pero a lo mejor faltaban muchas de las otras cosas.
Y eso es lo que se pedía en esta canción, o ese era el motivo por el que se cantaba.
2.008, en Cataluña quieren cerrrar emisoras de la Cope y otros que no son agradables al gobierno y un día se reunen, delante del CAC 4.000 personas pidiendo libertad de expresión a todos los niveles.
Y saben que canción cantaban:
L'Estaca
O sea que 40 años después, el pueblo catalán pide al gobierno catalan lo mismo que el pueblo catalán pedía 40 años antes a Franco.
Y es que mande quien mande, los gobiernos siempre se "apañan" para callar las voces molestas, sean de derechas, de izquierdas, fachas de uno u otro sentido, en dictadura o en democracia.
¡Ah! y al fin y al cabo, en este caso general o generalísimo, Franco no transgredía, porque era dictador y actuaba como dictador.
Lo malo es cuando se está en democracia y se actua dictatorialmente.
Ver porque se hizo esta manifestación, ver porque no se puede estudiar en Castellano en Cataluña y ver muchas otras cosas
¿CAPICCI?
L'Estaca
Lluís Llach, 1968
El abuelo Siset me hablaba
al amanecer, en el portal,
mientras esperábamos la salida del sol
y veíamos pasar los carros.
Siset: ¿No ves la estaca
a la que estamos todos atados?
Si no conseguimos liberarnos de ella
nunca podremos andar.
Si tiramos fuerte, la haremos caer.
Ya no puede durar mucho tiempo.
Seguro que cae, cae, cae,
pues debe estar ya bien podrida.
Si yo tiro fuerte por aquí
y tú tiras fuerte por allí,
seguro que cae, cae, cae,
y podremos liberarnos.
Pero, Siset, hace mucho tiempo ya,
las manos se me están desollando,
y en cuanto abandono un instante,
se hace más gruesa y más grande.
Ya sé que está podrida,
pero es que, Siset, pesa tanto,
que a veces me abandonan las fuerzas.
Repíteme tu canción.
El viejo Siset ya no dice nada;
se lo llevó un mal viento.
—él sabrá hacia dónde—,
mientras yo sigo bajo el portal.
Y cuando pasan los nuevos muchachos,
alzo la voz para cantar
el último canto de Siset
el último canto que él me enseñó.
Lluís Llac Grande
1968
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