14:10 | 25 de julio, 2010
Santiago, ilumina al rey Juan Carlos
El rey ha presidido hoy los actos en honor del apóstol Santiago, patrón de España. Por si alguien no lo sabe, los monarcas españoles llevan haciendo esto desde 1643, pero incluso mucho antes de esa fecha el pueblo español invocaba a este discípulo de Jesús y se encomendaba a su protección. Hago esta aclaración para los giliprogres que se les llena la boca hablando de la separación de la Iglesia y el Estado y bla, bla, bla...
Don Juan Carlos, en su ofrenda al apóstol, le ha pedido por los jóvenes, por el fin del terrorismo y por la solidaridad entre las comunidades autónomas (tiene bemoles que tengamos que recurrir a la interecesión del Apóstol para esto, pero creo que Su Majestad ha estado en este punto especialmente oportuno...). Además, ha pedido que ilumine a nuestros políticos. De veras que necesitan ayuda. Sobre todo los que no quieren dejarse ayudar desde lo Alto.
Quiero darle gracias al Rey, a mi Rey, al Rey de todos los españoles, “símbolo de permanencia y unidad de la Patria” por sus acertadas palabras en la catedral. Y quiero aprovechar también, en mi particular ofrenda a Santiago, para pedir con mucha intensidad, precisamente, por el mismo rey de España. Por don Juan Carlos de Borbón y Borbón. Que el Apóstol ilumine su proceder y, sobre todo, su mano a la hora de firmar determinadas leyes. Que ilumine también a la reina, al príncipe y a toda la familia real, sobre todo a los que más lo necesitan.
Para mí, don Juan Carlos ha sido una figura clave y sumamente beneficiosa en la historia de la España reciente. Es un español de bien, pero, como todos, se enfrenta a serias dificultades y tribulaciones a lo largo de la vida. Recientemente hemos sido testigos de ello. Hoy 25 de julio es un día propicio para solicitar al Apóstol que conceda al jefe de Estado toda la ayuda que él solicita a su vez para nosotros.
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45 Comentarios
A pesar de los francotiradores de la plumilla, lo cierto es que la Corona es la más, no por no decir la única, Institución seria y respetada que nos queda. No entiendo como algunos se permiten la frivolidad suicida y antipatriota de querer derribarla, por cuestiones necias y argumentos de portera cotilla.