Cuba continúa oponiéndose activamente a la coalición dirigida por Estados Unidos que conducía la guerra mundial contra el terrorismo.
Cuba sigue sosteniendo en las Naciones Unidas y en otros foros que los actos de los movimientos de liberación nacional son legítimos y no pueden ser definidos como terrorismo, y ha tratado de caracterizar a varios grupos como "movimientos legítimos de liberación nacional", que apuntan intencionalmente a civiles inocentes para promover sus agendas políticas, religiosas o sociales.
El gobierno cubano afirma, a pesar de la falta de pruebas, que es la víctima principal del terrorismo patrocinado por los cubano-norteamericanos de Estados Unidos.
Las acciones y declaraciones públicas del gobierno cubano van en contra del espíritu de las convenciones de las Naciones Unidas contra el terrorismo de las cuales es signatario. Cuba continúa dando apoyo ilimitado a las Organizaciones Terroristas Extranjeras, así como refugio a los terroristas.
El gobierno cubano se niega a entregar a sospechosos de terrorismo a países que los han acusado de actos terroristas, alegando que el gobierno receptor no llevaría adelante un juicio justo en base a acusaciones que son "políticas".
La Habana les permitió residir en Cuba a varios miembros de la ETA, a pesar del pedido público de noviembre de 2003 por parte del gobierno español para que les negaran refugio, y también dio refugio y algo de apoyo a miembros de los grupos guerrilleros colombianos de las FARC y las AUC.
Muchos de los más de setenta fugitivos de la justicia de Estados Unidos que se han refugiado en la isla están acusados de cometer actos violentos en Estados Unidos, contra inocentes con el fin de impulsar causas políticas.
Entre ellos figura Joanne Chesimard, buscada por el asesinato de un policía estatal en Nueva Jersey en 1973.
En muy raras ocasiones el gobierno cubano ha transferido fugitivos hacia Estados Unidos, aunque afirma que los fugitivos no obtendrían un juicio justo en Estados Unidos.
Ocho miembros de la organización terrorista vasca ETA residen en Cuba en situación legal, según "últimos informes" que cita este el diario español ABC.
Algunos de ellos tienen "prósperos negocios de exportación".
Otros etarras estarían en la Isla de forma clandestina.
El rotativo afirma que el régimen cubano
"ha sido condescendiente con los etarras que elegían
Cuba para eludir a la Justicia" española,
Según ABC,
los etarras que están en situación legal en Cuba
por el acuerdo bilateral de 1984
entre el gobierno cubano
y Felipe González son:
-
Jesús Abrisqueta.
José Miguel Arrugaeta.
Elena Bárcenas (alias Tigresa).
José Ignacio Echarte.
Amaya Eguiguren,
Luciano Eizaguirre.
José Ignacio Rodríguez
José Ángel Urtiaga.
Terrorista clandestinos (aceptados por el gobierno de Cuba unilateralmente)
Agustín Azcárate,
Francisco Javier Pérez Lecue,
José María Salegui,
Miguel Ángel Apalategui (alias Apala)
Eusebio Arzalluz (Paticorto).
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