de entrada debería estar prohibida la huelgo de funcionarios
como pasa en otros paises,
ya que llos tienen su puesto de trabajo asegurado
hasta el día de su jubilación.
por otro lado,
hacer huelga porque tengan que dar dos horas mas de lectura
dentro de su horario
me parece una rabieta de chiquillos.
no estamos en tiempo de reivindicar gilipolleces
mientras cinco millones de parados
desean trabajar,
entre ellos muchos profesores.
creo que al final del curso
podemos esperar un lluvia de denuncias
contra aquellos profesores
o fanáticos huelguistas,
que en vez de enseñar la materia
a sus alumnos
se manifiestan en la calle,
poniendo en peligro
la aprobación del curso de sus alumnos.
siempre he entendido
que la profesión de maestro
o profesor es algo vocacional,
pero hay muchos
que no lo ven así,
qué pena.
cuarto menguante