Link para verlo TODO, pero no es legal en mi blog
http://maremagnumdequisicosillas.blogspot.com.es/2014/07/aproximadamente-398.html
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Link para verlo TODO
http://nacionalismo.blogs.com/byebyespain/2010/11/zapatero-prepara-el-a%C3%B1o-que-viviremos-peligrosamente.html
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A medida que se acerca el largo período electoral que viviremos en España a partir del 28-N, el proyecto Zapatero afila su estrategia de tensión y división. Las nuevas leyes-crispación que anuncia el Gobierno socialista no lograrán ocultar al electorado su falta de logros, pero van a dejar una herencia maldita.
Tras las elecciones regionales catalanas empezará la precampaña de las autonómicas y municipales de toda España, a las que seguirán las elecciones generales. El PSOE llega a esta fecha con las manos vacías de éxitos y de gestión positiva.
La herencia que nos dejará el todavía presidente del Gobierno es el odio y el resquemor, una Nación dividida y unas instituciones deslegitimadas. Nadie había hecho tanto dado a los ciudadanos y a la convivencia desde Fernando VII.
Primero la crispación
Sin nada que ofrecer al electorado, salvo quizá una apariencia de fin del terrorismo que servirá para que ETA vuelva a las instituciones y perciba su tajada del dinero de los ciudadanos, Zapatero habrá de recurrir a la gestualidad por un lado y a la destrucción de los valores por otro.
El primer recurso le permitirá crispar de nuevo a la sociedad, introducir la división y el enfrentamiento, la tensión y la violencia, gracias al recurso a la retórica radical y a la bronca pendenciera con sectores que nunca adoptarán el mismo comportamiento, como los católicos. De esta manera Zapatero logrará entretener a su electorado más extremista, que tras la reforma electoral le ha abandonado.
Luego la destrucción del sistema
Tras la agresión y la división vendrán nuevos procesos de destrucción de los valores sobre los que se ha edificado la convivencia y la propia Nación desde sus albores hasta nuestros días. Para ello Zapatero recurrirá a decretos y proyectos de ley que subvertirán más todavía las raíces sociales y las señas de identidad nacionales.
El Gobierno socialista prepara para ello una Ley Integral de Igualdad de Trato que supone el enésimo intento del proyecto Zapatero por acabar con la libertad de opinión y de información.
Con la excusa de garantizar la erradicación de todas las formas de discriminación, esta ley permitirá perseguir, castigar y finalmente obligar a callar a quienes, por ejemplo, critiquen los comportamientos sectarios del lobby gay. Denunciar sus prácticas, crecientemente totalitarias, será perseguido y castigado en nombre de la igualdad.
La maltrecha patria potestad
El Gobierno quiere asimismo modificar los artículos del Código Civil referentes a la violencia doméstica. La reforma recogerá medidas como la retirada de la patria potestad al padre maltratador. Es este un asunto en el que el proyecto Zapatero ha empeñado buena parte de su tiempo y sus recursos.
Que los hijos dependan de sus padres y no del Estado casa mal con la visión autoritaria, tan propia del socialismo, de Zapatero. De ahí que el Gobierno socialista haya tratado de acabar con la patria potestad utilizando vías indirectas, como la ley del aborto, que usurpa el papel de los padres para confiarlo al Estado.
La destrucción nacional
Necesitado de dejar atado y bien atado su acuerdo de servidumbre con los nacionalistas, Zapatero no abandonará al poder antes de aprobar otra norma, la Ley sobre Utilización de las Lenguas Cooficiales ante los Órganos del Estado, cuyo único fin es la destrucción de los elementos que nos unen.
Aprobando que en instituciones como el Tribunal Constitucional o el Consejo de Estado se tenga que renunciar a la lengua común para emplear idiomas regionales, se avanza en el camino de cercenar nexos y vínculos entre todos los ciudadanos.
El año de la crispación
Queda aproximadamente un año hasta las elecciones generales. Las municipales y autonómicas se celebran en mayo de 2011. La recuperación no llegará ni en esa fecha ni después y el deterioro electoral socialista no se va a detener, por lo que no parece creíble que el PSOE vaya a permitir a Zapatero agotar una legislatura que, cuanto más larga, más le va a hundir en los sondeos.
Zapatero disolverá las Cortes obligado por su propio partido y convocará elecciones en el cuarto trimestre de 2011. Hasta entonces viviremos un período de creciente crispación, de búsqueda del enfrentamiento y de la bronca y el cuerpo a cuerpo con el rival, al que el proyecto Zapatero ha convertido en enemigo irreconciliable.
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La única guerra verdaderamente justa es aquella en que la mayoría de los seres humanos se defiende de la agresión de unos pocos vividores a expensas del sudor y la muerte ajena. El plan de los dictadores, como salta a la vista, es destruir “como sea” a “su” ganado humano. Los títeres conocidos por “políticos” ejecutan las directrices de unos iluminados en la cúspide del poder planetario que son dueños y señores majaras de la riqueza terrícola.
La historia es todopoderosa e implacable, inexpugnable e invencible, y las fuerzas generadas en ella, aunque no se sientan conscientes, son en la actualidad imposibles de abatir por estos psicópatas peligrosos para la especie humana.
Hagan lo que hagan los enemigos y traidores, serán perseguidos por las calles y pisoteados en el acto como a cucarachas que han demostrado ser.
Que los ciudadanos del mundo se agencien las herramientas con púas porque en la guerra no hay otra defensa posible. Que sus cabezas se afilen, que sus valores revivan, que su entereza asuste, que su valor patriótico aterrorice, y que desde ahora mismo, su mano no tiemble al imponer la justicia, porque el volcán de la civilización está en ebullición alrededor del globo a punto de estallar.
¡Muerte al enemigo!
En fin, sólo queda esperar que el pueblo español despierte, que reaccionemos enérgicamente para acabar con este estado de cosas. La Historia de España está llena de grandes gestas, y si queremos sobrevivir a este desastre será imprescindible recurrir una vez más al espíritu heróico con el que en otros momentos difíciles nos enfrentamos a la adversidad. De lo contrario, en efecto, España se habrá perdido.