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Dos declaraciones opuestas de los Tedax y una tarjeta SIM que se sabía 'islámica' antes de mirarla |
Por Vance.
Recuperado de 18 de septiembre de 2004.
I. ANTECEDENTES
Como ya es sabido, la llamada mochila nº 13 fue decisiva para la localización de los supuestos terroristas del 11-M. Llamo mochila nº 13 a la bolsa azul que, trasladada desde IFEMA, fue llevada a la comisaría de Puente de Vallecas. Aproximadamente a la 1:30 a. m. del día 12 el teléfono móvil contenido en dicha mochila sonó, provocando la apertura de la bolsa por parte de los agentes y de esa manera el hallazgo del dispositivo explosivo que contenía. Avisados los TEDAX, el Jefe de dicha unidad envió a un miembro de su unidad con la orden de que no tocara nada y que esperara hasta que él llegase. Una vez llegó a la comisaría, Juan Jesús Sánchez Manzano, que así se llama el mencionado Jefe de los TEDAX, transportó junto con otros miembros de su unidad la bolsa a un descampado cercano y allí procedió a examinar el dispositivo y a desactivarlo. No existe ninguna constancia de que la mochila nº 13 hubiera estado nunca en la estación de El Pozo. Se ha querido hacer ver que se sabe de ella por primera vez en la madrugada del día 12 en la comisaría de Puente de Vallecas. Pero esto no es cierto: El País, el 5 de abril de 2004, publicó lo siguiente (como queda recogido en 'Relato de los dos primeros días de pesquisas según las diligencias recogidas en el sumario judicial': "- Una bomba desactivada. La clave estaba en una bolsa de deportes azul, recogida en la estación de El Pozo, que luego fue trasladada al tanatorio improvisado en el Pabellón 6 de Ifema y que acabó arrumbada en la comisaría de policía de Vallecas.. La bolsa había sido conducida al parque Azorín, donde a las tres de la madrugada del día 12, los artificieros se afanaban para desactivar la bomba. Lo lograron. Dentro de una bolsa de loneta azul con asas de cuero, hallaron "un detonador eléctrico del número 5, con dos mordazas y cápsula de cobre, fabricado por Unión Española de Explosivos"; "un teléfono móvil, marca Trium, unido a explosivo compuesto por diez kilos y 120 gramos de sustancia, identificada como Goma-2/Dinamita, con el logotipo ECO" y "650 gramos de diversos elementos de tornillería y clavos que actuarían, en su caso, como metralla". El artefacto, dicen las diligencias, "estaba programado para explosionar a las 7.40 horas del día 11 de marzo".
[De momento visible en http://www.belt.es/articulos/articulo.asp?id=1860]
Se sabe que la bolsa azul o mochila nº 13 había estado en IFEMA porque los objetos que llegaron a la comisaría de Puente de Vallecas provenían de IFEMA, extremo que puede ser corroborado en cualquier momento por quienes la transportaron así como por los receptores. En cambio, no hay constancia alguna de que esta bolsa hubiera estado nunca en la estación de el Pozo, y en la práctica es imposible que así hubiera sido, porque en ese caso los TEDAX la habrían localizado allí (son profesionales y les va la vida en ello) y habrían hecho lo mismo que hicieron con el resto de mochilas que no estallaron: inutilizarlas in situ. Nunca habría llegado a IFEMA. Lo confirma el propio Sánchez Manzano, jefe de los TEDAX, en la comisión de investigación:"Ustedes se pueden imaginar el escenario en el que estábamos trabajando, solos y con todas las bolsas, aparte de los cadáveres, que había a esas horas en los trenes. Había que ir mirando una por una, y mirando una por una se localizan dos bombas". La mochila nº 13 pudo aparecer, pues, en cualquier momento en IFEMA a lo largo del día 11. Llama la atención que el entonces Jefe de la Policía Científica de Madrid Don Miguel Ángel Santano Soria, con su unidad, declarara en la comisión de investigación lo siguiente: "El señor JANÉ I GUASCH: ¿Estamos hablando de la noche del viernes? El señor COMISARIO GENERAL DE POLICÍA CIENTÍFICA (Santano Soria): De la noche entre el 11 y el 12. Esa noche, como he dicho antes, había estado en el Ifema, creo recordar que hasta que mis funcionarios terminaron la actuación, luego siguieron en la Comisaría General, y debían ser la 1:45 o las 2 horas cuando me marché de allí. Al poco tiempo de llegar a mi casa, serían las 2:45 horas, cuando el jefe del grupo de noche de mi brigada me dijo que había aparecido la famosa mochila en Vallecas y que se iba a actuar sobre el tema". Y también: "El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Fueron sus funcionarios en IFEMA quienes encontraron la mochila que contenía los explosivos? El señor COMISARIO GENERAL DE POLICÍA CIENTÍFICA (Santano Soria): Ni la encontraron ni tuvimos conocimiento de ello ni mis funcionarios ni yo". Es decir, una bolsa de 10 kilogramos de peso, candidata evidente a contener una bomba, estuvo durante horas en IFEMA y nadie la abrió, a pesar del peligro potencial que suponía para cualquiera que tuviera dos dedos de frente. El actual presidente del gobierno, Rodríguez Zapatero, recompensó esta negligencia ascendiendo a Santano Soria al puesto de Comisario General de Policía Científica, con posterior preparación de la declaración de Santano en la sede del PSOE. No es extraño que Zapatero no quiera ir a la comisión de investigación. II. LA DESACTIVACIÓN El Jefe de los TEDAX declaró en la comisión de investigación lo siguiente: "¿Por qué en la noche se consigue la desactivación? Tenemos más información. Sabemos que la bolsa se ha movido. Han pasado bastantes horas, con lo cual el tiempo de espera que solemos dar también ha pasado. Y luego hay otra cuestión más importante que es el escenario. La cogemos y la llevamos al descampado. Allí nos encontramos solos, es decir, no hay ciudadanos, tenemos todo el tiempo del mundo y solamente están los policías de los cordones de seguridad y nosotros, los TEDAX. Pues a trabajar despacio y buscando alternativas para aplicar procedimientos progresivos". Ahora bien, en esa misma afirmación se contradice con otra que realiza anteriormente en la misma declaración: "El teléfono admite múltiples posibilidades al emplearse como sistema de activación. Una de ellas, que es la que se valora en este caso, es que a través de una llamada se active el artefacto". Si a través de una llamada se puede activar el artefacto, si existe esa posibilidad y Sánchez Manzano lo sabe, ¿cómo es que piensa que TIENE TODO EL TIEMPO DEL MUNDO? En realidad, la bomba podía ser activada en cualquier instante mediante una llamada. Es más: lo lógico era que así lo hicieran los terroristas si la mochila no fuera una pista falsa. Desde el punto de vista del terrorista, las bombas que no explotan son pistas, puesto que contienen teléfonos y a partir de esos teléfonos se puede localizar sus lugares de compra y seguirles el rastro (como de hecho ocurrió con los presuntos terroristas). Por lo tanto, el terrorista tendrá interés en llamar a todos los teléfonos contenidos en los artefactos, sobre todo cuando en la prensa, radio, televisión e internet se habla de bombas que no explotaron. El teléfono que no dé llamada puede darse por destruido o inutilizado, pero el que dé tono de llamada indica que el artefacto está intacto y representa un peligro para él. Por lo tanto, si la mochila no fuera una pista falsa, debería haber recibido llamadas sucesivas y múltiples hasta que explotara o fuera inutilizada. ESTO NO SUCEDIÓ. Lo extraño es que Sánchez Manzano no considerara esta posiblidad, que es evidente hasta para los que no somos terroristas ni hemos visto siquiera una bomba de cerca, y en su lugar estimara que "TENÍAN TODO EL TIEMPO DEL MUNDO". ¿Cómo podía saber él que no iba a estallar? III. LA IMPORTANCIA DE LA MOCHILA Nº 13 Según el auto del juez del Olmo, la mochila contiene un terminal telefónico cuyo tarjeta SIM condujo a la empresa SINDHU ENTERPRISE S.L., que separó las tarjetas de los terminales telefónicos, "liberándolos". El terminal era parte de un lote de 30 packs que SINDHU ENTERPRISE S.L. vendió el 25 de febrero de 2004 al locutorio SIGLO NUEVO de la Calle Tribulete n° 17 de Madrid. Siete de las tarjetas SIM de esas 30, dice texualmente el auto, "fueron usadas para encender siete terminales telefónicos bajo el área de influencia de la misma B.T.S., la de Morata de Tajuña, horas antes de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004, y en un periodo temporal muy corto, si bien no se realizaron llamadas. Tal circunstancia, junto al hecho de que no se ha vuelto a registrar que los IMEIS de los correspondientes terminales se hayan utilizado en la cobertura de AMENA, lleva a pensar razonablemente que dichas siete tarjetas y los siete terminales se habrían utilizado en los atentados del 11 de marzo de 2004 (así se evidencia con el terminal telefónico y tarjeta del artefacto explosivo desactivado)". Otros terminales conducen a la determinación de su uso, mediante informes de la Red de telefonía, por parte de Saed El Herrak, AbeIkader Kounjaa, Nasreddine Bousbaa y Jamal Zougan. En resumen: la mochila nº 13, de la que no consta que hubiera estado nunca en la estación de El Pozo ni en ningún tren, y la furgoneta increíblemente abandonada con pistas clarísimas para la investigación, constituyen la base y el inicio de toda la investigación que conduce a la localización de la célula de Morata de Tajuña/Leganés. No sé si será necesario decir que tales pistas no fueron dejadas a propósito donde se encontraron por los musulmanes implicados. Las dos "pruebas" hay que atribuírselas a otras personas, y no cabe descartar que esas personas conocieran a los musulmanes y lo hicieran a espaldas de éstos, con el objetivo de incriminarlos después de haberles encargado la masacre del 11-M... si es que no eran de antemano un elemento distractor sin participación material. Lo que es evidente es que quien sabe que ha puesto bombas en trenes no se queda en casa un par de días dedicado a sus actividades cotidianas como si nada: lo que pretenden algunos que nos traguemos es imposible e insulta a la inteligencia de los españoles. Los detenidos, de haber hecho lo que se dice que hicieron a sabiendas, habrían abandonado precipitadamente España en dirección a Portugal o a Marruecos la misma mañana del día 11 de marzo. IV. SABIENDO QUE ES ISLAMISTA ANTES DE TIEMPO A las 10 de la mañana del 12 de marzo, la tarjeta SIM extraída del teléfono de la mochila nº 13 se entrega para su estudio a la UCIE, según un documento publicado por la Cadena SER, del cual ésta borra los nombres del entregante y el receptor "para resguardar la identidad". [DOCUMENTO QUE PUBLICÓ LA CADENA SER] Sin duda la Cadena SER, propagadora de pistas falsas, tiene motivos para ocultar los nombres. La entrega a la UCIE, unidad especializada en terrorismo árabe, es extemporánea Y ANTICIPADA. Los datos de los marroquíes se sacan de esa tarjeta SIM, por lo cual antes de su estudio es imposible determinar si su origen es islámico, etarra o de cualquier otra procedencia. No había indicios suficientes para orientarse hacia el terrorismo islamista, más allá de la campaña de la Cadena SER, que demostró en esos días escasa correspondencia con la verdad. La entrega a la UCIE en la mañana del día 12 indica un conocimiento previo de "lo que podría encontrarse a partir de ella" que sólo puede aceptarse si se entiende la mochila nº 13 como pista falsa y preparada de antemano. La otra pista era tan burda que los responsables sólo la tomaron como un elemento más, como puede verse en esta declaración de ante la comisión: "El señor DEL BURGO TAJADURA: La aparición de la furgoneta, aunque se hubiera sabido desde el primer momento lo que contenía en su interior -luego hablaremos de cuándo se supo-, ¿les hubiera hecho a ustedes cambiar de opinión en ese momento respecto a lo que pensaban con esa intuición más o menos razonada y ese indicio también racional que les habían transmitido? ¿Eso hubiera sido dato relevante, esencial, como para decir: estamos ante el terrorismo islámico? El señor EX COMISARIO GENERAL DE INFORMACIÓN (De la Morena Bustillo): Con ese dato básicamente no. Luego hablaremos de los posteriores indicios y del desarrollo de la investigación, pero eso no excluye nada". Si el Juez del Olmo quiere saber quién orientó antes de tiempo la investigación hacia el terrorismo islámico, sólo tiene que localizar a quien ordenó que la tarjeta SIM de la mochila nº 13 se entregara a la UCIE. Si quiere... V. EL INFORME EN EL AUTO El auto de 19 de julio del juez del Olmo contiene el siguiente fragmento: "El artefacto explosivo localizado y desactivado en la madrugada del día 12 de marzo de 2004, en la Comisaría de Distrito del Cuerpo Nacional de Policía de Puente de Vallecas (que procedía de la Estación de El Pozo), se trataba de un artefacto real, de iniciación eléctrica y activación temporizada, proporcionadas ambas por un teléfono móvil de la marca TRIUM, de Telefónica Movistar; la única modificación que presentaba el teléfono era la conexión en paralelo, mediante soldadura, de dos cables, a los terminales positivo y negativo del vibrador del teléfono; los cables son de las mismas características que los del detonador que incorpora el artefacto, es decir, de cobre, unifilares y con recubrimiento de plástico de color rojo y azul, respectivamente; respecto al estudio en pantalla de las funciones que tenía programadas el teléfono, se observó que el reloj marcaba la hora correcta, y que estaban activadas las de vibración y alarma despertador, a las 7 horas 40 minutos; en función de lo anterior, una vez que llegase la hora de alarma o despertador, programada en el teléfono, del mismo modo que se activaría el vibrador, también fluiría la energía de la batería del propio teléfono al detonador, con su consiguiente iniciación y explosión de la carga; sin embargo, y aun contando el artefacto con todos los elementos necesarios para su correcto funcionamiento, no se produjo explosión alguna a la hora programada; al objeto de comprobar el funcionamiento del artefacto, se midió la tensión de salida en los cables que se conectaban al detonador, con un resultado de 1,3 voltios en el momento que se activaba la alarma del teléfono (suficientes, en principio, para la iniciación del detonador que incorporaba el artefacto); se conectaron, como prueba, hasta siete detonadores con las mismas características eléctricas que el del artefacto, conectándose cada detonador a los cables del teléfono en las mismas condiciones que estaba el original, realizándose diferentes programaciones en la hora de alarma del teléfono, incluida la misma en la que se encontró (en todas ellas el resultado fue la explosión del detonador en el momento de activación de la alarma); el artefacto contaba, en definitiva, con todos y cada uno de los elementos necesarios para su correcto funcionamiento, y todas las pruebas realizadas al efecto fueron satisfactorias, así, respecto a la cuestión de por qué no funcionó el artefacto en su momento, no es posible establecer unas circunstancias determinadas, suficientemente concluyentes, para determinar el motivo del fallo; la propia confección artesanal del artefacto, con la consiguiente ausencia de rigor industrial en su fabricación, conlleva a que existan tanto posibilidades de que funcione como de que no lo haga (Informe Pericial emitido por la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y N.B.Q., sobre diversas cuestiones relacionadas con el atentado del día 11 de marzo de 2004 en Madrid, fechado el 26 de abril de 2004, con registro de salida número 12567)". En resumen: no se explican por qué la carga de la mochila no explosionó. La alusión a "la propia confección artesanal del artefacto" no justifica que no funcionara, puesto que en las siete pruebas (SIETE) el detonador se activó correctamente. El artefacto era artesanal, pero lo que sabe la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y N.B.Q. es que a ella sí le funcionó en siete ocasiones (SIETE), y no falló en ninguna (NINGUNA). Cuando en el informe citado se habla de "la cuestión de por qué no funcionó el artefacto en su momento", se está haciendo una inducción errónea. La Unidad Central de Desactivación de Explosivos y N.B.Q. no llegó a ver la mochila nº 13 ni a las 7:40 de la mañana, ni a las 7:40 de la tarde del día 11 de marzo, de manera que le resultaba imposible a esa unidad saber cuál era en realidad "su momento". Y retengamos en la memoria este pasaje: "el artefacto contaba, en definitiva, con todos y cada uno de los elementos necesarios para su correcto funcionamiento, y todas las pruebas realizadas al efecto fueron satisfactorias, así, respecto a la cuestión de por qué no funcionó el artefacto en su momento, no es posible establecer unas circunstancias determinadas, suficientemente concluyentes, para determinar el motivo del fallo" En cuanto a la expresión "la propia confección artesanal del artefacto, con la consiguiente ausencia de rigor industrial en su fabricación, conlleva a que existan tanto posibilidades de que funcione como de que no lo haga", esto tira por tierra definitivamente la suposición de que se tenía "todo el tiempo del mundo":no se tenía ningún tiempo, puesto que existían posibilidades de que funcionara, y, recordemos, no sólo mediante alarma programada, sino con palabras del propio Sánchez Manzano, "que a través de una llamada se active el artefacto". VI. LA CONTRADICCIÓN DEFINITIVA Recordemos una vez más que la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y N.B.Q. en su informe, que maneja el juez del Olmo, afirma que no le es posible establecer unas circunstancias suficientemente concluyentes para determinar el motivo del fallo. Es decir: que no saben por qué falló (si es que falló, lo cual de ninguna manera está demostrado). Pues bien: en la comisión de investigación, el jefe de los TEDAX, Sánchez Mazano, mantuvo el siguiente diálogo: "El señor GUINART SOLÁ: Simplemente quiero hacer una pregunta muy breve y una consideración de tipo general. La pregunta está relacionada con el teléfono y con el temporizador de la mochila número 13 que decía el señor Del Burgo. ¿Se pudo averiguar o discernir cuál fue la causa de su fallo, por qué no explosionó en su momento, cuál fue la causa, o simplemente al desmontarlo se perdió el hilo de la investigación sobre cuál fue la causa del fallo del teléfono? El señor COMISARIO JEFE DE LOS TEDAX (Sánchez Manzano): Nosotros lo investigamos. Lo sabemos, pero eso no lo hacemos público nunca, como el artículo del señor Pérez-Reverte, Enseñando a los malos". "Lo sabemos". Lo saben. Pero al juez le dicen que no lo saben, o al menos así aparece en el informe de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y N.B.Q.: no le es posible establecer unas circunstancias suficientemente concluyentes para determinar el motivo del fallo. ¿Está el juez al tanto de esto? ¿Conocen los parlamentarios de la comisión de investigación el auto del juez del Olmo, donde se contiene el informe que dice lo contrario de lo que les dijeron a ellos cara a cara? Una última aclaración, una última identidad: el señor Sánchez Manzano es conocido coloquialmente en los medios de comunicación como "Jefe de los TEDAX", ASÍ LO NOMBRAN TAMBIÉN EN EL ACTA DE LA COMISIÓN 11-M. Pero el señor Sánchez Manzano tiene un cargo oficial, es Comisario Jefe de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y NBQ. El señor Sánchez Manzano es Jefe de los TEDAX y de la NBQ. Se trata de la misma persona. Vance ************************ ¡QUEREMOS SABER! ************************
Paz Digital, 18-09-2004.
Paz Digital, 02-04.2006. Recuperado.
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