AENA abre expediente disciplinario a 442 controladores
Desde Fomento, José Blanco, ha anunciado que AENA "ha abierto 442 expedientes disciplinarios" a los controladores aéreos que se negaron a trabajar ayer. Además, Rubalcaba tacha de mentirosos a los controladores que denunciaron haber sido coaccionados a punta de pistola.
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Lucero dijo el día 5 de Diciembre de 2010 a las 17:14:51:
Pasará a la historia de la bajeza humana la oleada de mentiras e infamias que se vienen lanzando estos días (y meses) contra un colectivo de trabajadores (los controladores) tanto desde el gobierno como desde los medios de comunicación. Nadie quiere escuchar lo que estos puedan alegar en su defensa.
Son totalmente exageradas las cifras que se vienen publicando sobre lo que cobraba un controlador medio antes del primer decretazo. Las horas extras (muy bien pagadas, cierto) que hacía una gran parte de los controladores, fueron siempre a petición de la empresa que por incompetencia o por su propio interés no supo o quiso, durante muchos años, dotar al Cuerpo del número suficiente de nuevos controladores. No hubo al respecto ningún chantaje por parte de los controladores. Es totalmente falso que los controladores hayan “decidido el número de puestos de trabajo cuya provisión debía convocarse”. (Hace más de quince años que los controladores no tienen ningún poder real de influir en dichas decisiones).
Los controladores (algunos) cometieron efectivamente un gran error no presentándose el viernes pasado a trabajar escudándose en bajas médicas o en que se pasaban de las horas anuales concertadas con la empresa. Eso lo hicieron, hay que recordarlo, como respuesta a este último decretazo del gobierno sobre sus condiciones laborales que venía a sumarse al anterior decreto de Febrero. Hay que recordar también que a aquel primer decreto de Febrero los controladores respondieron con paciencia, renunciaron a convocar una huelga, aceptaron las nuevas condiciones laborales que se les impusieron y firmaron un acuerdo de mínimos con la empresa. Pero el reciente decreto, sin haber intentado AENA previamente consensuar la interpretación de sus casos particulares, ha sido considerado por muchos controladores como una agresión intolerable a sus derechos legales y a su dignidad como personas. (Este decreto deja en la práctica sin efecto los permisos por maternidad, por enfermedad, por cuidado de los hijos,...).
Aun así AENA y el gobierno pudieron haber permitido que el tráfico aéreo siguiera fluyendo, con demoras, con los controladores que sí se presentaron a trabajar pero prefirieron armar un gran escándalo y decretar el cierre de todo el espacio aéreo español. Con esa medida crearon la gran alarma social que les dio la coartada para linchar públicamente a los controladores, a continuación militarizarles y finalmente ¡decretar el estado de Alarma en todo el Estado español!
Todo parece indicar que es ahí a donde quería llegar el gobierno.
Pues es bien sabido que tanto los pilotos como los empleados de AENA querían convocar huelgas legales para estas navidades y ahora, tras la declaración del estado de Alarma no podrán hacerlo. (Los empleados de AENA sospechan, seguramente con razón, que la privatización del 49 por ciento de su empresa va a hacerles perder muchos puestos de trabajo).
Es de suponer que la huelga de los pilotos no preocupaba demasiado al gobierno pues les podrían linchar públicamente y luego reducir con la misma facilidad que a los controladores pero contra aquellos trabajadores de AENA de sueldos modestos, contra "el pueblo", no se hubieran atrevido. Y no se olvide que unos pocos bomberos o maleteros también pueden paralizar todos los aeropuertos españoles.
Esa huelga del "pueblo" sería letal para la imagen del gobierno en estos momentos en que están tan contestados y desprestigiados y les forzarían a convocar elecciones generales anticipadas.
Son totalmente exageradas las cifras que se vienen publicando sobre lo que cobraba un controlador medio antes del primer decretazo. Las horas extras (muy bien pagadas, cierto) que hacía una gran parte de los controladores, fueron siempre a petición de la empresa que por incompetencia o por su propio interés no supo o quiso, durante muchos años, dotar al Cuerpo del número suficiente de nuevos controladores. No hubo al respecto ningún chantaje por parte de los controladores. Es totalmente falso que los controladores hayan “decidido el número de puestos de trabajo cuya provisión debía convocarse”. (Hace más de quince años que los controladores no tienen ningún poder real de influir en dichas decisiones).
Los controladores (algunos) cometieron efectivamente un gran error no presentándose el viernes pasado a trabajar escudándose en bajas médicas o en que se pasaban de las horas anuales concertadas con la empresa. Eso lo hicieron, hay que recordarlo, como respuesta a este último decretazo del gobierno sobre sus condiciones laborales que venía a sumarse al anterior decreto de Febrero. Hay que recordar también que a aquel primer decreto de Febrero los controladores respondieron con paciencia, renunciaron a convocar una huelga, aceptaron las nuevas condiciones laborales que se les impusieron y firmaron un acuerdo de mínimos con la empresa. Pero el reciente decreto, sin haber intentado AENA previamente consensuar la interpretación de sus casos particulares, ha sido considerado por muchos controladores como una agresión intolerable a sus derechos legales y a su dignidad como personas. (Este decreto deja en la práctica sin efecto los permisos por maternidad, por enfermedad, por cuidado de los hijos,...).
Aun así AENA y el gobierno pudieron haber permitido que el tráfico aéreo siguiera fluyendo, con demoras, con los controladores que sí se presentaron a trabajar pero prefirieron armar un gran escándalo y decretar el cierre de todo el espacio aéreo español. Con esa medida crearon la gran alarma social que les dio la coartada para linchar públicamente a los controladores, a continuación militarizarles y finalmente ¡decretar el estado de Alarma en todo el Estado español!
Todo parece indicar que es ahí a donde quería llegar el gobierno.
Pues es bien sabido que tanto los pilotos como los empleados de AENA querían convocar huelgas legales para estas navidades y ahora, tras la declaración del estado de Alarma no podrán hacerlo. (Los empleados de AENA sospechan, seguramente con razón, que la privatización del 49 por ciento de su empresa va a hacerles perder muchos puestos de trabajo).
Es de suponer que la huelga de los pilotos no preocupaba demasiado al gobierno pues les podrían linchar públicamente y luego reducir con la misma facilidad que a los controladores pero contra aquellos trabajadores de AENA de sueldos modestos, contra "el pueblo", no se hubieran atrevido. Y no se olvide que unos pocos bomberos o maleteros también pueden paralizar todos los aeropuertos españoles.
Esa huelga del "pueblo" sería letal para la imagen del gobierno en estos momentos en que están tan contestados y desprestigiados y les forzarían a convocar elecciones generales anticipadas.
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