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SEGURIDAD
El CNI niega que sus agentes entregasen un rescate para liberar a los tripulantes del 'Playa de Bakio'
El jefe la inteligencia española asegura que no existe vínculo alguno entre los piratas somalíes y los grupos terroristas yihadistas
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COLPISA. Madrid
El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, negó que sus agentes fuesen los encargados de entregar el rescate que el pasado 27 de abril permitió la liberación de los 26 tripulantes del pesquero vasco 'Playa de Bakio'.
Saiz compareció ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, cuyas reuniones son confidenciales y a puerta cerrada, para informar de la actuación de su departamento en este secuestro y en el caso de los vuelos secretos de aviones de la CIA que hicieron escala en aeropuertos españoles.
El máximo responsable de la inteligencia española explicó que el papel de sus agentes, con la colaboración de otros servicios extranjeros como el francés, fue proporcionar información que fuese útil durante las negociaciones entre los piratas somalíes y el armador del barco, que acabaron con una semana de secuestro, según fuentes conocedoras de la comparecencia.
El pago, calculado por fuentes no oficiales en algo menos de un millón de euros, terminó con un tenso cautiverio iniciado el 20 de abril y con la liberación, sanos y salvos, de los tripulantes y el barco, entre los que había ocho marineros gallegos y cinco vascos.
Alberto Saiz aseguró a los diputados que, según sus investigaciones, no existe relación alguna entre las diferentes bandas de piratas somalíes y grupos terroristas yihadistas, que cuentan con cierta influencia en territorios cercanos. Indicó que los piratas son sólo delincuentes comunes que utilizan en provecho propio el dinero de las extorsiones.
El director del CNI reconoció la creciente preocupación de su servicio por la evolución de la seguridad en Somalia y su área de influencia, motivo por el cual ha decidido mantener unidades de inteligencia de forma "estable y permanente" en Yibuti y en otros estados limítrofes. Era una zona sin presencia de la inteligencia española hasta el secuestro. La llegada de agentes coincide con la despliegue por la Unión Europea, en enero próximo, de una fuerza militar aeronaval en la zona con importante presencia española para tratar de terminar con la impunidad de los piratas y proteger a los mercantes y pesqueros.
Saiz, que explicó a los diputados que los ejes prioritarios de su actuación son la lucha contra ETA, el terrorismo islamista y la inmigración ilegal, prometió respetar a partir de ahora la obligación legal de acudir al menos una vez al año a dar cuentas al Congreso e incluso propuso reducir la frecuencia.
El director del CNI aseguró que España desconocía hasta que aparecieron las primeras informaciones periodísticas que la CIA utilizaba aeropuertos españoles como escala para operaciones secretas de detención y tortura de presuntos islamistas en todo el mundo. Aseguró que sus investigaciones posteriores concluyen que no hay un solo indicio de la existencia de secuestros o cárceles secretas en suelo español y que nada indica que los aviones que hicieron escala en España llevasen personas secuestradas. Añadió que está dispuesto a facilitar todos los datos en su poder a la Audiencia Nacional y a los organismos internacionales que investigan estos hechos.
Saiz también indicó que al día de hoy no existe indicio o evidencia alguna que confirme que las FARC colombianas y ETA mantienen algún tipo de colaboración y menos de que tengan estrategias o planes compartidos.
El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, negó que sus agentes fuesen los encargados de entregar el rescate que el pasado 27 de abril permitió la liberación de los 26 tripulantes del pesquero vasco 'Playa de Bakio'.
Saiz compareció ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, cuyas reuniones son confidenciales y a puerta cerrada, para informar de la actuación de su departamento en este secuestro y en el caso de los vuelos secretos de aviones de la CIA que hicieron escala en aeropuertos españoles.
El máximo responsable de la inteligencia española explicó que el papel de sus agentes, con la colaboración de otros servicios extranjeros como el francés, fue proporcionar información que fuese útil durante las negociaciones entre los piratas somalíes y el armador del barco, que acabaron con una semana de secuestro, según fuentes conocedoras de la comparecencia.
El pago, calculado por fuentes no oficiales en algo menos de un millón de euros, terminó con un tenso cautiverio iniciado el 20 de abril y con la liberación, sanos y salvos, de los tripulantes y el barco, entre los que había ocho marineros gallegos y cinco vascos.
Alberto Saiz aseguró a los diputados que, según sus investigaciones, no existe relación alguna entre las diferentes bandas de piratas somalíes y grupos terroristas yihadistas, que cuentan con cierta influencia en territorios cercanos. Indicó que los piratas son sólo delincuentes comunes que utilizan en provecho propio el dinero de las extorsiones.
El director del CNI reconoció la creciente preocupación de su servicio por la evolución de la seguridad en Somalia y su área de influencia, motivo por el cual ha decidido mantener unidades de inteligencia de forma "estable y permanente" en Yibuti y en otros estados limítrofes. Era una zona sin presencia de la inteligencia española hasta el secuestro. La llegada de agentes coincide con la despliegue por la Unión Europea, en enero próximo, de una fuerza militar aeronaval en la zona con importante presencia española para tratar de terminar con la impunidad de los piratas y proteger a los mercantes y pesqueros.
Saiz, que explicó a los diputados que los ejes prioritarios de su actuación son la lucha contra ETA, el terrorismo islamista y la inmigración ilegal, prometió respetar a partir de ahora la obligación legal de acudir al menos una vez al año a dar cuentas al Congreso e incluso propuso reducir la frecuencia.
El director del CNI aseguró que España desconocía hasta que aparecieron las primeras informaciones periodísticas que la CIA utilizaba aeropuertos españoles como escala para operaciones secretas de detención y tortura de presuntos islamistas en todo el mundo. Aseguró que sus investigaciones posteriores concluyen que no hay un solo indicio de la existencia de secuestros o cárceles secretas en suelo español y que nada indica que los aviones que hicieron escala en España llevasen personas secuestradas. Añadió que está dispuesto a facilitar todos los datos en su poder a la Audiencia Nacional y a los organismos internacionales que investigan estos hechos.
Saiz también indicó que al día de hoy no existe indicio o evidencia alguna que confirme que las FARC colombianas y ETA mantienen algún tipo de colaboración y menos de que tengan estrategias o planes compartidos.
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