lunes, 29 de febrero de 2016

MADRID NO CONOCE EL RELOJ DE "SOL". ¡Y SÍ! EL DE LAS CAMPANADAS, UN MINUTO AL AÑO




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Losada: de humilde pastor a relojero real Terminó el Big Ben y regaló el reloj de la Puerta del Sol

Un pastor de Iruela perdió un día en la comarca de la Cabrera Alta (León) una oveja o una ternera, no se sabe bien. Su padre le dio una paliza y le dijo que no volviera a casa hasta que encontrara al animal.
José Rodríguez Losada abandonó pronto su hogar hacia Puebla de Sanabria, Extremadura y Madrid para terminar en Londres. Allí le pidieron que rematara el Big Ben y desde allí regaló a España el reloj que da las campanadas en la Puerta del Sol.
El sonido y la imagen son obligados en la última noche del año, Nochevieja, que se celebra desde 1582 aunque a principios del siglo XIX se vive con rituales alegres que duran hasta bien entrado el 1 de enero.
Hoy, en España, esta tradición se celebra con las doce uvas (las uvas de la suerte) y está documentada desde 1897.
Para los emigrantes como yo, el momento de las doce campanadas desde la Puerta del Sol de Madrid (mi ciudad natal) es especialmente emotivo cuando lo vivimos fuera de nuestro país.
Este reloj es conocido por todos y de él estamos pendientes en los últimos momentos del año; pero la mayoría no sabemos nada de él, ni cómo llegó a estar allí y ni siquiera nos lo preguntamos.
Pocos sabemos que el reloj de la Puerta del Sol, o como se llamó en su época, reloj de Gobernación, fue inaugurado por la reina Isabel II de España en 1866 y que el relojero que lo construyó fue José Rodríguez Losada, un leonés, entonces afincado en Londres.
Mi curiosidad por este español que vivió en Londres se despierta de repente, porque yo vivo a pocos kilómetros de esa ciudad. Y, para empezar a conocer un poco más a este gran constructor de objetos de gran precisión, decido viajar a España y concretamente a su pueblo, Iruela.
Iruela sigue siendo una pequeña aldea, hoy en día casi deshabitada. Situada en la Cabrera Alta, sus casas están hechas de pizarra, desafiando inmóviles el paso del tiempo.
Llego a este pueblo por la carretera de Truchas, dejando a mi izquierda las altas ruinas del castillo de Valdavido, ahora adornado con una imagen religiosa. A mi derecha los montes del Teleno amenazan lluvia.
Lo primero que llama mi atención es un monolito en forma de obelisco al final de la cuesta. Está semicubierto por carteles de protestas por la próxima e inminente apertura de una cantera de pizarra que estropeará y desolará la belleza natural de esta zona.
Este es el monumento que los habitantes han rendido a su ilustre paisano. Hecho de pizarra y diseñado por Pedro San Román Escudero, también de Iruela.
Queriendo descubrir más sobre este relojero, bajo por sus calles empinadas hasta el río Eria. Encuentro a mi derecha la ermita de San Antonio y siguiendo la ladera del río, me sorprende una vieja fragua ya abandonada desde antaño.
No me encuentro a nadie por las calles y eso no es de sorprender, pues ahora solo cuenta con siete habitantes que viven aquí permanentemente y unos pocos más en verano que vienen a pasar sus vacaciones en casa de sus padres o abuelos.
Cuentan que José Rodríguez Losada, que nació aquí en 1797, se marchó del pueblo porque después de haber estado pastoreando un día, perdió una ternera. Otros dicen que fue una oveja. Su padre, al enterarse de esto, le dio una gran paliza y le dijo que no volviese a casa hasta que no la encontrase. Nadie sabe exactamente cuánto tiempo transcurrió desde este incidente hasta que José se fue, ya que era bastante joven cuando esto sucedió. Lo cierto es que en Iruela solo queda su recuerdo y un recorte de periódico enmarcado en el salón de la casa de uno de sus habitantes.
Desde Iruela, Losada marcha hasta Puebla de Sanabria y desde allí a Extremadura. En esta etapa, se le pierde el rastro hasta que se le localiza años después en Madrid.
De su etapa en la capital, se sabe que fue oficial del Ejército Español durante el Trienio Liberal bajo el reinado de Fernando VII.
Huye con la vuelta del absolutismo y llega a Londres, que entonces era una ciudad muy conocida por acoger a los emigrantes liberales.
Allí, el Comité de ayuda a los Emigrantes le ofrece un trabajo como mozo de limpieza en un taller de relojería.
Su gran interés y destreza en esta materia pronto se manifiestan en José. Quizás ya mostrase interés en ello a su paso por Madrid y Francia. Pero el caso es que poco tiempo pasó desde sus comienzos como mozo de limpieza hasta su elevada posición de Oficial relojero.
Cuando el relojero para el que trabajaba falleció, se quedó con la cesión de su negocio. Y poco tiempo después Losada prosperaría como gran constructor de cronómetros para la Marina y hasta hizo negocios con Iberoamérica.
El prestigio que Losada consiguió en Londres no tuvo igual; hasta tal punto, que cuando el constructor de la maquinaria del famoso Big Ben de Londres, Edward John Dent, falleció en 1853, los relojeros ingleses le pidieron que terminase su obra. Hoy las campanadas del reloj más famoso del mundo suenan gracias a Losada.
Tras casarse, unos dicen con la viuda de su anterior jefe, otros que con la patrona de la casa en la que vivía, Losada abre su propia relojería en la elegante calle Regent Street de Londres. Hay dos números en esta calle que se lo disputan: el 105 y el 285. No se sabe si en alguno de los dos tendría su vivienda. Lo que sí se sabe es que en una de ellas falleció el 6 de marzo de 1870. Nunca tuvo hijos.
En vida, Losada rechazó una propuesta de la Marina española de regresar al país y fundar una escuela de relojería.
Fue relojero de cámara de la Reina Isabel II y de la familia real española.
Se le otorgó la Condecoración de Caballero de la Orden de Carlos III.
Viajó a España varias veces. En 1860, al ver las reformas de ensanche de la Puerta del Sol, construyó en Londres y regaló a Madrid el mecanismo que ahora es y se conoce como el Reloj de la Puerta del Sol.
Pero aquí no acaba la historia.
Hoy en día este famosísimo reloj, construido por uno de los más prestigiosos e ilustres relojeros de la historia española, está bajo el cuidado de Jesús López-Terradas.
Desde hace veinte años, Jesús cuida, mantiene, mima y se preocupa por este histórico reloj, para que siga dando la hora a todos los que viven en Madrid y siga anunciando a todos los españoles por el mundo la llegada de un nuevo año.
Jesús también es relojero. Su madrileña relojería se llama Losada en honor de ese gran español a quien tantos desconocemos y cuya obra amamos sin saber por qué.
Gracias, José Rodríguez Losada. Las campanadas de tu reloj tendrán esta Nochevieja mucho más significado para mí.
Texto: Beatriz Davies.
Fotos: Mondelopress.com

0 thoughts on “Losada: de humilde pastor a relojero real Terminó el Big Ben y regaló el reloj de la Puerta del Sol

  1. Hola Beatriz:
    Aunque sea una “Tontuna” me gustaría saber cual es el motivo por el que has rechazado DOS VECES mis comentarios.
    ¿Había alguno que infringiera alguna ley de algo?
    ¿TODOS?
    Saludos
  2. Hola Beatriz:
    ¿También el que te explicaba con un mapa que publicabas una mentira y que la sigue publicando?
    Estaba mejor como lo mientes tú o como lo explicaba YO.
    Al menos podías haberlo REPARADO y darme las gracias por mi a portación a que tu artículo tuviera una mentira menos
    Saludos
  3. Hola Beatriz:
    La imagen que esta sobre el castillo de es del Sagrado corazón de Jesús y el castillo, no es de Valdavido, si no de Peñaramiro
    Saludos
  4. Hola Beatriz:
    Si en uno de los relojes pone: Septiembre 1878, J.R. Losada, 105, Regent Street, LoNDon, no es porque fuera su casa particular, si no su relojería.
    Sabes poco para hacer de censora. NPI.
    Saludos
  5. Los familiares del relojero eran Hijosdalgo.
    No eran ricos.
    Sus fincas eran alquiladas
    Saludos
  6. repetición por no estar completo
    Hola Beatriz:
    Si en uno de los relojes pone: Septiembre 1878, J.R. Losada, 105, Regent Street, LoNDon, no es porque fuera su casa particular, si no su relojería.
    Nº 9326 (Faltaba)
    Sabes poco para hacer de censora. NPI.
    Saludos
  7. Hola Beatriz
    ¿Que enigma tiene la etiqueta del reloj Nº 9326?
    Se admiten apuestas sobre si lo sabes o eres una aficionadilla aficionada a defender tus mentiras aprovechando las falsas revisiones
    Saludos
    Arturo
    P.D.
    Y como entiendo que no debe ser legal hacer desaparecer comentarios que prueban mentiras de su artículo, buscaré que puedo hacer al respecto, salvo que coloque esos comentarios donde estaban.
    corto y CIERRO

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