miércoles, 17 de febrero de 2010

MAL 2009, PEOR 2010. Y LUEGO YA VEREMOS

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La recesión de 2009 va a dejar secuelas en la economía española. Y muchas. Hasta el punto de que cada ciudadano -45.989.016 de habitantes, según las últimas estimaciones del INE- tendrá que aumentar a su propio endeudamiento otros 2.543 euros que le corresponden por el aumento de las deudas del Estado.

Si a esta cantidad se le suman las deudas generadas en los últimos doce meses por las comunidades autónomas y los ayuntamientos, la cantidad es sensiblemente mayor. Las cifras que maneja el Banco de España indican que los pasivos en circulación del conjunto del sector público (el dinero que hay que devolver) ascendían durante el tercer trimestre de 2009 hasta los 680.538 millones de euros. Esto supone que en los últimos 12 meses se ha producido un increíble aumento equivalente a 162.501 millones de euros. O lo que es igual, cada ciudadano debe 3.533 euros adicionales respecto del año anterior.

Es decir, el endeudamiento público ‘real’ representa ya el 64,4% del Producto Interior Bruto (PIB). De esa cantidad, ‘únicamente’ 524.873 millones de euros computan a efectos del Protocolo de Déficit Excesivo, que es el que tiene en cuenta la Comisión Europea a la hora de evaluar la política macroeconómica de los países miembros.

Esto significa que el endeudamiento público (en término del antiguo Tratado de Maastricht) supone ya el 49,6% del PIB, el porcentaje más alto desde el año 2002 a falta de conocer las cifras del último trimestre de 2009.

Los datos que acaba de publicar el Tesoro reflejan, en concreto, que el endeudamiento de Estado -sin contar el resto de administraciones territoriales- creció el año pasado en 116.977 millones de euros. O lo que es lo mismo, cerca de 10.000 millones de euros al mes, como publicó este periódico en mayo. Se trata, con diferencia, del mayor incremento registrado desde que existen series históricas, y supone que el 31 de diciembre pasado el Estado debía nada menos que 475.402 millones. Es decir, rozando ya el 45% del

Producto Interior Bruto.
La explosión de la deuda pública se debe, como es lógico, al gigantesco déficit presupuestario que ha generado la economía española en el último año a causa de la recesión, que ha obligado al Tesoro a emitir de una manera desconocida. De hecho, el año 2009 se cerrará con un endeudamiento en términos de Maastricht) para el conjunto de las administraciones públicas cercano a los 556.000 millones de euros, lo que supone cerca del 53% del Producto Interior Bruto. Esto significa que el déficit público se situó en 2009 en el 11,4% del PIB, como adelantó el pasado viernes la vicepresidenta Salgado, de largo la cifra más alta jamás alcanzada por la economía española.

La parte positiva de este gigantesco endeudamiento (lo singular no es su volumen sino la velocidad de crecimiento) radica en que el Tesoro, al menos, se ha podido beneficiar de los bajos tipos de interés existentes en los mercados financieros, en particular en las emisiones de más corto plazo. El tipo de interés medio se situó en diciembre en el 3,53%, muy por debajo del 4,32% registrado en 2008. Y todavía más lejos del 4,53% del año anterior.

La noticia mala es que, precisamente, y para aprovecharse de los tipos más bajos, el Tesoro se ha visto obligado a reducir la vida de sus emisiones, que ha descendido hasta los 6,44 años. En cualquier caso, todavía por encima de su media histórica.

La creciente influencia china
Al margen del aumento de la deuda, lo más significativo es la creciente compra de títulos españoles por parte de inversores asiáticos, en particular de origen chino gracias al descomunal superávit de su balanza de pagos. China controla hoy (el Tesoro no ofrece cifras precisas) entre el 15% y el 20% de la deuda pública española, cuando hace apenas tres años su presencia apenas representaba el 5% del total. China es hoy es el segundo inversor internacional. Francia continúa siendo el primer comprador de deuda pública española, por delante del Benelux y Japón.

La actividad del Tesoro a lo largo de 2009 ha sido tan frenética que se ha visto obligado a hacer emisiones por valor de 224.286 millones de euros, con unos vencimientos de 107.589 millones. En 2010 seguirá enfrascado en la misma tarea.

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