Otra semana negra para Fernández
Zapatero prefiere ahora a Elena Salgado como su mano derecha dentro del Ejecutivo
Fernández está desbordada. / Ch. Barroso
El último mes ha sido realmente aciago para el Gobierno y muy especialmente para la vicepresidenta primera del Ejecutivo que se ha visto relegada como mano derecha de Rodríguez Zapatero. Lo ocurrido la última semana revela que ahora el presidente del Gobierno prefiere los consejos de Elena Salgado y buena muestra de ello ha sido el nombramiento de la vicepresidenta segunda como portavoz de la recién creada comisión gubernamental anticrisis.
Aunque es comprensible que Zapatero se haya decantado por la vicepresidenta económica para dirigir esa mesa de diálogo, pues el carácter de la misma la incumbe de lleno, no es menos cierto que una de las cuestiones clave que le compete a María Teresa Fernández de la Vega es la de coordinación interministerial y ésa es la función de la que parece se va a encargar Salgado en la comisión.
Algunas voces en el PSOE ya han dejado entrever el malestar que existe dentro del propio Ejecutivo por la labor desempeñada últimamente por la que parecía ser el pilar fundamental que movía la maquinaria monclovita. "La sensación que estamos transmitiendo es que está todo manga por hombro", explicaba un socialista hace una semana a LA GACETA.
Una sensación de desbordamiento o incapacidad para hacer frente a todas sus funciones que este mismo viernes la propia vicepresidenta se encargó de corroborar. "Me faltan horas para poder hacer todo el trabajo que tengo", aseguraba.
Quizá el segundo plano en el que se ha visto relegada esta última semana debido a la preferencia de Zapatero por Salgado, Blanco y Sebastián haya sido sólo la puntilla que ha venido a confirmar un insistente rumor que asegura que De la Vega ha perdido influencia con el presidente.
Otra de las informaciones que sobrevuela La Moncloa apunta a una tensa relación entre las dos vicepresidentas. La pérdida de poder de Fernández de la Vega y el alza en el escalafón de la ministra de Economía podría haber abierto un enfrentamiento entre ambas.
Precisamente aprovechando esa supuesta rencilla, la portavoz del Partido Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, anunciabaa esta semana su decisión de dirigir sus preguntas directamente a Salgado y no a Fernández aprovechando la ausencia de la vicepresidenta primera en el próximo pleno de la Cámara Baja para dejar en evidencia el segundo plano al que ésta se ha visto relegada en favor de la ministra de Economía.
Los errores de coordinación han sido los culpables de que haya perdido peso. Varios ministros han reprochado fuera de micrófonos la desorganización del Ejecutivo y han apuntado directamente a la vicepresidenta primera como la responsable de esa situación. Una de las ocasiones en las que fue palpable esa descoordinación motivada por la actuación de De la Vega fue en la gestión del secuestro del Alakrana, cuando la falta de comunicación entre la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, provocó una sucesión de contradicciones entre ambos que evidenció la nefasta labor de De la Vega.
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