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Sin esperar que responda,
usted señor presidente,
quisiera hacerle llegar
-de esta forma alegre
el modo en que pensamos
esta nación de pacientes
y leales ciudadanos
además de ser conscientes,
aunque ya se nos acaban
las ganas de ser peleles
siempre sin poder opinar
y ser moneda de trueque
entre usted y patronal,
también, más ocultamente,
el país donde se ensayan
ocurrencias de dementes
-me acuerdo de Guernika-
Y ahora llega la Merkel
con su apisonadora
y el gran poder que tiene:
quiere que nos jubilemos
con sesenta y siete…
quienes lleguemos.
Mientras en su país
con sesenta ni se mueven,
así están esos teutones.
Usted calla y obedece
y para colmo de colmos
va y se lo agradece,
dejen de manipularnos,
déjense ya de memeces:
europeos no seremos
mientras ellos no nos dejen.
Para serlo como somos,
mejor que ni lo contemplen.
Nuestro sol, playas y toros
tan solo eso prefieren,
y nuestro licor barato
de lo demás nada quieren.
Y cuidar a sus ancianos
que a tomar el sol vienen,
ya saben que en España,
es todo tan diferente,
hasta les quitan los males
y no paga el paciente
que en nuestros hospitales
paga solo el de siempre,
de su sueldo se lo quitan,
no sea que un día se mosquee,
por el trato recibido
y de pagar cuotas deje.
Desde mi uso de razón
y con un dictador por jefe,
a este hermoso país
vi robar al más zoquete
y mandar el listo de turno
que el cinturón me apriete
no se caiga el gayumbo
viéndoseme el ojete,
ahora en la democracia
tan siquiera lo advierte.
Aquí solo pillan cacho
los más ricos y pudientes
para demostrar al mundo
que no somos diferentes,
con familias de banqueros
con tan grandes altiveces:
cuanto más dura la crisis
más su fortuna les crece.
Y tenemos empresarios
que no saben de deberes
construyen sin operarios
¡vaya la suerte que tienen!
pagan con dinero negro
compran a quien les conviene,
el político corrupto
casi siempre se aviene
a llenarse la cartera
¡pilla quién primero llegue!
Y con tanta corruptela
en esta crisis nos meten
a este país de pillos
donde todos nos prometen
que con unos sacrificios
que hagamos, ¡los de siempre!
saldremos muy bien parados,
sobre todo los pudientes
a quienes no ha tocado.
Así descaradamente
nos mantienen engañados:
pisos de pobre nos venden
a precio de sus palacios,
por los ojos nos los meten
hasta que hemos comprado.
Mas todos se arrepienten
al saberse estafados,
toda su vida pendiente
de pagar la hipoteca
engaño de un gerente
que era comisionado:
un judas irreverente.
por cuatro euros vendido.
Tu empresa temes que cierre
por no verte en la lista,
esa a la que más se teme,
con millones de parados
que los jefes solo quieren
sus obreros más baratos
y cada mes un contrato
para que no te rebeles.
El gobierno ya lo sabe
y si no que se entere:
o les baja los impuestos
o ellos erre que erre…
aumentarán mas el paro
otros echarán el cierre
y al gobierno órdago,
es lo que este país tiene
entre el empresariado.
Los sindicatos enfrente,
pasando de los obreros,
las subvenciones se beben
entre cuatro pelagatos
del gobierno se mantienen,
pues ya no hay afiliados,
cada día más se les pierden
por estar en desacuerdo
y porque no los defienden.
Es llegada ya la hora
de ser por fin consecuentes
de olvidar ideologías
y de votar con la frente
no a quién venda la moto
de ser el más competente
sino a quién lo demuestre,
sea azul o colorado.
Si no olvidaos deste
dad mi voto por perdido
aunque nadie se moleste,
grano no hace granero,
más sumando sin que resten,
ayuda al compañero.
Y cuando los votos cuenten
veremos que ha de pasar,
alguno por imprudente
se sentirá solitario
también la cuenta corriente
del partido afectada
pero nadie respondiere,
nadie se rasga el sayo.
Así que los más jóvenes
no van a votar ni atados
no se fían de esas gentes
a los que llaman zánganos,
esos que no les atienden
y les niegan el trabajo
¡contratos basura tienen!
estando mejor formados
que algún perteneciente
-y no señalo a nadie-
a la casta dirigente,
todo eso importamos.
Tienes lo que te mereces,
si saben que no votaste,
te dirán rotundamente
aquellos que no ganaron,
cuando gobernaron, leyes
en nuestra contra hicieron
¡Vaya memoria que tienen!
que pronto lo olvidaron.
¿Qué democracia pretendéis
vosotros que nos creamos?
si se os ve que nos queréis
una vez cada cuatro años.
Merecéis que vetemos
todas vuestras decisiones,
que no nos lo merecemos
lo que nos hacéis al pueblo.
Eduardo González
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