La agonía de una patraña
31 de Marzo de 2007 - 21:59:21 - Luis del Pino
La película de los hechos se va completando. Aquella mañana del 11 de marzo, estalló en los trenes un explosivo que tenía nitrato amónico, nitroglicol, nitroglicerina y dinitrotolueno. Los análisis realizados a primera hora habrían arrojado la presencia de esos componentes, pero alguien tomó la decisión de ocultar aquellos datos que apuntaban a ETA (porque esos cuatro componentes forman parte, entre otras dinamitas, de la Titadyne) y volcar las elecciones sacando las pruebas falsas necesarias para poder responsabilizar a algún cabeza de turco con perfil islamista.Esa labor de intoxicación masiva de la opinión pública tenía dos caras: de un lado, era necesario llevar a cabo la propia maniobra de ocultación. Para ello, hubo que romper el protocolo y evitar que las muestras de los trenes fueran analizadas por la Policía Científica, con el fin de que no quedara constancia de los análisis. Se hizo necesario no incorporar al sumario la lista de muestras recogidas en los trenes. Se hizo necesario mantener a buen recaudo, dentro del laboratorio de los Tedax, esas mismas muestras. Se hizo necesario no enviar al juez Del Olmo los resultados de los análisis realizados por los propios tedax a mediodía de aquel 11-M.
Esa tarea de ocultación tenía que complementarse con la aparición de las pruebas falsas que permitieran presentar a la opinión pública una hipótesis creible alternativa, para conseguir el efecto deseado. Y esas pruebas falsas debían incluir:
- una teoría sobre cuál era el explosivo de los trenes
- una explicación del lugar de donde dicho explosivo podría haber salido
- un grupo de pretendidos islamistas a los que poder responsabilizar de la colocación de las bombas.
La aparición de esos cuatro componentes en la muestra de polvo de extintor de la estación de El Pozo se suma a la aparición de dinitrotolueno en las muestras restantes. Y esos datos permiten afirmar, ya sin ningún género de dudas, que la versión oficial es una gran mentira. Pero estos datos permiten, además, hacer un importante ejercicio de retrospección, para calibrar la verdadera naturaleza de lo que ha pasado en España desde el 11-M: si el día 11 de marzo se hubieran hecho públicos los análisis que demostraban la presencia de esos cuatro componentes de la Titadyne en los trenes, ¿hubiera sido posible la campaña de agitación que tuvo lugar entre el 11 y el 14 de marzo? ¿Hubiera ganado Zapatero las elecciones?
¿Habríamos visto lo que hemos visto en estos tres años? ¿Estaría la banda terrorista ETA a punto de lograr sus objetivos máximos?
Los análisis de las muestras de los trenes han acabado con la versión oficial, pero no sólo con ella: también han terminado con la falsa legitimidad de un Gobierno que accedió al poder merced a una gigantesca maniobra de manipulación de la opinión pública y que ha estado haciendo lo posible, durante estos tres años, por obstaculizar las investigaciones, al mismo tiempo que pactaba el futuro del pais con quienes hubieran sido los primeros sospechosos en caso de haberse hecho públicos los análisis de los explosivos inmediatamente después de la masacre.
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Declaración de Rodríguezz Zapatero en la Comision parlamentaria 13 de Diciembre 2004
Señorías, simplemente quiero hacer una reflexión de carácter general al respecto, porque me parece muy serio. Desde el momento en que se descubrió claramente que la dinamita no era Titadyne no había absolutamente ningún elemento que pudiera hacer pensar que el atentado terrorista era de la banda ETA. Nunca hubo una línea de investigación de la autoría del atentado por parte de ETA, sencillamente porque no podía haber esa línea, porque no había ningún indicio, ningún hecho, ningún dato material, ninguna pista que pudiera permitir abrir una línea de investigación. Además, como consecuencia de esta afirmación que es bastante lógica, la única línea de investigación que hubo no la ordenó nadie, se abrió por los hechos, por el descubrimiento de la furgoneta famosa (me dan igual los horarios, por el descubrimiento de la furgoneta); no la abrió nadie. [...] Sinceramente, lo que pasó fue que los hechos abrieron la única línea de investigación real que ha habido en torno al atentado terrorista del 11 de marzo. Ése fue el primer gran hecho, el primer dato, el primer indicio serio; el segundo fue evidentemente el descubrimiento de la mochila y lo que acarreó, el teléfono, el tipo de explosivo, ya confirmado. Cuando oíamos del Gobierno que había una línea prioritaria que era ETA y una posible, pero no prioritaria, no era cierto, señorías. A partir de que se sabe que el explosivo no es Titadyne sólo hay ya una línea de investigación, que coincide prácticamente con el descubrimiento en tiempo de la furgoneta; una furgoneta, señorías, que tiene todas las características, por el contenido que apareció en la misma, de ser una reivindicación, especialmente por lo que suponía la cinta de versículos coránicos y lo que contenía; tenía todo el aspecto de una reivindicación clarísima, cuando ya se confirma que el explosivo es Goma 2 ECO, cuando ya se descarta el Titadyne. Enviado por MiguelAn el día 31 de Marzo de 2007 a las 22:10
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